jueves,18 agosto 2022
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En aeropuerto y metro de la capital de la Unión Europea

Al menos 31 muertos por el ataque islámico a Bruselas

Redacción
Un doble atentado reivindicado por el Estado Islámico (ISIS) dejó al menos 31 muertos y más de 300 heridos en Bruselas, tras un ataque suicida en el aeropuerto de Zaventem —uno de los más concurridos de Europa— y una explosión en una céntrica estación de metro, cerca de la sede de las instituciones europeas. El Gobierno español ordenó la alerta 4 y atribuyó desde el principio las explosiones al ISIS, que las reivindicó a mediodía por la participación de Bélgica en la coalición contra el mismo.
 

La capital belga sufrió ayer un doble atentado que causó al menos 31 muertos y más de dos centenares de heridos. El primero de los ataques se produjo a primera hora de la mañana contra el aeropuerto de Zaventem., con dos explosiones. Poco después, se registró otra explosión en la estación de metro de Maalbeek, en el barrio donde se encuentran la mayor parte de las sedes de las instituciones europeas En Zaventem, artificieros belgas desactivaron una tercera bomba que no llegó a explotar.

El Estado Islámico reivindicó horas después la autoría de los ataques a través de un comunicado difundido por la agencia Al Amaq. La policía belga difundió la imagen de tres de los terroristas que podrían haber intervenido en el atentado del aeropuerto. Dos de ellos se inmolaron en el ataque y el tercero está siendo buscado por las autoridades. La investigación sigue abierta y, en el marco de ella, las fuerzas de seguridad belgas encontraron en una vivienda del distrito bruselense de Schaerbeek un artefacto explosivo, productos químicos y una bandera del Estado Islámico.

El fiscal general belga, Frédéric Van Leew, consideró que todavía es "demasiado pronto para establecer un vínculo formal con los atentados de París" del pasado 13 de noviembre, aunque las acciones se hayan producido días después de la detención de Salam Abdeslam, implicado en los ataques a la capital francesa.

"Nuestro país y nuestros ciudadanos han sido golpeados por atentados ciegos violentos y cobardes", afirmó el primer ministro belga, Charles Michel, que expresó su temor a que aún se produzcan más ataques. En su comparecencia ante la prensa, calificó a los autores de la masacre de "enemigos bárbaros de la libertad y de la democracia", y aseguró que los belgas seguirán "unidos" con "la determinación de proteger sus libertades y su estilo de vida". Por su parte, el rey Felipe de los belgas dijo que se responderá a los atentados con "firmeza, calma y dignidad".

Tras los atentados, se produjo la cancelación de todos los vuelos desde y hacia la capital belga, la suspensión de los trenes de alta velocidad que unen la ciudad con otras capitales y el refuerzo de los controles por carretera en los países fronterizos. Colegios, universidades, hospitales, museos, transporte público y centros comerciales cerraron sus puertas o elevaron al máximo sus niveles de seguridad. "El objetivo es recuperar la normalidad desde este mismo miércoles", señaló Rudi Vervoort, ministro presidente de la región de Bruselas.

Asimismo, toda Europa ha extremado las medidas de seguridad. Francia desplegó a 1.600 gendarmes y policías en las infraestructuras aéreas, marítimas y aeroportuarias y ordenó cerrar su frontera con Bélgica.

La comunidad internacional aboga por la unidad frente al terrorismo

Las explosiones coordinadas de Bruselas generaron expresiones de apoyo en todo el mundo. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y los líderes de las instituciones comunitarias emitieron un comunicado de condolencia en el que resaltaron su solidaridad con Bélgica y afirmaron su disposición a "luchar con todos los medios" en contra de la amenaza terrorista. "Ha sido un ataque a nuestra sociedad demócrata abierta", enfatizaron los líderes europeos.

El presidente de Francia, François Hollande, expresó su "solidaridad" por los atentados perpetrados en Bruselas, y subrayó que "el objetivo era Europa". Instó a tomar conciencia de la gravedad y amplitud de la amenaza terrorista" y llamó a "actuar a nivel internacional". El primer ministro francés, Manuel Valls, habló abiertamente de una Europa "en guerra". La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció su apoyo a Bélgica y subrayó: "nuestra fuerza reside en nuestra unidad". También el primer ministro británico, David Cameron, insistió en la necesidad de "permanecer unidos" para asegurar que los terroristas "nunca ganen". Por su parte, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, abogó por un pacto europeo "por la libertad y la seguridad".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, urgió a la comunidad internacional a permanecer "unida" ante el terrorismo y prometió que su país hará "lo necesario" para llevar ante la justicia a los responsables. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó de "salvajes" los atentados" en Bruselas y apeló a la colaboración internacional. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó "los despreciables ataques" y expresó su confianza en que el compromiso "con los derechos humanos, la democracia y la coexistencia pacífica continúen siendo la respuesta verdadera y continuada al odio y la violencia".

Todos los diarios coinciden en resaltar que los atentados de ayer en Bruselas son un ataque a Europa. "Ataque terrorista a Europa", titula EL PAÍS. De igual modo, LA VANGUARDIA titula "Terror contra la UE", y EL PERIÓDICO define la situación como "Euroterror". EL MUNDO destaca el "Jaque al corazón de Europa", mientras que LA RAZÓN ve a "Europa, en el túnel del pánico". En una primera en negro, ABC titula: "Ha sucedido lo que temíamos". En páginas interiores subraya que "la yihad golpea el corazón de Europa". En parecidos términos, CINCO DÍAS incide en que "el terror golpea el corazón de Europa".

