jueves,18 agosto 2022
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Intentan mantener el doble fin comercial y de servicio público a toda la sociedad pese a los oligopolios de difusión científica

El CSIC, premio 2021 a la promoción de las editoriales universitarias, en busca de su doble naturaleza

El Premio Nacional a la Promoción de la Edición Universitaria 2021 ha sido concedido al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a una docena de obras reconocidas como las mejores que han publicado las universidades y centros de investigación españoles durante 2020. En el acto se replanteó la búsqueda de equilibrio en la doble naturaleza de las editoriales universitarias, comercial pero también primordialmente de beneficio de toda la sociedad, aunque sin mencionar posibles conflictos de interés entre el apoyo del CISC y los rectores CRUE a los oligopolios de la difusión científica mediante los acuerdos transformativos.

Estos premios fueron dados a conocer durante la reunión anual del centenar de editoriales universitarias españolas, preocupadas por el acceso a libros académicos y científicos tras la Covid. El acto tuvo lugar el jueves en la Universitat de València, que celebra el centenario de su servicio de publicaciones.

La decisión de entregar el Premio Nacional a la Promoción de la Edición Universitaria 2021 al CSIC se atribuyó al «soporte otorgado a lo largo del tiempo a las actividades comunes de la asociación en la Librería de Duque de Medinaceli, así como por la acogida en sus instalaciones de las sucesivas celebraciones de las jornadas digitales y del equipo de la Secretaría Técnica de la UNE (Unión de Editoriales Universitarias)».

En años anteriores el premio fue concedido a Manuel Gil, director de la Feria del Libro de Madrid (2020); Manuel Tuero, director del BOE (2019); Manuel Rodríguez Rivero, crítico cultural (2018); Blanca Berasátegui, directora de El Cultural (2011); Ángel Gabilondo, ex ministro de Educación (2010);  Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (2002); Juan Francisco González, director de Gráfica Nueva de Occidente de Méjico (2001); Josep María Riera, presidente de la AEUE durante cuatro años y editor (2000); Luis Alberto de Cuenca, ex director de la Biblioteca Nacional (1999); y Jesús Ayuso, propietario de la Librería Fuentetaja (1998).

La docena de obras premiadas en el mismo acto y la justificación del jurado en cada caso ha sido la siguiente:

Infierno. Divina comedia de Dante Alighieri. (Universidad Francisco de Vitoria). Mejor obra editada. Por ser una obra que reactualiza visualmente el clásico de Dante en el año de su 700.º aniversario.

Concepción Arenal. Pasado y Presente. Bicentenario de su nacimiento (1820-2020) (Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado y Real Academia de Ciencias Morales y Políticas). Mejor monografía en Arte y Humanidades. Por la recuperación de textos en una edición muy cuidada y con una introducción de calidad, pero sobre todo por ser una reivindicación intelectual de esta autora.

El Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid (1968-1973): ciencia, arte y creación computacional (Universidad Complutense de Madrid). Mejor monografía en Ciencias, Ingeniería y Arquitectura. Por ser un acercamiento a una vertiente artística desarrollada en los años finales del franquismo combinando matemática y arte conceptual.

RESET: Reflexiones antropológicas sobre la pandemia de COVID-19  (Universitat Rovira i Virgili). Mejor monografía en Ciencias de la Salud. Porque refleja la implicación de la universidad en la lucha contra la pandemia, no solo en su dimensión científica sino en su vertiente humanitaria.

Mujeres de vanguardia en Bilbao (1800-1936) (Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea). Mejor monografía en Ciencias Jurídicas y Sociales. Por la reivindicación a lo largo del tiempo del papel social de las mujeres sacándolas de la sombra, en este caso en el ámbito de la ciudad de Bilbao.

Otelo en España. La versión neoclásica y las obras relacionadas (Universidad de Murcia y Universidad Complutense de Madrid). Mejor traducción. Por ser una obra de gran calidad, no solo en la traducción, sino en el cotejo y estudio de las diferentes versiones de la misma, realizado por un traductor de referencia especializado en la obra de Shakesperare.

Prehistoria de la Península Ibérica (Universidad de Salamanca). Mejor obra didáctica. Por ser una valiosa aportación a un período fascinante cuyos conocimientos están en continuo cambio, y especialmente por ser aplicados al territorio de la Península ibérica.

