jueves,18 agosto 2022
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El problema se concentra en autónomos y pequeñas empresas

Un millón de empleos a tiempo completo incurren en el fraude fiscal

Redacción
Los datos sobre la economía sumergida equivaldrían al 18,6% del PIB. La eliminación de estas actividades fraudulentas podría aumentar la recaudación fiscal entre 60.000 y 80.000 millones de euros. En 2012 el total recaudado fue de 347.000 millones.

Estos son los datos de un estudio de La Caixa que publica hoy La Vanguardia, el cual explica que aun solo disminuir la eocnomía sumergida a la exisigencia de Alemania, al 13%, la racaudación sería entre 18.000 y 20.000 millones de euros.

Oriol Amat, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, considera que el cálculo de un millón de empleos ocultos se queda corto y recuerda un estudio de Funcas que señala que hasta cuatro millones de personas podrían haber trabajado en la economía sumergida entre 2006 y 2008. "Las campañas de inspección del Ministerio de Empleo han detectado irregularidades en un 40% de los perceptores del seguro de paro", señala Amat, que reconoce que "en muchos casos los ingresos no declarados son de mera subsistencia". En su opinión, para hacer aflorar esa economía sumergida sería necesario reforzar las sanciones y la inspección, y sobre todo eliminar burocracia para hacer la contratación más fácil. "En Alemania, es facilísimo dar de alta un minijob, aquí legalizar a una cuidadora familiar resulta farragoso", destaca.

"Seis millones de parados y la sociedad no ha estallado, es evidente que hay economía sumergida", dice Antoni Garrell, de la Fundació Gremi de Fabricants. En su opinión, el fraude está muy relacionado con la situación de los autónomos: "Tienen que pagar mucho en comparación con la contraprestación que reciben". Como ejemplo señala que desde el inicio de la crisis el número de autónomos se ha reducido en casi un millón. A juicio de Avelino Hernández, director de mercados financieros del área de estudios de la Caixa, para luchar contra el fraude hay que actuar en dos direcciones: la disuasión, con sanciones ejemplares, y la incentivación del tránsito de la economía sumergida hacia la regularización. Ello implica necesariamente una simplificación administrativa, sin descartar algún tipo de amnistía fiscal.

El objetivo, elevar la recaudación fiscal y bajar tipos

"Ampliar la base de recaudación y bajar los tipos impositivos". Ese sería el gran objetivo de la eliminación o al menos reducción de la economía sumergida, según destaca Avelino Hernández. Y es que ante el anuncio del Gobierno de una reforma en profundidad para el año próximo, los analistas ya han empezado a formular sus propuestas.

"Hemos tenido una vuelta del verano esperanzadora desde el punto de vista de los datos macroeconómicos y creo que hay margen para abordar una reforma tributaria integral como pide la UE para principios del 2014", señala el director de mercados financieros del área de estudios de la Caixa. La propuesta de los técnicos de La Caixa consistiría en bajar los gravámenes sobre el empleo (cotizaciones) y a cambio aumentar la tributación sobre el consumo.

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