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Bruselas investiga si Google favorece su servicio de empleo

El Gobierno planea una tasa digital ´a la francesa´ tras el pacto Macron-Trump

Redacción / actualizada en sus enlaces el 28 de agosto 2020
El acuerdo entre Francia y EEUU, pactado durante la reciente reunión del G-7 en Biarritz, para enterrar el hacha de guerra a cuenta del impuesto a los servicios digitales, es decir, la tasa Google, ha hecho que al Gobierno en funciones de Pedro Sánchez se le dibuje un sonrisa, según las opiniones de medios como EXPANSIÓN, EL ECONOMISTA, EL PAÍS y otros. Estos publican también la noticia de que Bruselas investiga si Google favorece su servicio de empleo.

Fuentes gubernamentales lo valoran como una muy buena noticia, ya que sienta un precedente que permitirá que el tributo se extienda al resto de los países sin temor a las contramedidas de Donald Trump. Por ello, se plantean darle una vuelta a la tasa Google patria, para hacerla todavía más parecida a la fórmula gala y aplacar así las protestas que por los canales diplomáticos la Casa Blanca ya había hecho llegar a Moncloa este verano.

El Gobierno se plantea esta estrategia tras el anuncio de Emmanuel Macron y Donald Trump de que finalmente EEUU no impondrá nuevos aranceles a Francia por su impuesto digital, tras el compromiso del Elíseo de que si se aprueba una tasa Google a escala internacional –tal y como tiene planeado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)– y con un impacto económico inferior, se devolverá a las empresas gravadas –en su mayoría gigantes de origen estadounidense como Facebook, Google o Apple– todo lo recaudado retroactivamente hasta el año de su puesta en marcha: 2019.

Bajo esta premisa, el Gobierno rediseñaría ligeramente su impuesto, manteniendo la tasa por operaciones en servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario en el 3 por ciento –que es lo que indica el impuesto galo y es lo que estaba previsto– o por debajo de esta cifra, siempre con el mismo compromiso que ya ha exhibido Francia de adaptar el tributo a lo que se pueda acabar aprobando a escala internacional. Así, el impuesto digital patrio se aprovecharía también de la excepción francesa.

Premisas previas

En cualquier caso, solo serían necesarios retoques puesto que el impuesto español ya estaba planteado bajo estas premisas. Así lo indicó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en julio, que explicó que España rediseñaría su tributo si salía adelante alguna propuesta internacional.

Todo ello al mismo tiempo que el presidente de EEUU, Donald Trump, utilizaba los canales diplomáticos para presionar a Moncloa y que desistiera de su intención de activar el tributo, tal y como pudo contrastar elEconomista.

Sin embargo, el pescado no está del todo vendido. Voces expertas en acuerdos comerciales como el pactado entre Francia y Estados Unidos llaman a la cautela. Alertan de que hasta que no se conozca su redacción y contenido no se puede dar nada por sentado.

En este sentido, hacen énfasis en el aspecto que atañe a la devolución retroactiva del impuesto a la que se compromete París, sobre todo dado que el año que se pone como plazo para que entre en marcha la tasa a nivel internacional es 2020. Dudan de que Francia estuviese dispuesta a devolver los niveles de recaudación que se estarían barajando, aunque tampoco lo descartan. “Cosas más difíciles se han visto”, admiten. También son muy escépticas respecto a que precisamente, se pueda llegar a un pacto internacional para homogeneizar la tasa Google.

Apuesta principal

Aunque el Gobierno español asegura que se encontrará entre los primeros promotores de un acuerdo global si existe posibilidad para ello, el Ejecutivo no esperará a dicho pacto para poner en marcha su propio impuesto a las grandes multinacionales de Internet. La tasa a los Servicios Digitales es una de las principales apuestas de los socialistas dentro de su estrategia para adaptar la fiscalidad española al siglo XXI y a los entornos digitales, encontrándose en el foco de esta iniciativa también las grandes empresas de la economía colaborativa tales como Airbnb y Uber.

De hecho, la tasa Google –que impactaría en empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones e ingresos en España superiores a 3 millones– está incluida en la última revisión del Programa de Estabilidad que el Ministerio de Economía y Empresa envió a la Comisión Europea, en julio, así como en los programas electorales del PSOE y en el documento programático que los socialistas han difundido de cara a la primera intento de investidura –fallida– de Pedro Sánchez. Con ella, los socialistas esperan recaudar unos 1.200 millones de euros, una cifra que según entes evaluadores como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estaría sobredimensionada.

