De esta forma, pone en entredicho que los datos de Eurostat sean fiables. Aclaran que la organización europea utiliza dos medidas para calcular el paro juvenil: una que hace referencia a todos los jóvenes de esas edades, que da como resultado el 22% al que hace referencia El Cano, y la otra, sobre los jóvenes que forman parte de la población activa, es decir, los que buscan trabajo y lo tiene. Es por ello, que haciendo referencia a esta última, los datos dan el 50%.
Sin embargo, explican que no tienen mucho sentido aplicar esta última medida para calcular el paro juvenil, ya que la misión de los jóvenes de entre 16 y 24 años es formarse y terminar sus estudios. No ocurre los mismo entre los adultos, ya que se espera que todos busquen trabajo hasta la jubilación.
Que Eurostat difunda el segundo cálculo es, para el Real Instituto, una forma de crear la "nueva leyenda negra de fracaso español. Aseguran que la difusión de una información "alarmista, parcial y sesgada" sobre el paro juvenil repercute de forma negativa a la imagen de España entre la comunidad internacional, pero además crea un ambiente depresivo internamente. Por otro lado, en Europa, se daría prioridad a políticas de empleo dirigidas a este grupo, mientras que en realidad, dice, "la situación de desempleo es más preocupante en los grupos de edad posterior, entre los 25 y los 34 años, cuando los jóvenes han acabado su formación e inician el período en el que encuentran grandes dificultades para formar una familia propia", afirma.