jueves,18 agosto 2022
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Daños a la ciencia y auge de las plataformas verificadoras

Trump hace méritos como presidente más mentiroso de la historia: sólo en octubre lanzó 1.200 trolas

Redacción
Desde que asumió la presidencia de los Estados Unidos de América , Donald Trump ha lanzado 7.645 "afirmaciones falsas o engañosas". Según "The Fact Checker", solo en octubre pronunció 1.200 mentiras. Estas plataformas de verificación estadounidenses, desde que comenzó el cierre parcial del Gobierno, han registrado un aumento interanual de visitas del 350%. La ciencia,los jóvenes y las mujeres son algunos de los principales afectados junto con los emigrantes y el conjunto de la sociedad.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, que llegó al poder con apoyo del robo de datos en Facebook y con la emergia de técnicas que Ibercampus.es denunció hace año y medio invaden crecimiente la política de propaganda basada en inteligencia artificial, se ufana de haber acuñado el término fake news (noticias falsas). Pero el citado record de octubre se produjo después de que los recuentos realizados durante el pasado verano indicaban que, ya durante los 558 primeros días de gobierno, había realizado 4.229 declaraciones falsas, de acuerdo con el conteo de The Fact Checker publicado por The Washington Post.

Se trata por tanto además de un promedio creciente de mentiras, que ahora se acerca a 40 diarias tras estimarse hasta el verano en 7,6 declaraciones falsas o engañosas por parte de Trump al día.Durante los primeros 100 días de la administración trumpiana, el polémico y recientemente convertido republicano, promedió 5.9 mentiras por día. No obstante, conforme avanzan sus días en la Casa Blanca, es una práctica cada vez más ejercida por el presidente estadounidense. Tan solo durante junio y julio, Donald Trump enunció 16 falacias al día.

Ciencia, salud y jóvenes, entre los grandes afectados

La propia ciencia está perdiendo la batalla contra los intereses políticos del gobierno de Trump y los expertos denuncian que se están desmantelando programas de eficacia comprobada. Muchos contemplan impávidos cómo hasta la ciencia pierde la batalla de la salud ante las mentiras de Trump.

También esta semana el Tribunal Supremo ha desbloqueado el veto de Trump a los transexuales en el ejército, el cual se encontraba bloqueado de forma cautelar.

Así se construyen según los socios internacionales de eldiario.es realidades paralelas: el ejemplo de los jóvenes que se burlaron del hombre nativo en EEUU. “La derecha ha comprendido que pueden construir realidades paralelas y hacer que sean aceptadas”, denuncia en una columna Jason Wilson.

Desde que asumió el cargo, el presidente de Estados Unidos ha mentido sobre los temas más variados, desde las  cifras de inmigración hasta el número de hamburguesas que ofreció la semana pasada en la Casa Blanca a los jugadores del equipo de fútbol americano Clemson.

A finales de año, Jake Tapper, de CNN, en colaboración con FactChechek.org, analizó las afirmaciones más erróneas del presidente Donald Trump durante el 2018 en este vídeo:

"Nos lleva mucho tiempo porque está hablando todo el rato", dice Glenn Kessler, editor y redactor jefe de ' The Fact Checker', el servicio de verificación de información del periódico The Washington Post. "El ritmo en Washington ha cambiado, puede ocurrir que te despiertes y te encuentres que el presidente ya ha publicado cinco o seis tuits pidiendo a gritos una comprobación de lo que expone".

La solución de Kessler y The Washington Post fue armar una  base de datos con todas las mentiras de Trump. Algo que no terminaría siendo tan sencillo: "Se ha convertido en una tarea a tiempo completo. En el mes de octubre dijo 1.200 afirmaciones falsas o engañosas; algunos días son más de 100 las afirmaciones de esta índole".

De acuerdo con los registros de ‘The Fact Checker’, Trump ha hecho 7.645 "afirmaciones falsas o engañosas" desde que asumió la presidencia. Su mentira más repetida (187 veces y sumando) es que la investigación de Rusia es una "caza de brujas", seguida por la afirmación (realizada 125 veces) de que su gobierno aprobó "el mayor recorte de impuestos en la historia" de Estados Unidos. El presidente también ha hecho 124 afirmaciones falsas sobre el dinero que "pierde" Estados Unidos y gana México por el NAFTA (por las siglas en inglés del tratado de libre comercio) y en 110 ocasiones ha afirmado que la economía de Estados Unidos bajo su presidencia "es la mejor en toda su historia".

Según Linda Qiu, reportera en The New York Times, "es agotador". "Lo bueno es que el presidente Trump se repite mucho; y eso lo hace más fácil a la hora de comprobar la información". Qiu pone como ejemplo las afirmaciones falsas sobre el empleo: según los registros de The Washington Post, el presidente ha exagerado en 94 ocasiones las cifras de empleo de hispanos y afroamericanos. Para Qiu, basta con "volver a mostrar" verificaciones que a lo mejor hizo solo un mes antes. Dice que intenta revisar todo lo que hace Trump: leer las transcripciones, ver los programas de televisión matinal y, por supuesto, leer sus numerosos tuits.

El constante bombardeo de mentiras se está cobrando un precio. Dentro de la comunidad de verificadores de información política, salir tarde y trabajar el fin de semana se ha convertido en norma. Qiu recuerda cómo se tuvo que poner al día en abril, tras dos semanas de vacaciones durante las que Trump no dejó de propagar embustes.

