Unos pocos han aplaudido el atrevimiento de Netflix, pero el anuncio ha provocado indignación entre el colectivo colombiano residente en Madrid. Lo que comenzara como una petición en Change.org ha llegado hasta el gobierno de Colombia.
En una rueda de prensa en la embajada colombiana en Madrid, la canciller colombiana María Ángela Holguín, pidió a Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, la retirada del anuncio. “El esfuerzo que ha hecho Colombia de pasar esa página del Cartel de Medellín, de la droga, es algo que hemos superado y la visión que tiene el mundo de Colombia ahora es distinta” afirmó.
Pese a ello, las inquietudes persisten, en parte por la aclamada serie de Netflix. Y si añadimos este tipo de publicidad, “produce un gran daño al país” expuso la canciller. Comparte su visión la ministra de Cultura de Colombia, Mariana Garcés, quien se puso en contacto con la multinacional de streaming – tecnología que se utiliza para optimizar la descarga y reproducción de archivos de audio y vídeo con cierto peso- para solicitar la retirada de la citada publicidad.
En la petición pública, el colectivo ofendido se acoge a la Ley General de Publicidadrecordando el siguiente fragmento: “se prohíbe la emisión de mensajes y la utilización de medios publicitarios que atenten contra la dignidad de las personas y los valores constitucionales o que promuevan el consumo de determinadas sustancias adictivas…”.
Al mismo tiempo, señala el escrito que el cartel colocado en el centro de Madrid “atenta contra la dignidad de todos y estigmatiza al colectivo de colombianos residentes en Madrid que se esfuerzan por dejar atrás la historia de horror y sangre que protagonizó este nefasto personaje”. Una figura que, por si fuera poco, es el “narcotraficante más sanguinario de Colombia” aseveran.
Clemente Ferrer