Tras reiterar en campaña e incluso en debates con la señora Clinton que el Omacare "a derogar" es un desastre increíblemente caro para un país con 20 billones de deuda y que facilita el oligopolio de las compañías de seguros, Trump señaló en su entrevista que el presidente Obama le pidió expresamente en la reunión que mantuvieron el jueves que considerara conservar algunos aspectos de la reforma, como los dos antes citados, y subrayó que estos dos elementos le gustan "mucho".
También destacó que sus prioridades nada más llegar a la Casa Blanca serán "sanidad, empleo, control fronterizo y reforma fiscal". Aseguró que se centrará en facilitar reformas que promuevan la concesión de créditos por parte de los bancos y estudiará aranceles para las empresas que externalicen su producción al extranjero con el objetivo de preservar el empleo. También indicó que trabajará en su promesa de aumentar la seguridad fronteriza para detener el tráfico de drogas y la inmigración ilegal. Asimismo, resaltó que creará nuevos empleos mediante un plan de inversión en infraestructura y la renegociación de tratados comerciales.
LA VANGUARDIA señala que las promesas realizadas por Trump durante la campaña "se topan con la realidad". Al respecto, este diario y EL PAÍS reflejan que ante la intención del presidente electo de derogar la reforma sanitaria 100.000 ciudadanos se apresuraron a contratar la póliza médica.
Por su parte, ABC informa que Trump perfila un ambicioso plan económico que con un montante de un billón de dólares serviría para reactivar la economía del país y crear millones de empleos. El presidente electo asegura, según ABC, que este plan expansivo será pagado por la empresa privada, de forma que no cueste un centavo al erario público. Mientras, CINCO DÍAS apunta que las promesas de Trump de fijar más aranceles, mejorar salarios y bajar impuestos tendrán "profundas consecuencias en el orden internacional".
Por otro lado, el futuro vicepresidente, Mike Pence, será el responsable del equipo de transición a la Casa Blanca. Pence sustituye a Chris Christie, el gobernador de Nueva Jersey, que se mantendrá como asesor. Tres de los hijos de Trump, Eric, Ivanka y Donald Jr., formarán parte del equipo encargado de negociar con la Administración Obama.
Entretanto, continúan las manifestaciones de protesta contra la elección del candidato republicano. Los diarios reflejan que Trump ha acusado a los medios de comunicación de alentar estas protestas.
Editoriales de los diarios españoles
Los riesgos económicos de Trump(ABC): "El problema de blandir un discurso incendiario y de corte populista" como el protagonizado por Trump durante la campaña es que "las promesas deben traducirse en medidas concretas, cuya aprobación tendría consecuencias negativas, o en incumplimientos flagrantes de su programa, con la consiguiente frustración de sus votantes". Trump pretende llevar a cabo una ambiciosa rebaja fiscal, pero al mismo tiempo promete gastar hasta un billón de dólares en la construcción de infraestructuras y obra pública, "lo que amenaza con disparar el déficit y la deuda si no se implementa correctamente. Al riesgo de desequilibrio presupuestario se suma, además, el nocivo discurso proteccionista del que ha hecho gala como candidato. El aumento de los aranceles, la imposición de barreras a productos extranjeros o la ruptura de los acuerdos de libre comercio serían una pésima noticia para EEUU a medio y largo plazo, pero también para el conjunto de la economía mundial, ya que podrían desatar una lesiva guerra comercial en la que todos acabarían perdiendo. También su país".
El peligro de los populismos(EL PERIÓDICO): "Vender soluciones fáciles, como ha hecho Trump, a problemas complejos no es más que una estafa. En Europa estamos asistiendo a algo muy parecido y si hasta hace poco los populismos de diversa índole eran minoritarios y repudiados por la ciudadanía, hoy están acercándose al poder porque para los votantes ya son opciones aceptables. Y ello ha sido posible por el descalabro de la socialdemocracia y la aceptación por la derecha de postulados de extrema derecha". Una muestra del crecimiento del populismo, espoleado ahora por la victoria de Trump, la tendremos en el rosario de citas con las urnas que empezará este domingo en Bulgaria y seguirá en Italia, Austria, Francia, Holanda y Alemania, "países donde los pronósticos apuntan a un fuerte crecimiento de los populistas. Sin olvidar que en Hungría y Polonia estas fuerzas ya están en el poder. La historia demuestra que todos los populismos, de ultraderecha o de izquierda, unos con su carga de xenofobia y racismo, otros con su defensa de la identidad y el nacionalismo, han tenido consecuencias nefastas. Parece que, ciegos, nos encaminemos al desastre cuando lo que toca es recuperar aquellos logros que ya nacieron de una guerra".
La era Trump: preparados para las turbulencias (CINCO DÍAS): "Trump combina en dosis imprevisibles ideas keynesianas (más inversión pública, estímulo de la demanda) y ultraliberales (desregulación financiera, desmantelamiento del Estado del bienestar, nulo compromiso con el medio ambiente). No conocemos todas las recetas, así que es complicado prever sus efectos. Y un factor difícil de calibrar hoy es si su presidencia generará tensiones internacionales que debiliten no solo el crecimiento, si no la estabilidad global. Eso ya son palabras mayores. Aunque se agradece el fin de la retórica incendiaria, los miedos no van a esfumarse por un par de días de palabras amables".
La globalización, en su encrucijada (EL ECONOMISTA): "El éxito de Trump preocupa en la medida en que es la mayor evidencia junto al Brexit de un cambio histórico de roles en las fuerzas sociales". "Queda patente la otra cara de la economía globalizada, responsable de generar un crecimiento mundial sin precedentes históricos, pero capaz también de minar el poder adquisitivo de grupos sociales hasta ahora acomodados. Los principales actores de la globalización dieron la espalda a esa realidad y el populismo llena el vacío". "La lucha, sin duda, es desigual y existen subterfugios fiscales, legales y políticos que benefician más a unos sectores que otros. Pero contribuir a cerrar esas grietas es posible, antes de recaer en errores pasados tan graves como las guerras comerciales o el proteccionismo".
