Brevik podrá hacer los exámenes en la cárcel, aunque deberá pedir prestados los libros para estudiar, ya que las autoridades han rechazado concederle una ayuda, una vez que el Estado confiscó todas sus propiedades tras su condena hace un año.
La Universidad de Oslo había rechazado inicialmente a Breivik por su cualificación académica insuficiente, que este solucionó realizando un examen para obtener los puntos necesarios. Cuando se hizo público hace unos meses su deseo de estudiar en la universidad, hubo una polémica que implicó a varios docentes y políticos sobre si debería ser tratado como el resto de presos.
Breivik ha sido trasladado varias veces en los últimos meses del penal de Ila, en el que inicialmente fue confinado, al de Skien, que también posee un área de máxima seguridad para presos como él. El ultraderechista se ha quejado del trato que recibe en Ila, al oeste de Oslo, y ha solicitado el traslado permanente a Skien, aunque las autoridades no han tomado una decisión definitiva.
Un tribunal de Oslo condenó en agosto de 2012 a Breivik a 21 años de prisión prorrogables de forma indefinida, la pena máxima y que puede equivaler a una cadena perpetua, al considerarle penalmente responsable de los atentados y rechazar que sea un enfermo mental.