El presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha anunciado que si el Ministerio de Educación no repone a 5 la nota para obtener una beca no universitaria, la Junta garantizará que todos los alumnos de bachiller, ciclos formativos y enseñanzas de régimen especial que no consigan una beca por no alcanzar los requisitos académicos fijados por el Ministerio y que hayan aprobado, tendrán una beca equivalente a la beca compensatoria fijada por el Gobierno en 1.500 euros.
Así lo han avanzado a Europa Press fuentes del Ejecutivo andaluz, que han recordado que la Junta tiene delegadas las competencias en gestión de becas no universitarias a través de un convenio con el Ministerio de Educación y que Andalucía fue la primera comunidad autónoma que alertó sobre la perdida de becas como consecuencia del endurecimiento de requisitos académicos y administrativos.
Según estima la administración autonómica, más de 10.000 becas de compensatoria y residencia se han dejado de recibir en Andalucía. En concreto unos 7.000 alumnos andaluces han dejado de percibir una beca compensatoria este curso 2012/2013 por no tener una calificación de 5,5 y el Ministerio tenía previsto para el próximo curso exigir un 6.
Las fuentes consultadas por Europa Press recuerdan que en la última Conferencia Sectorial de Educación el Ministerio, tras la denuncia de Andalucía y otras comunidades, se comprometió a no subir la nota a 6 y a remitir un nuevo borrador en el que presumiblemente mantendrá la nota en un 5,5. Además el Ministerio de Educación, en el borrador de decreto de becas no universitarias, ha fijado una beca mínima de 1.500 euros, que se incrementará en un porcentaje variable según las notas del alumnado becado.
El portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, ya avanzó que Griñán anunciaría durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad una medida presupuestaria para "corregir la agresión" que están sufriendo los estudiantes de esta comunidad como consecuencia del "recorte drástico" de becas aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, que ha calificado como una "decisión injusta".
