P.-Aliter ha publicado una gran biografía de Álvaro Bazán. ¿Qué importancia tiene este marino en la historia de España?
R.- Es uno de los marinos más importantes de nuestra historia, también le correspondió vivir el momento más crucial de nuestro imperio. Lo que me sorprendió de él fue que nunca sufría una derrota, del mismo modo su capacidad de innovación y táctica. Es un marino vital de nuestra historia.
R.-Es es un misterio muy sorprendente. Tenemos una historia muy rica y existe un desconocimiento grande. Es labor de todos corregir esta mala situación.
P.- España no ha sido capaz de mantener, al contrario de países como Reino Unido, una buena relación con sus ex colonias. ¿Por qué?
R.- España mantiene buenas relaciones con sus antiguas colonias aunque sí es cierto que deberían aumentarse los vínculos, no solo económicos sino culturales. Por ejemplo
P.- ¿Se respecta, en términos generales, en la España actual nuestro ancestro histórico? ¿Se tiene cabal ideal de lo que representó España en el mundo entre los siglos XV y XVII?
R.- Desgraciadamente no se sabe lo que llegamos a representar. Por eso surge esta iniciativa para contribuir a su erradicación, la historia debe ser potenciada.
P.- ¿Cuál es la pretensión esencial del autor para hacer este importante escarceo histórico e intelectual con el Marqués de Santa Cruz?
R.- Cuando tuve la oportunidad de visitar el Palacio del Viso del Marqués, hace ya algunos años, me quedé sorprendido ante la ausencia de biografías sobre el autor. Por ese motivo y con la esperanza de animar a los lectores a profundizar en nuestra historia, surge la idea de realizar este libro. La vida de Bazán es tan intensa que resulta muy interesante descubrir al personaje.
P.- ¿Se debería en las universidades incidir más en este tipo de asuntos?
R.- Por supuesto. La Universidad tiene que animar al estudiante a enriquecerse, a desarrollarse no sólo en el plano técnico sino también en cuestiones culturales, esa formación va a ser muy importante para triunfar en el ámbito personal y profesional, que van unidos.
Se trata de no ser “bárbaros espacialitas” como bien decía José Ortega y Gasset.