COVID-19: Derecho Europeo y Estatal (Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado). Mejor edición digital y multimedia. Por ser una obra pegada a la actualidad y por la dimensión práctica que aporta como instrumento para hacer frente a la pandemia.

Estudios de Cine  (Universidad de Córdoba). Mejor colección. Por su voluntad de ir un poco más allá y ofrecer una mirada distinta sobre los contenidos habituales de cinematografía en una colección muy consolidada.

Max Aub / Buñuel. Todas las conversaciones (Universidad de Zaragoza y UOC). Mejor coedición interuniversitaria. Por ser un libro mítico que recupera de manera definitiva las conversaciones de Buñuel con Max Aub y a través de ellas el mundo del director calandino.

Obra Completa de Manuel Chaves Nogales (Diputación Provincial de Sevilla y Libros del Asteroide). Mejor coedición con una editorial privada. Por ser una gran obra que recupera de manera conjunta el trabajo de un representante de la Tercera España, testigo de un siglo atroz, que pagó un precio muy caro por su defensa de libertad.

La mirada neandertal. Orígenes del arte visual (Universitat de València). Mejor obra de divulgación científica. Por el interés de una propuesta que combina la atención a la prehistoria con la puesta en valor del arte primitivo.

El jurado de esta edición ha estado integrado por Laura Revuelta, Redactora Jefe de ABC Cultural; Nuria Azancot, Redactora Jefe de El Cultural de El Mundo; Iker Seisdedos, Redactor Jefe de Cultura y Babelia de El País; Pampa García Molina, Coordinadora y Redactora Jefa del Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC); y Juan Carlos Méndez Guédez, responsable de Literatura en la Dirección de Cultura del Instituto Cervantes.

En busca de la DOBLE naturaleza de las editoriales universitarias dentro del mundo post Covid

En el evento se replanteó sin conclusiones al respecto la doble naturaleza comercial y pública de las editoriales universitarias, también sin análisis ni información del alcance del apoyo de los rectores de la CRUE y del CISC destinatario de este premio UNE a los llamados acuerdos transformativos con los grandes oligopolios privados de difusión científica Todo ello cuando la línea de Ibercampus y expertos como Isidro Aguillo abogan por una Ciencia Abierta (Open Science) construida sobre infraestructuras públicas que no dependan de terceros comerciales como hasta ahora.

«La naturaleza doble de las editoriales universitarias, comercial pero también, primordialmente, institucional, de servicio público para el beneficio de toda la sociedad, las convierte en un actor único en el mundo cultural y científico, en entes que dirigen la creación y la transmisión del saber», afirmó la rectora de la Universitat de València, Maria Vicenta Mestre Escrivà, en la rueda de prensa donde presentó los actos de la XL Asamblea General de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas de los días 18 y 19 de noviembre. Como ejemplo, destacó el siglo de trabajo «al servicio del conocimiento, de la divulgación, de la difusión del saber y del debate público», de Publicaciones de la Universitat de València (PUV), «una función difícilmente asumible por editoriales ordinarias», ha subrayado.

Por su parte, Ana Isabel González, presidenta de la UNE, coincidió con la rectora de la UV en el papel de las editoriales universitarias: «Son un actor principal en la difusión del conocimiento de nuestro país, especialmente en las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades y en la cada vez mayor exigente tercera misión de la universidad». Subrayó además el volumen de títulos que anualmente editan, que las convierte también en un actor principal dentro de la edición académica de nuestro país,  y el tipo de obras que publican, muchas de las cuales, sin su apoyo, no verían la luz. «Todo ello, garantizando además los estándares de calidad no solamente formales sino también científicos de las obras que se publican, como han demostrado en las sucesivas evaluaciones del sello de calidad en edición académica». «Gracias a este sello hoy ya no se puede decir que las editoriales universitarias publican sin control y sin garantías. Al contrario, han demostrado aplicar los controles reconocidos en el mundo académico, incluso con criterios más transparentes que otros agentes del sector», ha enfatizado.

Según González, las editoriales universitarias están preparadas para afrontar el momento que vive la universidad en cuanto a responsabilidad social, conexión con la sociedad, divulgación científica y accesibilidad el conocimiento generado en el entorno académico porque «pueden cambiar los medios o los canales de comunicación, pero el contenido deberá igualmente ser validado. Y en esa tarea, las editoriales ya tienen una experiencia acumulada que debe ser valorada y aprovechada», ha afirmado.

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