El autor de La prueba del cielo, el bestseller más vendido algunos días según el New York Times, recurre ahora para insistir en el impacto de sus vivencias a citar, con ayuda de un nuevo colaborador literario, a sabios de tiempos pasados, a científicos modernos y a historias de gente común. Su objetivo, tal y como lo venden las diversas editoriales de cada país, es mostrar que el cielo es real. El que lo consiga o no depende, como suele ocurrir en temas de literartura y periodismo religioso, político o de otras perspectivas, de las creencias previas de la audiencia. En ese presunto lugar o estado de ánimo parece que no funcionan los móviles.
Cuando el Dr. Eben Alexander contó la historia de su experiencia cercana a la muerte y su viaje al otro lado de la vida (se entiende que del alma, no del cuerpo), muchos lectores se le sumaron públicamente diciendo que algo similar les había sucedido a ellos y que la experiencia resultó profundamente satisfactoria. Gracias a estos lectores, la promoción del libro dice que el Dr. Alexander comprendió que compartir su historia ha permitido a la gente redescubrir lo que muchos ya sabían en la antigüedad: que la vida consiste en algo más que en la vida terrenal. Y en esta segunda entrega recurre a numerosos testimonios ajenos en esa dirección de diferentes autores a lo largo de la historia, la mayoría de ellos por supuesto creyentes.
En El mapa del cielo, el Dr. Alexander y su nuevo coautor, Ptolemy Tompkins, comparten visiones sobre la vida del mas allá vividas por sus lectores y muestran la manera en que estas se sincronizan frecuentemente con las de los lideres espirituales del mundo, así como con las de filósofos y científicos. Intentan poner de manifiesto que hay un gran acuerdo, a lo largo del tiempo y de las experiencias, sobre la travesía del alma y su supervivencia mas allá de la muerte. Ahora el siempre presentado como Dr. Alexander sostiene que el cielo es un lugar genuino.Quizá por entender que profundizar en lo de los estados de ánimo le haría perder lectores. Su declarado objetivo es mostrar cómo hemos olvidado y cómo por fin estamos recordando "lo que en realidad somos y culal es nuestro verdadero destino!".
Para ello, en esta segunda entrega Eben Alexander repasa a su manera lo que han dicho las tradiciones religiosas de todo el mundo y los filósofos sobre la supervivencia del alma después de la muerte. Y llega a la conclusión de que existen grandes similitudes entre todas esas voces del pasado y los relatos de la actualidad. En consecuencia, El mapa del cielo lo que explora realmente, frente a lo equívoco de su título, es la historia espiritual de la humanidad y el nacimiento de la ciencia moderna en el siglo XVII. Todo ello para insistir en revelar cuál es nuestro verdadero destino.
En la obra previa, La prueba del cielo, Eben Alexander y su entonces asistente literario (Manuel Mata Álvarez-Santullano) contaron el viaje del neurocirujano "a la vida después de la vida":
“El 8 de noviembre de 2008 me desperté con un terrible dolor de cabeza que en apenas dos horas desembocó en un derrame cerebral. Caí en un coma profundo, y durante siete días permanecí en ese estado, durante el cual viví una experiencia increíble y fuera de este mundo. El lugar en el que estuve es un sitio maravilloso”.