Sin embargo, cabe recordar que, a día de hoy, el impuesto digital ni siquiera ha comenzado a recorrer el camino legislativo. Lo hizo a finales del último mandato socialista, pero el rechazo del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019 y la celebración de las elecciones generales anticipadas del 28 de abril han provocado que el correspondiente proyecto de ley tenga que volver a la casilla de salida.

Esto significa que, en caso de que se forme Gobierno, el nuevo impuesto tardaría al menos seis meses en tramitarse tras entrar en el Congreso de los Diputados. Es decir, que la tasa no entraría en vigor hasta bien entrado 2020.

Este es solo uno de los frentes que maneja el potencial Gobierno socialista para recaudar fondos de las arcas de las grandes tecnológicas. Pero hay más.

Financiación de RTVE

Tanto España como Francia ya han puesto sobre la mesa la posibilidad de imponer una tasa a estos gigantes del entretenimiento para que cofinancien la televisión pública (Radiotelevisión Española, en el caso español), igual que lo hacen las empresas de telecomunicaciones y las cadenas privadas.Se trata de un campo que quedó habilitado con la aprobación de la Directiva Europea de Servicios de Medios Audiovisuales.Dicha legislación deja la puerta abierta al Ejecutivo para exigir el pago de la tasa de RTVE a compañías como Netflix, HBO, Amazon Video, DAZN, así como Facebook o Youtube, entre otros gigantes audiovisuales.

Según la Directiva –que el Ejecutivo deberá haber traspuesto antes de julio de 2020–, los prestadores de plataformas de intercambio de vídeos estarán sometidos a las mismas imposiciones que los operadores tradicionales.

Google, Apple, Facebook y Amazon pagan solo 24,5 millones a Hacienda

Google, Apple, Facebook y Amazon mantienen inalterable la estructura de negocio en Europa que les permite concentrar sus ingresos en un solo país con una suave tributación, como Irlanda o Luxemburgo, y apenas pagar impuestos en los mercados en los que operan. Una situación que puede tener los días contados puesto que los gobiernos de la UE y EEUU ya se están coordinando para aprobar una tasa que les obligue a pagar más.

Por ejemplo, en España, las cuatro grandes tecnológicas pagaron a Hacienda en 2017 unos 24,5 millones por el impuesto de sociedades, una cifra un 8 por ciento inferior a la de 2016 y que no refleja el negocio real de las firmas en nuestro país. El monto agregado baja porque Apple ha abonado menos a la Agencia Tributaria que en 2016, cuando pagó 8,4 millones extra.

Y es que, los gigantes tecnológicos tienen en España filiales que se limitan a prestar servicios de marketing o asesoría, como en el caso de Google, Facebook y Apple, o a ejercer de intermediarios en la venta de productos, como también sucede con la inventora del iPhone, mientras que concentran todos sus ingresos en una firma europea. Un modelo de negocio que también han imitado plataformas como Netflix, que presta sus servicios a través de Holanda donde concentra una facturación de más de 3.000 millones. Habitualmente, detrás de las sociedades holding existen estructuras en paraísos fiscales, territorios con escasa o nula tributación, a los terminan desviando los ingresos de toda Europa para rebajar aun más la factura fiscal.

Por ejemplo, Google Spain registró en 2017 unos ingresos de 96,1 millones y un beneficio después de impuestos de 15,9 millones. Según refleja en sus cuentas, el 98 por ciento de la facturación proviene directamente de Google Ireland Limited, el holding con el que tiene firmado un contrato de prestación de servicios de marketing y soporte. El resto (1,9 millones) viene de la matriz norteamericana Google LLC por los servicios de investigación. Así, el buscador concentra su facturación en Irlanda pese a que solo en nuestro país genera unos 1.000 millones de euros en ingresos por publicidad al año.

Así, según los datos que maneja IAB Spain, la publicidad digital movió en España 1.526 millones, de los que el 50 por ciento fueron para búsquedas pagadas, un mercado que Google monopoliza. También genera ingresos por display y vídeo. La filial española, que no ha presentado las cuentas de 2018, pagó 9,9 millones en impuesto sobre beneficios en 2017 y declaró unas ganancias netas de 16 millones.

La red, la que menos paga

En esta línea, Facebook Spain reconoció unos ingresos de 10,2 millones de euros en 2017, un 29 por ciento más que en 2016, de los que el 100 por cien provienen de Facebook Ireland Limited. La red social replica así la estructura de negocio de Google y concentra gran parte de su facturación europea en Irlanda por lo que en nuestro país ha declarado unas pérdidas netas de 960.000 euros y ha pagado por sociedades a Hacienda 267.000 euros, la que menos de todas.

