Los estudiantes universitarios que consumen alcohol, ¿son sólo usuarios o potenciales adictos? Éste es el interrogante de de la investigación que desde hace un año indaga la relación de los jóvenes con las bebidas alcohólicas y el papel de la universidad como espacio de contención de las adicciones. Según los datos recogidos en el estudio exploratorio, todos los estudiantes probaron bebidas alcohólicas, las que, a su vez, se convierten en un medio para tejer relaciones con sus pares.
El consumo es un modo de relacionarse y compartir, que relaja los frenos inhibitorios y facilita la aproximación. Este uso social también los lleva muchas veces a emborracharse explica Adriana Sismondi, antropóloga y miembro del equipo que presentó las conclusiones preliminares del estudio en el Foro de Educación y Psicología que tuvo lugar en la Facultad de Psicología de la casa de estudios.
Los especialistas indagaron, además, sobre el lugar que ocupa la universidad al momento de revertir estas prácticas que pueden perjudicar la salud y el rendimiento académico de los estudiantes. Es importante determinar si la vida universitaria expulsa a quienes tienen inconvenientes con sustancias adictivas, o por el contrario, es un espacio de contención que inhibe los consumos problemáticos, apunta Sismondi.