La era Trump vista desde los años 70, en una obra postfuturista. Era al parecer algo cantado. Starmania es una memorable comedia musical de los años 70 (no muy conocida en España); aquí en la versión de 1989. Está ambientada en el futuro, o en ese futuro que contiene el postpresente—en ese año 2000 del fin de la historia, en el que íbamos a ser cuarentones, o cincuentones quizá. Muestra entre otras cosas un mundo globalizado y despersonalizado por las franquicias, con la opinión pública manipulada por los medios. Allí un gran constructor y magnate financiero, Zéro Janvier, desde la torre que lleva su propio nombre, inicia una mediática carrera para volverse Presidente de Occidente—predicando que hay que cerrar las fronteras a la inmigración, y explotando el terror a los atentados terroristas de los Estrellas Negras. Estos son a la vez criminales, revolucionarios anarquistas, y rebeldes mimados disidentes del mismo sistema que los ha creado, del que son a la vez peleles, enemigos, parásitos, y víctimas.
Y en medio, en los subterráneos y párkings, entre una población de la decadente sociedad postindustrial, manipulada por los reality shows y la telebasura, vemos la soledad de los individuos, alienados, descontentos y frustrados por el teatro urbano en el que se ven atrapados—desde la camarera autómata, pasando por la estrella del pop alienada en su propia imagen multiplicada, hasta el mismo magnate mediático… que hubiera querido ser artista, pero se consuela con un 'ego trip'. Todo nuestro presente es un déjà vu avant la lettre.
Escúchenla. Abunda Starmania, por otra parte, en canciones y melodías memorables.
