La idea del presidente Pedro Sánchez según fuentes del PSOE es impulsar las principales iniciativas aprobadas o que se aprueben como consecuencia de esta comisión de reconstrucción tras el COVID a través de los Presupuestos. Pero tanto el PNV como ERC y otros aliados de la investidura del Gobierno de coalición han reiterado en los últimos días mensajes contrarios a los acuerdos con Ciudadanos, que además ha declarado que si el PSOE quiere su apoyo tendrán que negociarlo, aún cuando de momento Ciudadanos ha respaldado los bloques sanitario, europeo y de la reactivación económica, por lo que solo se ha distanciado del PSOE y Podempos en el social. Así las cosas, el consenso en España es aún más difícil del entendimiento alcanzado entre los 28 países de la UE, si bien los 140.000 millones del Fondo de Recuperación anunciados el martes tras el Consejo de Ministros para modernizar la economía y paliar crisis COVID darán mucho margen de negociación principalmente con los grupos nacionalistas y regionalistas díscolos.
Tras la falta de consenso para reeditar los Pactos de La Moncloa, el Congreso solo aprobó así este miércoles dos de los cuatro planes que continen casi 300 medidas muy generalistas para reactivar la economía española de al menos el 15% del PIB que se estima se perderá por la pandemia. El error de una diputada de Podemos que pidió votar telemáticamente pero luego lo hizo desde el escaño obligará a repetir una votación, en cualquier caso muy ajustada para las medidas económicas. Estas contaron con el voto contrario de dos diputados socialistas, por lo que al final hubo un empate a 168 votos, pese al voto nulo de la de Podemos. El Ejecutivo dicho que ese error podría corregirse en el próximo pleno del Congreso de los Diputados la próxima semana, con lo que aspira a salvar las medidas económicas si finalmente consigue apoyos suficientes.
Más dificil está el panorama en el paquete de las sociales, por las expectativas electorales que aún parecen alentar a la oposición si no logra sacar adelanbte los Presupuestos, ya que el Gobierno lleva dos años con los presupuestos prorrogados del PP a los que Sánchez repetçia que "no es no". El Parlamento rechazó el documento de política social ante la falta de acuerdo respecto a la educación concertada, que al final respaldó ERC pero no el PP, así como por la negativa del PSOE a aceptar una enmienda de Bildu sobre pensiones. La falta de ayudas a la enseñanza concertada provocó el rechazo de PP, Vox y Cs, en tanto los nacionalistas criticaron que el paquete social invade competencias autonómicas.
El consenso para los planes sociales parece haber quedado definitivamente atrás, según cualificados observadores. Dicen al respecto que la participación de Vox en esta votación, a pesar de haberse inhibido de los trabajos y de no haber presentado documentos en ninguna materia, determinó el rechazo a este cuarto bloque del Plan de Reconstrucción, que deja en el camino medidas específicas para los más vulnerables.
Todo apuntaba mal desde hace semanas por el capítulo de educación. El texto preveía una dotación de 2.000 millones para reforzar la enseñanza pública, lo que motivó que PP y Cs exigieran que ese dinero fuera también para la concertada. El grupo de Inés Arrimadas, que apoyó al Ejecutivo en el resto de planes, rechazó las medidas sociales ante la falta de claridad en ese asunto. El PSOE intentó transaccionar incluyendo una fórmula que reparte el dinero entre todos los centros, concertados o públicos, para alumnos de especial vulnerabilidad.
Con ese rechazo decaen muchas medidas necesarias: todas las dirigidas a la dependencia, a las residencias de mayores (a las que se vinculaba con centros de salud y hospitales y se instaba a su medicalización) las nuevas restricciones para los desahucios, los fondos para rehabilitación de viviendas, las ayudas al desarrollo rural y a la atención a los inmigrantes, entre otros muchos asuntos. PP y Cs nunca se apearon de sus exigencias para la concertada, según EL PAIS. Y Vox se felicitó por haber propiciado tumbar el plan de reconstrucción social: “Ha ganado la libertad”, escribió en redes sociales el portavoz Iván Espinosa de los Monteros. A pesar de todo, las conclusiones de la comisión son meras recomendaciones: el Gobierno puede tenerlas en cuenta para el diseño de planes y proyectos para la reactivación de la economía española en los próximos presupuestos. Pero puede también activar las mismas medidas por otros canales. El objetivo de la comisión era generar un consenso que, tras la sesión de este miércoles, queda deslucido.
PSOE y Unidas Podemos intentaron al empezar la pandemia reeditar los Pactos de La Moncloa, aunque PP recondujo las negociaciones con escepticismo ya inicial al Congreso de Diputados, donde una comisión trabajo desde el 7 de mayo hasta este miércoles bajó la persiana con la votación en el pleno del Congreso.
Sin incluir reforma laboral
Las diferencias ideológicas y políticas fueron la tónica en el bloque económico. En este capítulo las diferencias venían tanto por la izquierda como por la derecha: Cs se decantó por el sí, y eso hizo alejarse del voto afirmativo a otros partidos. Las medidas económicas salieron inicialmente adelante por un solo voto, pero el citado error de un diputado dejó un empate definitivo, que obligará a repetir la votación. Bildu intentó —en vano— incluir en el texto la derogación completa de la reforma laboral. La actitud del PNV fue también de un cierto distanciamiento: su portavoz, Aitor Esteban, dejó claras muestras de que la negociación presupuestaria no va a ser nada fácil.En materia de impuestos, las conclusiones hablan de una “reforma fiscal” difusa, a la espera de los presupuestos.
El presidente del PP preguntó para la sesión de control cómo ve el jefe del Ejecutivo la situación de los españoles y reservó sus valoraciones para entonces. El presidente del Gobierno atacó a Casado y al PP por su comportamiento durante estos días. Tras elogiar la actitud de “resistencia, disciplina social y moral de victoria” de los españoles y de su mayoría parlamentaria de apoyado durante la peor crisis sufrida en 100, resaltó que, mientras negociaba “extenuantemente” en Bruselas con un “resultado extraordinario”, el PP y Casado tuvieron “una aportación inexistente a ese logro colectivo”.