Los diarios realizan distintos análisis sobre la situación que está viviendo Bélgica y ponen el foco en el barrio bruselense de Molenbeek. Al respecto, señalan que los autores de los principales atentados de Europa -Madrid, Londres, París- han tenido alguna relación con este barrio.

 Primeras reacciones 

El Gobierno español, pendiente de las investigaciones tras las explosiones en el aeropuerto de Zaventem de Bruselas, mantiene la alerta 4: alto riesgo de atentado terrorista, aunque ha convocado para esta misma tarde una reunión de crisis en el Ministerio del Interior y la reunión del pacto antiyihadista.  Los partidos de oposición anunciaron su disposición de colaborar con el Ejecutivo en funciones, incluido Podemos.

El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha atribuido las explosiones a un atentado terrorista cometido por DAESH —conocido como Estado Islámico, según EL PAÍS. Se ha activado el protocolo de emergencia consular y se mantienen constantes contactos con las autoridades belgas. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha afirmado que, de momento, no hay conocimiento de que haya "ninguna víctima española pero la situación de caos hace muy difícil que hayan identificado a todas las personas". "Debemos ser prudentes", ha añadido.

Apenas hora y media más tarde, se ha registrado una nueva explosión en el metro de Bruselas, en la estación de Maelbeek, muy cerca de todas las instituciones europeas. Hay imágenes de humo en esa estación, que ha sido clausurada. El Gobierno de Bruselas ha cerrado todas las líneas de transporte público. El primer ministro, Charles Michel, ha pedido a la ciudadanía que "evite cualquier desplazamiento" como medida de precaución.

 

Una doble explosión en el área de salidas del aeropuerto de Bruselas-Zaventem (Bélgica) poco antes de las ocho de la mañana ha causado víctimas mortales y provocado el cierre de las instalaciones y la cancelación de todos los vuelos. La fiscalía afirma que se trata de un atentado suicida.

El primer ministro Michel ha asegurado que la policía "está tratando de estabilizar la situación", además de desplegar a las fuerzas de seguridad, entre ellas el Ejército, en lugares donde "aún existe preocupación" de que pueda haber problemas. El gobernante belga, con corbata negra, ha hablado de tragedia y ha instado a los ciudadanos a permanecer "unidos y solidarios".

Junto al primer ministro, el fiscal general belga, Frédéric Van Leeuw, ha confirmado que uno de los ataques del aeropuerto ha sido perpetrado "por un kamikaze" y ha hablado de "heridos graves", sin más concreción. La policía federal, encargada del caso, se centra ahora en averiguar quiénes son los autores y si alguno de ellos se ha podido dar a la fuga, ha asegurado Van Leeuw. También ha explicado que la policía ha tenido que realizar un trabajo enorme en esa explanada de salidas porque, tras la deflagración, todos los viajeros han huido y dejado abandonados los equipajes. Y la prioridad era, en ese momento, asegurar que ninguna de esas maletas pudiera contener explosivos. "Ponemos todo de nuestra parte para normalizar la situación", ha asegurado el fiscal.

Testigos citados por medios belgas apuntan que en el aeropuerto se oyeron gritos en árabe antes de las detonaciones. Según Sky News, al menos una de las dos explosiones se habría producido en los mostradores de facturación de American Airlines.

"Estaba en la fila para registrarme y he escuchado una explosión. He visto humo y he visto a personas correr hacia la salida. Ha habido una segunda explosión mucho más cerca de mí después", ha explicado un testigo de los hechos a RTL. "Se ha ido todo el mundo del aeropuerto con pánico, la mayor parte de las personas han dejado sus maletas allí. Los coches han sido evacuados", ha asegurado. El servicio de trenes al aeropuerto ha sido suspendido.

Las explosiones en Bruselas se producen tres días después de la detención en Bruselas del yihadista Salah Abdeslam, huido tras los atentados del 13 de noviembre en París, que provocaron 130 muertos.

Varios países han reforzado al máximo las medidas de seguridad en los aeropuertos y han cancelado vuelos. Tras las explosiones, la frontera por carretera y tren entre Bélgica y Francia ha sido cerrada, informa el diario francés Libération. Y la red europea de trenes de alta velocidad Thalys —con conexiones entre París y Bruselas, Colonia y Ámsterdam— ha anunciado que ha interrumpido por completo sus trayectos. La compañía Eurostar, que conecta por tren Bruselas, París, Londres y Lieja, entre otras ciudades, ha cancelado sus servicios con origen o destino en la capital belga. Las instituciones de la UE están en nivel naranja de alerta, las reuniones han sido suspendidas y solo se permite el acceso a los funcionarios identificados.

La alerta antiterrorista en Bélgica se encontraba en el nivel 3, pero después del atentado de este martes el Gobierno la ha elevado al 4, el máximo, que ya estuvo activado entre el 21 y el 25 de noviembre de 2015. Entonces, el primer ministro belga, Charles Michel, advirtió de la posibilidad de que se produjera un atentado similar al de París. El nivel actual indica la existencia de "una amenaza posible y creíble".

 

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