Los asistentes al Foro estudiaron fórmulas para promover la cooperación a nivel comunitario entre las instituciones de educación superior y el mundo empresarial.
´Durante demasiado tiempo, Europa ha puesto poco empeño en acercar el mundo académico al de la empresa para lograr la explotación comercial de la excelencia universitaria´, lamentó el comisario europeo de Educación, Jan Figel, que denunció la tendencia de muchas universidades a no querer mezclarse con el mundo empresarial.
Según Figel, esa actitud es ´totalmente inapropiada en el siglo XXI, ya que hace falta una colaboración más intensa y estructurada (…) para afrontar de forma efectiva los retos de la globalización´.
Por su parte la Asociación Europea de Cámaras de Comercio e Industria (Eurochambres) animó a la conclusión de un pacto estratégico para evitar la fuga de cerebros a otras regiones del mundo.
El secretario general de Eurochambres, Arnaldo Abrizzini, incidió en la necesidad de que representantes de la empresa participen en los órganos directivos de las universidades, un ´elemento clave para permitir que esos centros sean competitivos a nivel global´.
´La idea no es gestionar las instituciones de educación como si fueran empresas, sino mejorar el entendimiento mutuo y crear las sinergias entre dos mundos que siguen estando muy alejados´, matizó Abrizzini.
Entre otros asuntos, en la reunión se debatieron el desarrollo de nuevos programas de estudio más orientados al mercado laboral y que ayuden a fomentar el espíritu empresarial y la búsqueda de fórmulas para mejorar la colaboración entre universidades y empresas mediante cursos de formación.
Otros tema de discusión fue la modernización de las estructuras de gobierno en las universidades con la ayuda de la experiencia empresarial o el desarrollo de la movilidad entre estudiantes, profesores e investigadores.
La reunión, que se prolongará hasta mañana, tiene en particular por objeto aumentar los vínculos, fomentar el intercambio de buenas prácticas y servir de base para posteriores iniciativas.