Casi la mitad de ese dinero, según un reportaje publicado hoy por el diario EL MUNDO, procedía de los negocios de BBVA en España y Portugal, es decir, un 47%, atendiendo a sus informes anuales. El año pasado, esa cifra fue negativa. La entidad perdió 671 millones, descontados los 1.254 negativos que generó su negocio inmobiliario. Una situación similar registró el Santander. España llegó a representar el 30% del negocio del grupo hace siete años cuando el banco que preside Emilio Botín se anotó un beneficio de 9.060 millones.
En la actualidad, esa contribución española representa menos de la mitad que al comienzo de la crisis. En 2013, el Santander apenas ganó 100 millones en España, descontados los 635 perdidos en su negocio inmobiliario y sumando el beneficio que le dio Santander Consumer Finance. En lo que va de año, el banco logró recuperarse y sumar 300 millones a sus cuentas semestrales.
Tomando como referencia los últimos siete ejercicios anuales, el Santander vio como su beneficio total disminuía un 51% en ese periodo, mientras que el BBVA se anotó una caída de sus resultados superior al 63%. Durante este periodo de crisis, ambas entidades tuvieron que reducir costes para equilibrar sus cuentas.
El Santander disminuyó su plantilla española, reestructuró oficinas y redujo la red en España en un 25,4%, quedándose sólo con 3.609 sucursales a cierre del pasado mes de junio. Por su parte, el BBVA redujo en un 3,3% el número de empleados en España, su red de oficinas disminuyó un 12,7%, quedándose con 3.137 sucursales en 2014. Sin embargo, los últimos resultados trimestrales de ambas entidades revelaron que la curva empezó a virar.
En poco menos de seis meses, BBVA consiguió que su negocio nacional volviese a contribuir de manera positiva al beneficio del grupo y el Santander llegó casi a duplicar la aportación de su división española en relación a un año antes: de representar un 7% del beneficio atribuido al grupo en 2013 a aportar un 13%.
La universidad, la apuesta del Banco Santander
La educación superior es uno de los ámbitos donde el Santander hace especial hincapié y lo hace a través de la división Santander Universidades, que en 2013 gestionó un presupuesto de 142 millones de euros para el apoyo de la enseñanza superior, concedió 22.422 becas y ayudas y firmó 4.460 proyectos de colaboración con universidades de todo el mundo.
"La apuesta por la universidad y por la educación superior es la seña de identidad de la Responsabilidad Social Corporativa de Banco Santander a la hora de colaborar y apoyar a las comunidades en las que estamos presentes", afirma Federico Gómez Sánchez, director del Área de Sotenibilidad del Banco Santander, quien añade que "el banco cree que la apuesta por la educación superior es la mejor forma de ayudar al progreso de las comunidades puesto que tiene un impacto positivo en la sociedad y, a la vez, nos ayuda a conocer mejor el entorno socioeconómico de los diferentes países en los que operamos". Se trata, además, "de una forma de dar a conocer la marca y de estar más integrados en las sociedades donde el banco desarrolla su negocio".
A nivel español, Santander Universidades cuenta con un programa muy potente de Becas Pyme, que ofrecen a los recién licenciados la posibilidad de hacer prácticas en empresas. En las cuatro ediciones de este programa, el Santander ha ofertado un total de 17.500 becas, "unas becas que tienen muy buena acogida tanto por empresas como por estudiantes y a través de las que el 40% de los estudiantes que las reciben finalmente se quedan a trabajar en la empresa", concluye el director de Sostenibilidad del banco.
