Según informa la agencia EFE, Pich ha asegurado que "Lo importante es ver cómo se trasladan estas magnitudes macroeconómicas a la ciudadanía".
El Presidente ha expllicado que el desempleo "mejorará pero muy lentamente" y que las administraciones "seguirán teniendo déficit públicos". Pich ha hecho estas declaraciones antes de impartir en Valladolid la conferencia "Retos de la Economía en España: Un momento decisivo", con motivo de la toma de posesión de la nueva Junta de Gobierno del Colegio de Economistas de Valladolid (ECOVA), que preside Juan Carlos de Margarida.
Ha destacado la existencia de una mejora general de la economía que se está reflejando "en el buen comportamiento del turismo, nuestra principal fuente exportadora, que emplea mucha gente, y en las empresas que exportan".
Si Pich tuviera que tomar tres medidas para mejorar la economía la primera sería concienciar a la sociedad española de que "tenemos un estado de bienestar de los mejores del mundo, que necesita reformas en profundidad, pero si no crecemos ni producimos no podremos mantener este nivel".
Centrarse en el crecimiento
Lo siguiente sería conseguir que las administraciones estén enfocadas al crecimiento, y priorizar lo que sea bueno para crecer y aporte calidad de vida a los ciudadanos, a la vez que administrar los recursos económicos "con la máxima sensatez", ya que va a haber años de escasez financiera, ha pronosticado.
Respecto a la creación de empresas, Pich ha recordado que "siempre ha habido dificultades", pero que un emprendedor necesita "una idea clara, dedicación, entusiasmo y ser realista en los temas financieros, es decir capacidad de gestionar y de reconocer si un proyecto no tiene viabilidad financiera".
Durante la conferencia ha reflexionado sobre los retos de la economía y de la sociedad española, que al igual que las economías occidentales, está entrando en "un mundo desconocido" del que no se sabe cuál va a ser el futuro a largo plazo, ha sostenido.
El crédito al consumo rompe la racha de caídas
El Banco de España publicó ayer sus previsiones sobre la evolución de la economía española, más optimistas que las estimaciones oficiales del Gobierno, según señalan los diarios. El banco emisor anticipa un crecimiento del PIB del 1,2% este año, dos décimas por encima de las últimas previsiones del Ejecutivo, y del 1,7% en 2015. Según el Banco de España, el déficit alcanzará este año el 5,8% del PIB y el 5,5% en 2015, frente al 4,2% comprometido con Bruselas.
Estas cifras estarán condicionadas por varios factores, internos y externos. La reforma fiscal que ultima el Gobierno será determinante, ya que podría mermar los ingresos públicos y atenuar el ritmo de reducción del déficit. Según advierte el Banco de España, el efecto de la reforma fiscal "podría dar lugar a un avance más moderado de la actividad". También hay que tener en cuenta la triple convocatoria electoral de 2015 (elecciones municipales, autonómicas y generales), que podría interrumpir los planes de austeridad de las administraciones.
En cuanto al paro, este año bajará al 25% y en 2015 al 23,8%, con una creación de 210.000 empleos en estos dos años y una caída de la población activa, aunque menos acusada que en 2013. El emisor subraya que la reforma laboral y medidas como la devaluación salarial, el abaratamiento del despido y el fomento de la contratación a tiempo parcial "han permitido adelantar el proceso de creación neta de puestos de trabajo".
El aporte del sector exterior y el repunte de la demanda interna, gracias a la mejora de las condiciones de financiación, serán las bases de la recuperación. El banco emisor pronostica que "la demanda interna tomará progresivamente el relevo del sector exterior como la principal fuente de contribución al crecimiento". Así, la inversión en bienes de equipo puede crecer a un ritmo del 6%. La recuperación del consumo privado "tendrá lugar a un ritmo más moderado", dada "la profundidad de algunos de los efectos de la crisis sobre la situación real y financiera" de los hogares y las empresas, y crecerá por encima del 1% los dos próximos años. El ritmo de las exportaciones se mantendrá entre el 5% y el 6%, aunque condicionado por la velocidad de la recuperación de la zona euro y la ralentización de las economías emergentes. Las importaciones aumentarían hasta alcanzar el 3% y el 4,4%, en paralelo al repunte de la demanda interna
