jueves,18 agosto 2022
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China, aliada a la City y Europa para su nuevo banco global

China lanza el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras con la oposición estadounidense

Jose María Mur
El día 31 de marzo finalizó el plazo de solicitud de adhesión como socio fundador del nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB por sus iniciales en ingles) impulsado por China. Fue uno de los temas principales del Foro de Boao para Asia 2015 celebrado en Hainan, entre los días 26 al 29 de marzo. Destinado a financiar infraestructuras en el área Asia-Pacífico, siempre ha sido mal visto por EE. UU., sin el cual nace el nuevo organismo, pero apoyado por la City y la Eurozona.

Del 26 al 29 del pasado mes de marzo se celebró en la ciudad china de Hainan el Foro Anual de Boao para Asia 2015 bajo el lema “ El nuevo futuro de Asia: construir una comunidad con destino común “, que tuvo como objetivo identificar y aunar los intereses comunes de las mayores economías asiáticas y discutir cómo construir un futuro para todos mediante la cooperación multilateral, afirmó Zhou Wenzhong secretario general. Este año el Foro se realizó a una escala mucho más importante que en ediciones anteriores. Estuvieron presentes el presidente indonesio Joko Widodo, el presidente de Nepal, Ram Yadav, el gobernador general de Australia Peter Cosgrove, el primer ministro de Holanda Mark Rutte, el presidente de Zambia Edgar Lungu y el viceprimer ministro de Rusia Igor Shuvalov, entre otros líderes extranjeros procedentes de 16 países, además de 80 funcionarios a nivel ministerial de diferentes naciones y un número de empresarios que ha aumentado considerablemente en comparación con la pasada edición, lo que propició un ambiente mucho más internacional del evento.

En el discurso de apertura de la conferencia el presidente chino Xi Jinping subrayó que la inclusión y el aprendizaje mutuo entre las civilizaciones asiáticas eran importantes para promover la paz y estabilidad regionales .Dos temas de suma importancia fueron tratados a lo largo de las sesiones del Foro. El primero fue la iniciativa presentada por el gobierno chino “ Un cinturón, Una ruta “ referida al cinturón económico de la Ruta de la Seda para el siglo XXI y la Ruta de la Seda marítima  propuestas por el presidente Xi en 2013. Las dos Rutas están dirigidas a fortalecer la conectividad regional mediante el refuerzo de la infraestructura de transporte, inversión y comercio, cooperación financiera y los intercambios culturales , aunando esfuerzos colectivos  a lo largo y ancho de las rutas.

El otro gran tema fue el desarrollo y puesta en marcha  del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB, por sus siglas en inglés ), creado por China y veinte países asiáticos más mediante la firma en Pekín el 24 de octubre de 2014 de un Memorando de Entendimiento, a espaldas de Estados Unidos ( EE. UU ) , con el cual el gigante asiático pretende ganar más influencia en la región. La principal función de la nueva entidad es, precisamente, la financiación de proyectos de infraestructura en los países participantes , una de las mayores necesidades de las naciones en vías de desarrollo en Asia y cuyos gobiernos difícilmente pueden asumir en solitario.

El AIIB será la primera institución financiera multilateral que no estará dominada por los EE. UU. o alguno de sus aliados . El día 31 de marzo expiró el plazo dado por China para presentar solicitudes como miembros fundadores del Banco, siendo más de 45 países los que lo habían hecho pese al rechazo explícito de los EE. UU., por lo que empieza a debatirse si 

¿romperá el Banco Asiático de Inversión el orden global creado tras la II Guerra Mundial?.

 Entre las últimas economías en presentar su candidatura estuvieron Suecia, España y Taiwan, careciendo ésta última de lazos formales con la China continental. El próximo día 15 se anunciará definitivamente quiénes son los miembros fundadores de la institución, con sede en Pekín, dirigida por Jin Liqun y que China espera entre en funcionamiento a final de año. Se sabe que contará con un capital inicial de, al menos, cincuenta mil millones de dólares suscritos y cien mil millones comprometidos , aunque faltan por concretar numerosos detalles sobre su funcionamiento. No está claro si China tendrá derecho de veto y su Gobierno tampoco quiere aclararlo.

 

Nuevo actor en escena

 

La opacidad actual de los datos del AIIB es el argumento esgrimido por los EE. UU. para justificar sus reservas sobre el futuro organismo, que teme que debilite a organizaciones ya existentes como el Banco Mundial ( BM ) o el Banco Asiático de Desarrollo ( BAD ). Washington cuestiona que el Banco tenga estándares suficientemente rigurosos de gobernanza o de concesión de créditos. Los países que han solicitado el ingreso replican que desde dentro será más fácil negociar unas normas que garanticen una gestión transparente y estándares estrictos. En el fondo subyace una pugna de poder entre las dos mayores economías del mundo , porque al rechazo estadounidense a participar en un banco de desarrollo promovido por China se una la promoción del Acuerdo de Asociación del Pacífico ( APEC ) , que EE. UU. prevé firmar con otros once países de aquella orilla con la clamorosa ausencia de China.

Desde el anuncio de la creación del nuevo banco, los estadounidenses han ejercido una fuerte presión sobre los países aliados para tratar de evitar que el AIIB tenga éxito, algo que ya ocurrió en el pasado con otras iniciativas  ( Eximbank ) , consiguiendo así que el peso de China a nivel internacional no se corresponda en la actualidad con su peso económico; tanto por una limitada influencia en organismos como el BM o el Fondo Monetario Internacional ( FMI ), como por recibir el boicot sobre cualquier propuesta. Todo parecía indicar que la nueva entidad financiera estaba abocada al fracaso, pero el día 12 de marzo se produjo un punto de inflexión con la petición del Reino Unido de adherirse como miembro fundador. En una muestra palpable y contundente de los efectos de la globalización, la City londinense no entiende de patrias y si quiere seguir siendo lo que es debe contar con el visto bueno  de las finanzas emergentes. Este movimiento coincide con otros, como el anuncio hace pocos días del primer fondo monetario en la divisa china y su proposición como cámara de compensación del yuan chino.

Tras el anuncio británico, siguieron en cascada el resto de economías europeas, deseosas de mantener una buena sintonía con la segunda economía del mundo y de abrir camino a la participación de sus empresas en los proyectos financiados por el banco. Un paso lógico teniendo en cuenta que se estiman en ochocientos mil millones de euros anuales las necesidades de inversión en infraestructuras ( carreteras, líneas de ferrocarril, puertos,..) en todo el área de Asia-Pacífico. Incluso Japón, país vecino con el cual las relaciones diplomáticas no siempre han sido fáciles, manifestó, por boca de su embajador en Pekín, Masato Kitera, su disposición a integrarse como miembro del AIIB a partir del próximo mes de junio. En la avalancha de solicitudes de ingreso solo se ha rechazado una petición: la de Corea del Norte ante la negativa de este país a proporcionar sus datos económicos.

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