viernes,19 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
Comienza la búsqueda

Un GPS para encontrar a Lorca

ibercampus.es/EFE
Los primeros trabajos para la localización de la fosa en la que supuestamente están enterrados Federico García Lorca, el maestro de Ciguñuela (Valladolid) Dióscoro Galindo, Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, han comenzado hoy en Alfacar (Granada). Para ello, Técnicos del Instituto Andaluz de Geofísica, dependiente de la Universidad de Granada, miden topográficamente el terreno con un GPS.

El objetivo de estas primeras tareas es localizar movimientos de tierra por los que se pueda detectar la situación de un posible enterramiento, trabajos que se estima que podrían prolongarse durante unos 15 días y que son previos a la excavación arqueológica de la zona.

Así, la exploración se hace de forma simultánea al proceso abierto por la Consejería para que los interesados presenten alegaciones a la apertura de la fosa y se inicia un día después de que la Junta publicara en el BOJA la ampliación del plazo en diez días. Se formalizaba así el anunció que hizo el pasado 11 de septiembre la consejera, Begoña álvarez, después de que la familia del poeta granadino pidiera la ampliación para poder estudiar el expediente de exhumación y pronunciarse al respecto.

Los herederos de Lorca se reunirán la próxima semana

De hecho, según informó hoy a Europa Press la sobrina del autor de «Yerma», Laura García-Lorca, será la semana que viene cuando los herederos se reúnan para tomar una decisión, que aún no han concretado, hasta que puedan estudiar la documentación solicitada para la exhumación, que podría producirse a mediados del mes de octubre, según indicó el pasado viernes Begoña Álvarez.

Por ahora, la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (Agrmh) ha solicitado la exhumación de los restos de Galadí, a petición de su nieto, del mismo nombre que su abuelo. En el caso de la familia Galindo, existe un conflicto de intereses entre Nieves García Catalán, acogida desde muy pequeña por los hijos del maestro, que reclama los restos y Nieves Galindo, su hermanastra y nieta del republicano, que se opone a la exhumación.

Joaquín Arcollas no dejó descendencia, si bien la CGT-A ha solicitado sus restos al considerarse su familia ideológica.

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad