La decisión del Gobierno de Madrid (cerrar la clínica tras las "deficiencias registradas en una inspección") plantea "un desalojo precipitado de los 85 pacientes -que rechazan ser trasladados- y pone en serio peligro el empleo de más de 75 trabajadores", según la propia clínica psiquiátrica privada, que ha criticado también la medida de cierre "sin tener en cuenta lo acordado", que pasaba por que un grupo inversor "muy solvente" iba a adquirir las instalaciones y acometer las reformas estructurales que necesita. También los pacientes pidieron la pasada semana que no se cierre el sanatorio.
El centro ha explicado que se sometió hace un tiempo a una inspección por parte de la Comunidad de Madrid. En ella se pudo observar que se trata de un edificio "antiguo y que cuenta con deficiencias estructurales". Tras ello, ha pedido al nuevo consejero de Sanidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, que considere la propuesta de inversión de "un importante grupo hospitalario", que permitirá la remodelación de este psiquiátrico. Se trata del grupo Hestia Alliance, que gestiona hospitales y residencias en Cataluña, Galicia y Baleares,
Los trabajadores destacan que el mayor activo que tiene la empresa es su plantilla, compuesta por profesionales de acreditada experiencia y formación y que siempre han desempeñado sus puestos de trabajo con dedicación y cercanía.
"Queremos destacar que la estancia de la mayoría de los pacientes que residen en el centro es de varios años, y que existe una GRAN vinculación con su equipo médico. Por tanto, un cambio en el entorno sanitario, anticipa una desestabilización clínica y pérdida de sus referentes", señala también el comité de empresa.
Por último, los trabajadores transmiten su apoyo a familiares y pacientes y su agradecimiento por las muestras de solidaridad pública recibida, tanto a nivel particular como a través de la plataforma de pacientes contra el cierre del centro.
