jueves,18 agosto 2022
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Sigue la fuga de empresas hacia otros países de la Unión

El Parlamento británico rechaza el acuerdo del Brexit

Redacción
Rechazado este martes en el Parlamento británico el acuerdo para el Brexit entre su Gobierno y la Unión Europea, las opciones que se plantean son diversas, mientras prosigue la fuga de empresas hacia otros países de la Unión Europea: Retirar el Brexit, pedir un aplazamiento de la salida de la UE, un nuevo referéndum, elecciones, un Brexit sin acuerdo, o incluso una renegociación descartada por Bruselas hace un mes cuando Teresa May aplazó el debate parlamentario a la espera de conseguirlo.

La primera ministra no ha conseguido los 318 votos que necesitaba, después de treinta meses de debates, negociaciones, cumbres y declaraciones: 432 parlamentarios han votado en contra del acuerdo y solo 202 lo han defendido, convirtiendo esta votación en la peor derrota de un gobierno desde los años 20, "la peor derrota de un gobierno en la historia moderna de este país", como han repetido los periodistas durante la cobertura de las votaciones. De los 317 parlamentarios conservadores, 118 han votado en contra del documento negociado por su propia líder.

Lo primero será la moción de confianza presentada por el laborista Jeremy Corbyn.  "Así los parlamentarios pueden expresar su visión sobre la incompetencia del Gobierno", ha señalado Corbyn al anunciar la moción. May confía en superar este primer obstáculo y sus  socios de gobierno del Partido Unionista Democrático, aunque han votado en contra del acuerdo, han confirmado que apoyarán a la primera ministra en la moción de censura. Si hoy supera la moción  -el escenario más probable-, May intentará dialogar con el resto de partidos en busca de alternativas a su acuerdo. La 'premier' deberá presentar un plan alternativo antes del próximo martes porque una enmienda presentada la semana pasada por el sector proUnión Europea del Partido Conservador cambió las reglas de juego del Brexit, al obligar al Gobierno a presentar un Plan B en tres días tras el rechazo del pacto.

Si May logra mantenerse en el Gobierno, tendrá tres días laborables para volver al Parlamento con una nueva propuesta. La primera ministra tenía inicialmente 21 días para hacer una declaración sobre sus futuras intenciones y someterla a votación, pero una enmienda aprobada la semana pasada redujo ese periodo en 18 días.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha difundido un comunicado en el que afirma que "por parte de la UE el proceso de ratificación del Acuerdo de Retiro continúa. El acuerdo es un compromiso justo y el mejor posible. Reduce los daños causados por el Brexit para ciudadanos y empresas en toda Europa. Es la única forma de garantizar una retirada ordenada del Reino Unido de la Unión Europea. El riesgo de una retirada desordenada del Reino Unido ha aumentado con el voto de esta noche. Si bien no queremos que esto suceda, la Comisión Europea continuará su trabajo de contingencia para ayudar a garantizar que la UE esté completamente preparada. Insto al Reino Unido a aclarar sus intenciones lo antes posible. El tiempo se acaba". 

"Si no es posible un acuerdo", ha tuiteado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, "y nadie quiere un no acuerdo, ¿quién tendrá el valor de decir cuál es la única solución posible?" En ese sentido se ha expresado la primera ministra: "El Gobierno ha escuchado a la Cámara, sabe lo que no quiere, pero no ha dicho qué es lo que quiere".

Principal obstáculo

El principal obstáculo para la aprobación del acuerdo ha sido la denominada cláusula de 'salvaguarda', que tenía por objeto evitar la creación de una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte. La 'salvaguarda' contemplaba que Reino Unido permaneciese en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también estuviese alineada con ciertas normas del mercado único hasta que Londres y Bruselas presentasen una solución alternativa para la frontera o hasta que estableciesen una nueva relación comercial entre ambas partes. Esta cláusula dificultaba a Reino Unido la salida de la unión aduanera y del mercado único europeos, una de las principales promesas del Brexit.

Si May pierde la confianza, cae el Gobierno y Reino Unido se encaminará a unas elecciones anticipadas que previsiblemente pueda ganar el líder laborista, Jeremy Corbyn. Pero difícilmente con unas elecciones de por medio podría seguir vigente el 29 de marzo como fecha de salida.

Theresa May quiere mantener esa fecha porque el 26 de mayo hay elecciones europeas y están convocadas sin Reino Unido y con un reparto de escaños que excluye a Reino Unido y, como ha dicho este martes en Estrasburgo el líder del PPE en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, "no tiene sentido que diputados electos de un país que se está yendo de la UE puedan condicionar el futuro próximo de la UE".En relación con el Parlamento Europeo, además del 26 de mayo, fecha de las elecciones y que el PPE pone como fecha tope para retrasar la retirada desde el 29 de marzo, realmente se encontrará de forma inoperante hasta la toma de posesión de los nuevos eurodiputados: el 1 de julio.

 

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