Por su parte, Apple tiene dos formas de operar en España. Por un lado, Apple Marketing Iberia facturó 43 millones en 2018 de los que 34 millones provienen directamente de la irlandesa Apple Distribution International a cambio de prestar servicios de representación. El resto los abona Apple Inc, la matriz de EEUU. La firma suele pagar cada año algo más de cinco millones por sociedades. Por el otro lado, Apple Retail Spain opera 11 tiendas en nuestro país a través de las que vende smartphones, tabletas y ordenadores. En este caso, la filial registra los ingresos por las ventas pero traslada directamente a la filial irlandesa en torno al 74 por ciento de su facturación en concepto de consumo de mercaderías. En 2018 registró una cifra de negocio en España de 394,5 millones, un beneficio de 7,4 millones y unos impuestos de 4,6 millones, la mitad que en 2017. Ese año la compañía tuvo que devolver a Hacienda 4 millones extra y declaró pérdidas de 371.016 euros.

Amazon tiene tres filiales en nuestro país que se encargan de dar servicios a través de la web y controlar los almacenes. Su matriz está en Luxemburgo y en total reconoció una facturación en 2018 de 440 millones, pese a ser uno de los líderes del comercio online en España, y pagó, en total, 4,2 millones por el impuesto de sociedades.

Bruselas investiga si Google favorece su servicio de empleo

Google sigue bajo el escrutinio de la Unión Europea. En esta ocasión, Bruselas tiene en el punto de mira Google for Jobs, ante las sospechas de que la compañía estadounidense pueda estar incurriendo en prácticas contrarias a la libre competencia para favorecer su servicio de búsqueda de empleo respecto a herramientas rivales.

Así lo ha manifestado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, durante una conferencia en Berlín. En su intervención, Vestager mostró su preocupación ante la posibilidad de que Google esté adoptando en el ámbito de las búsquedas de empleo prácticas anticompetitivas similares a las que ha utilizado en otros negocios y por las que ha sido multada en Europa.

Bruselas ha sancionado a Google con 8.257 millones de euros en los últimos dos años por vulnerar la libre competencia con su sistema operativo Android, su comparador Google Shopping y sus prácticas de publicidad. “Estamos analizando en este momento si puede haber sucedido lo mismo con otras partes del negocio de Google, como el negocio de búsqueda de empleo conocido como Google for Jobs”, dijo Vestager.

A principios de agosto, más de una veintena de webs de búsqueda de empleo en Europa instaron a la Comisión Europea a que investigara este servicio.

La comisaria afirmó que existe un “obvio conflicto de interés” en el hecho de que muchos negocios actúen “como jugador y árbitro” al gestionar plataformas digitales que, al mismo tiempo, compiten con otras empresas que dependen de esa plataforma.

Hay una “tentación obvia de ajustar el modo en que trabajan para favorecer a sus propios servicios”, dijo.

Además, Vestager defendió en su intervención la necesidad de una mayor regulación de las prácticas de los gigantes digitales debido a que “compañías como Google y otras” tienen un gran “control sobre el éxito o el fracaso de otras empresas”, aseguró.

Altavoces inteligentes

Por otra parte, la compañía china Baidu ha arrebatado el segundo puesto a Google en el mercado global de altavoces inteligentes, según un estudio publicado por la firma de análisis Canalys. El buscador que hace un año era la compañía que más dispositivos de este tipo vendía en el mundo, por delante de Amazon, ha perdido la mitad de su cuota de mercado hasta situarse en un 16,4% en el segundo trimestre de 2019. “Google necesita urgentemente una renovada cartera de altavoces inteligentes sin pantalla para avivar el interés del consumidor”, explicó en un comunicado Jason Low, analista de Canalys.

Por su parte, Amazon se mantiene en la senda del crecimiento y se posiciona como el principal vendedor de altavoces inteligentes con 6,6 millones de dispositivos vendidos en el segundo trimestre de 2019, lo que supone un crecimiento del 61,1%. La cuota de mercado de la compañía de Jeff Bezos alcanza el 25,4%.

El gran beneficiado de la caída de Google ha sido Baidu. La compañía, que sólo comercializa sus altavoces inteligentes en China, ha conseguido el segundo puesto gracias a las fuertes campañas de márketing llevadas a cabo en China. Baidu vendió 4,5 millones de altavoces entre marzo y junio, un 3.600% más que el año anterior.

Según Canalys, el mercado de los altavoces sigue creciendo y en el segundo trimestre del año aumentó un 55,4%, hasta llegar a 26,1 millones de ventas.

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