Un exhaustivo estudio de la Universidad de Alacant, fruto de 4 años de trabajos de su departamento de Sociología y Teoría de la Educación, es posiblemente la radiografía más completa del modelo turístico de la ciudad jamás realizada. El trabajo, en cuyo tramo final ha colaborado también la Agenda 21 Local, deja, principalmente, dos grandes conclusiones: por un lado, la constatación de que el actual modelo camina hacia términos de insostenibilidad medioambiental, social y económica; por otro, la parte positiva es que la ciudad está a tiempo de reconducir la situación y que en ello será crucial la elaboración del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
La primera frase del Informe diagnóstico sobre el sector turístico residencial del municipio de Dénia es sintomática. «Dénia se halla en uno de los momentos más importantes de su reciente historia, en una verdadera encrucijada, pues son diversas las decisiones urbanísticas que tiene que tomar en los próximos meses y las opciones que se escojan marcarán el devenir del municipio por mucho tiempo». En especial, la elaboración de un nuevo PGOU en el que «no sólo se estipula cuánto y dónde va a crecer la ciudad, sino que, de forma implícita, se define un modelo de ciudad y un modelo de vivir en la ciudad». Esa «encrucijada» tiene sólo dos salidas: «o bien continuar con un fuerte crecimiento urbanístico que está generando una merma en la calidad del producto global o bien iniciar una reorientación de su modelo turístico-residencial hacia fórmulas de calidad, eso sí incompatible con un rápido crecimiento».
El informe urge al ayuntamiento a tomar medidas para corregir la tendencia de los últimos años, que mantiene una estrecha dependencia del crecimiento urbanístico, pero lo hace destacando las importantes ventajas que posee Dénia para propiciar ese cambio de rumbo.
El primer paso del estudio, que se inició en 2002, fue comparar el modelo turístico dianense con los de Altea, Benidorm, Santa Pola y Torrevieja. «Comparándola con otros municipios de la Costa Blanca, Dénia -indica el estudio- posee todavía un capital natural, social y turístico de calidad. Al mismo tiempo, las condiciones de su espacio sociourbano -principal recurso para un municipio que ha optado por el turismo residencial (vacacionista o semipermanente) frente al turismo hotelero- también presenta unas calidades superiores a la media provincial. En otras palabras, Dénia tiene los elementos infraestructurales y estructurales para reorientar su modelo turístico, mejorar su posición frente a otros competidores y asegurar su desarrollo socioeconómico a largo plazo».
Pero ese baluarte está en riesgo si no se adoptan medidas, según el estudio universitario, que lamenta que «el rápido crecimiento urbanístico experimentado por el municipio en las últimas décadas, la falta de planeamiento, el creciente déficit de infraestructuras y servicios, la marcada estacionalidad del producto y de los usos turísticos y la degradación del capital ambiental -costero, montaña y huerta- están degradando a gran velocidad la calidad del producto turístico global ofertado por el municipio y la calidad de vida urbana».
Por tanto, el ayuntamiento tiene el reto frente a sus ojos. «Dénia puede seguir el destino de otros municipios turístico-residenciales de la provincia de Alacant apostando por el excesivo crecimiento urbanístico, que conlleva una merma de la calidad ofertada y que termina por provocar una crisis de su modelo; tal y como está ocurriendo en municipios como Santa Pola o Torrevieja, que han alcanzado el fin de su ciclo turístico y que se encuentran con unas paupérrimas bases infra y estructurales para reorientarlo». Pero también puede, y es la línea que el informe recomienda al municipio, «desacelerar su crecimiento, solventar su déficit de servicios e infraestructuras, apostar por la calidad del producto, por la desestacionalización del sector; en definitiva, por un modelo de desarrollo urbano que reduzca la centralidad de la construcción como motor económico del municipio». Para ello, «la alternativa socioeconómica a la hegemonía de la construcción está en configurarse como una ciudad de servicios, y por atraer a nuevos sectores productivos que requieren y demandan espacios urbanos de alta calidad ambiental y sociocultural».
«Vivir bien», un valor en peligro
La conclusión del informe de la Universidad de Alacant anima a Dénia a conservar su capital social y natural para mantener un elevado nivel de bienestar, pues ese es, dice, «su principal recurso».
«Estamos convencidos», señala el documento, de que «no sopn necesarios muchos más informes, resúmenos, estudios o análisis sobre Dénia. La gente de Dénia -es decir, los que viven en Dénia- conocen su municipio. Sabe cúales han sido las razones de su éxito. Por qué se ha vivido tan bien en Dénia y cuáles son las amenazas que a ese vivir bien están surgiendo y que están haciendo de Dénia una ciudad en la que, desde hace unos pocos años, cada día se vive un poco peor que el anterior».
Tras 40 años de desarrollo turístico, «nunca en la historia de este municipio tanta gente ha vivido tan bien. Y ese vivir bien es la principal razón de la selección de Dénia como destino turístico de miles de visitantes. Su prinmer y más importante recurso».
Por eso, el informe señala que «el turismo ha sido el causante de esa mejora espectacular del bienestar, pero también es el causante del actual malestar. La gente de Dénia sabe que esta contradicción se resume en el dilema crecimiento/desarrollo. Sabe que ha llegado el momento de dejar de crecer para comenzar a desarrollarse».
