jueves,18 agosto 2022
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Reconoce violación de Derechos Humanos en su 150 aniversario

Canadá pagará 8 millones $ al preso más joven de Guantánamo por interrogatorios opresivos

Armengol Mbá
Omar Khadr tenía 15 años cuando fue enviado a Guantánamo bajo sospecha de lanzar una granada contra un soldado estadounidense en Afganistán, causando su muerte. Khadr fue capturado y llevado a la base de Bagram, donde fue interrogado durante más de 40 días, antes de ser enviado a Guantánamo en octubre de 2002. Ahora Canadá pagará al joven prisionero unos ocho millones de dólares por los interrogatorios en "circunstancias opresivas" a los que fue sometido durante la década que pasó en prisión.

Amnistía Internacional acoge con satisfacción la noticia de que el gobierno canadiense ha pedido perdón a Omar Khadr y le ha indemnizado por el papel desempeñado por Canadá en su terrible experiencia, que comenzó cuando tenía 15 años con su captura por fuerzas estadounidenses durante un tiroteo en Afganistán, donde era un niño soldado. Este país reconoció también recientemente que en 1940-96, centros católicos trataron a 150.000 aborígenes, por lo que al reconocerlo ahora anima al Papa a que pida también  disculpas  la Iglesia Católica  por participar en su "genocidio cultural"

Las condiciones del acuerdo prevén la concesión a Omar Khadr de una indemnización por las numerosas formas en que los actos y las omisiones de Canadá contribuyeron a las graves violaciones de derechos humanos que sufrió éste desde 2002 y que continuaron durante los tres meses bajo custodia de Estados Unidos en la base aérea de Bagram (Afganistán), los 10 años de detención en Guantánamo, y los dos años y medio de detención adicional en cárceles canadienses de Ontario y Alberta, hasta que finalmente se ordenó su libertad con fianza en mayo de 2015.

“Durante 15 años, el caso de Omar Khadr ha sido un duro recordatorio de las numerosas formas en que un enfoque de la seguridad nacional de gran alcance y sin restricciones pisotea sin reparos derechos humanos protegidos universalmente. Amnistía Internacional expresó por primera vez esos motivos de preocupación al gobierno canadiense en octubre de 2002, cuando Omar Khadr seguía bajo custodia de Estados Unidos en la base aérea de Bagram”, dice Alex Neve, secretario general de Amnistía Internacional Canadá.

“En Afganistán, en Guantánamo y en las prisiones canadienses, se violaron e ignoraron sistemáticamente los derechos de Omar Khadr. Los interrogadores, carceleros y agentes estadounidenses se negaron a reconocer que era un niño soldado y a protegerlo.

Lo sometieron a tortura y malos tratos, a prisión arbitraria, a un juicio injusto y a otras violaciones graves de sus derechos. Y en todo este tiempo, el anterior gobierno canadiense, en los máximos niveles políticos, se negó a defender los derechos de un ciudadano canadiense y durante años se limitó a esgrimir una retórica incendiaria en los medios de comunicación, el Parlamento y los tribunales en lugar de hacer un esfuerzo real para acudir en su auxilio.”

 

Foto: Amnistia Internacional

En 2010, después de ocho años de detención en Guantánamo, Omar Khadr fue juzgado y declarado culpable por una Comisión Militar estadounidense que incumplía los requisitos internacionales de imparcialidad procesal, y en octubre del mismo año fue condenado, en virtud de un acuerdo de admisión de culpabilidad, a ocho años de prisión más, de los que debía cumplir al menos uno en Guantánamo antes de tener derecho a ser trasladado de regreso a Canadá. Las dilaciones del gobierno canadiense fueron tales que Omar pasó un año más en Guantánamo antes de su traslado, en septiembre de 2012.

En mayo de 2015 Omar Khadr fue puesto en libertad con fianza mientras se tramitaba su recurso contra la declaración de culpabilidad dictada por la Comisión Militar en Estados Unidos, en virtud de una decisión judicial de las muchas que pronunciaron a su favor los tribunales de Canadá. El gobierno del ex primer ministro Stephen Harper se había opuesto firmemente a su excarcelación, y cuando se celebraron las elecciones federales de octubre de 2015 se estaba tramitando un recurso contra la decisión sobre la libertad con fianza. Sin embargo, en febrero de 2016, la ministra de Justicia Jody Wilson-Raybould y el ministro de Seguridad Pública Ralph Goodale anunciaron la retirada del recurso y que el nuevo gobierno federal no se oponía a la libertad de Omar Khadr.

“La negativa del gobierno de Canadá durante tantos años a defender a un niño soldado canadiense que quedó atrapado en la injusticia de Guantánamo fue una decepción abrumadora, sobre todo teniendo en cuenta que Canadá es un líder mundial en la elaboración de normas legales enérgicas para la protección de los niños y niñas soldados”, dice Béatrice Vaugrante, directora general de Amnistía Internacional Canadá (francófona).

“Cabe destacar que los tribunales canadienses se pusieron de su parte. En concreto, diversos aspectos de la tramitación por Canadá de su caso fueron objeto de sendas sentencias del Tribunal Supremo canadiense en 2008, 2010 y 2015, en todas las cuales los nueve magistrados resolvieron por unanimidad a favor de Omar Khadr. No obstante, el gobierno mantuvo de forma lamentable su recalcitrante oposición a tomar las medidas necesarias para que se respetaran sus derechos. Esto se ha reconocido y reparado con el acuerdo y las disculpas que se han anunciado hoy.”

El resarcimiento concedido a Omar Khadr es una confirmación importante de sus derechos y le proporciona ayuda y apoyo para recuperarse y curarse de todo lo que ha vivido. También tiene un papel fundamental en la lucha contra la impunidad por violaciones de derechos humanos cometidas en relación con la seguridad nacional que es, con diferencia, la norma en casos similares.

Omar Khadr es la sexta persona que ha recibido en los últimos diez años una indemnización y una disculpa del gobierno canadiense por violaciones graves de derechos humanos relacionadas con actividades de seguridad nacional. Quedan pendientes de resolución otras reclamaciones de indemnización, como la de Abousfian Abdelrazik y otras personas que han sido objeto de certificados de seguridad de inmigración.

“Este es un magnífico día de justicia, tanto tiempo demorada, para Omar Khadr, que pese a soportar un enorme sufrimiento, ha mostrado a la ciudadanía canadiense una valentía, una elegancia y una resiliencia impresionantes”, afirma Neve. “Este acuerdo y la disculpa deben ser también un claro precedente más de que no puede haber y no habrá lugar ni tolerancia para las violaciones de derechos humanos en las leyes, políticas u operaciones de seguridad nacional de Canadá.”

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