De momento, no se han producido escanas de violencia con víctimas, aunque diversas organizaciones de derechos humanos siguen el proceso. La protesta, iniciada días atrás por los estudiantes ayer, se extendió por toda la ciudad, dejando cortadas grandes avenidas. Voluntarios de todos los sectores, liderados por la Federación de Estudiantes, crearon una red organizada de puntos en los que repartieron recursosásicos.
El jefe ejecutivo de Hong Kong, Cy Leung, rechazó las peticiones de dimisión por los métodos empleados por la policía frente a los manifestantes. La portavoz de Exteriores del régimen comunista, Hua Chunying, en una rueda de prensa, tras advertir que "Hong Kong es China", incidió en el rechazo "a la injerencia extranjera por parte de cualquier país".
Por su parte, el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, dijo que los ciudadanos de Hong Kong deben tener "una opción real" en las elecciones de 2017, al tiempo que mostró su "solidaridad" con los manifestantes "a favor de la democracia". El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, pidió "contención" a las autoridades de Hong Kong ante las protestas y respaldó la reclamación del sufragio universal para los mismos comicios.
El conflicto ha surgido porque ciudadanos de Hong Kong reclaman pleno derecho a exigir al Gobierno de Pekín que —según lo acordado con las autoridades británicas en 1997, cuando Reino Unido devolvió la colonia— respete la fórmula “un país, dos sistemas”. China no permite concurrir a las elecciones a primer ministro de Hong Kong a aquellos candidatos que no considera “idóneos”, un eufemismo que según EL PAIS esconde la sintonía del candidato con las directrices que emanan del Partido Comunista. Pero China se comprometió ante Reino Unido, la comunidad internacional y la población de Hong Kong a que, a partir de 2017, las elecciones serían libres. Sin embargo, en agosto cambió las reglas y anunció que sería un comité —controlado por las autoridades comunistas— el que elegiría a los candidatos que la población puede votar.