Desde la victoria de Trump, el ritmo ha sido incesante. “No hemos tenido descanso”, dice Eugene Kiely, director de FactCheck.org, una página web sin afiliación a ningún partido cuyo objetivo es controlar y evitar el uso de la “mentira y el engaño” en política.

El nuevo periodismo: desmentir a Trump

El lado bueno es el crecimiento de la demanda de artículos periodísticos en los que se verifique lo que dice Trump. Para en el período comprendido entre el 22 de diciembre (cuando comenzó el cierre parcial del gobierno) y el 13 de enero, FactCheck.org reportó un aumento interanual de un 350% en las páginas vistas. "No me gusta escribir sobre Donald Trump todos los días, preferiría escribir sobre otras cosas, pero las cosas son así", dice Kiely.

Los periodistas han detectado otra particularidad de Trump: primero inventa algo y luego va adornando su propia mentira cada vez que hace referencia a ella.

En un artículo publicado en diciembre por The New York Times, Qiu describió el fenómeno valiéndose del caso de United States Steel Corp. Trump comenzó diciendo que la siderúrgica abría seis nuevas plantas gracias a sus políticas. Era mentira, como también lo fue su afirmación posterior de que US Steel estaba abriendo siete plantas. "El efecto bola de nieve fue bastante interesante", dice Qiu. Trump siguió subiendo y pasó a decir que US Steel abría ocho plantas. Luego fueron nueve.

La Administración Trump está recortando programas que, según los científicos, han demostrado su eficacia en la protección de la salud de los estadounidenses. Entre los planes afectados figuran medidas contra la contaminación y políticas que previenen el embarazo adolescente y hacen más saludables las comidas escolares. Las consecuencias de los recortes podrían sentirse durante años.

Según expertos que han trabajado en estos temas durante gobiernos demócratas y también republicanos, es normal que alguna vez se priorice la política sobre la ciencia. Pero también dicen que ningún presidente lo hizo de una manera tan descarada como Trump, con efectos que podrían extenderse durante mucho tiempo.

"Nunca he visto nada tan indignante, viniendo desde arriba, con el propio presidente negando la ciencia y manipulando el sistema para favorecer intereses particulares", dijo Richard Carmona. Exdirector general de Salud Pública, Carmona denunció ante el Congreso de Estados Unidos las presiones sufridas durante el Gobierno de George W. Bush para disfrazar o borrar datos referentes a la salud pública.

La negación del cambio climático por parte de Trump ha acaparado tanta atención que las muchas otras formas en que sus agencias se oponen a las evidencias científicas pasan desapercibidas. En diciembre, el Ministerio de Agricultura relajó los baremos que deben cumplir los colegios para dar a sus alumnos más cereales integrales, y menos sal y leches saborizadas sin grasa.

Las autoridades del Ministerio se quejaban de que los colegios tenían dificultades para implementar esos baremos porque los estudiantes estaban optando por no comerse los alimentos saludables. Pero una investigación demostró que los cambios en la alimentación no habían disuadido a los estudiantes de comerse el almuerzo y tampoco habían aumentado la cantidad de comida desperdiciada.

Otro estudio estimó la eficacia de los nuevos baremos para una alimentación más saludable: en diez años podían haber evitado  1,8 millones de casos de obesidad infantil. Según Karen Perry Stillerman, analista de políticas alimentarias de la Unión de Científicos Preocupados, "está bastante claro que estos baremos funcionan y que, si se les da tiempo, funcionarán aún mejor".

Los planes de abstinencia no funcionan

La  Administración Trump también está reduciendo un programa de subvenciones basado en evidencias científicas para evitar el embarazo adolescente. En contra de todas las investigaciones que la desaconsejan por poco eficaz, su Gobierno favorece la alternativa de la abstinencia sexual sin programas complementarios. Según un análisis llevado a cabo en 2007 sobre cuatro programas nacionales de abstinencia, ninguno de ellos tuvo impacto en la actividad sexual ni en los índices de sexo entre adolescentes sin protección.

Para Sara Flowers, vicepresidenta de educación de Planned Parenthood (el plan de prevención de embarazos que está sufriendo los actuales recortes), la mayoría de los programas que se venían financiando hasta ahora demostró un cambio de comportamiento juvenil en, al menos, una de estas cinco categorías: retrasar las relaciones sexuales, reducir el número de parejas sexuales, aumentar el uso de anticonceptivos, reducir la tasa de infecciones de transmisión sexual o reducir la tasa de embarazos. "Lo cierto es que el Gobierno no está basándose en la ciencia; lo cierto es que el gobierno está basándose en la ideología, y eso es muy diferente", dijo. "Este [programa] ha sido rigurosamente investigado, analizado y probado por expertos".

La Administración Trump también ha cuestionado erróneamente la eficacia de los anticonceptivos y ampliado las exenciones para los empleadores que no quieren cubrir estos métodos en el seguro de sus trabajadores.

El cambio climático y la ciencia medioambiental también ocupan un lugar en el frente de la batalla que la Administración Trump libra contra la ciencia. Se están reduciendo las normas que regulan la contaminación producida por los coches y el funcionamiento de las centrales eléctricas, así como las que protegen la vida silvestre y las que restringen el uso de pesticidas.

La Administración Trump ha ignorado sistemáticamente a los científicos especializados en clima que advierten por los efectos nocivos que el aumento de las temperaturas y un clima más extremo tendrán sobre la vida de los seres humanos y la economía estadounidense.

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