Investigaciones recientes han demostrado que la Agricultura apareció y se practicó no sólo a orillas de los ríos Nilo, Tigris y Eufrates, sino en otras muchas partes del mundo (Asia y América, principalmente), debido a que los cultivos sólo son posibles en determinadas condiciones climáticas y se realizaron gracias a un aumento global de la temperatura terrestre media de entre 5 y 6 grados constantes, debidos a una modificación del ángulo sobre el que gira la Tierra alrededor del Sol poniendo fin a la gran glaciación del Planeta.
Sin embargo, los textos escolares omiten que, tanto o más importante que la Revolución Agrícola, lo fue la Revolución ganadera, pues permitió el abandono paulatino de la caza asociada al nomadismo y a la recolección aleatoria de vegetales silvestres.
Cinco animales – y de forma progresiva- fueron incorporándose a la cabaña comestible de la Humanidad, y por este orden: ovejas, cabras, corderos, vacas y ganado vacuno y finalmente el caballo y los bueyes como animales de carga y facilitadores del movimiento a "larga distancia".
Por paradójico que parezca esta forma de producción económica – la del Neolítico – sobrevivió sin grandes cambios en el mundo occidental hasta finales del S. XVII, cuando en Inglaterra se descubrió casualmente la forma mecánica – y no manual- de hilar y tejer la tela, alumbrando de este modo la Segunda Revolución Económica del mundo occidental: la Revolucion Industrial.
Esta última contribuyó a revolucionar – progresivamente- la producción agricola, mediante el drenaje de terrenos. mecanización de las b tareas agrícolas, rotación de terrenos, abonos, herbicidas, modificaciones genéticas de las semillas, regadíos, construcción de invernaderos, técnicas de almacenamiento y envasado etc.
A pesar del crecimiento de la población, la teoría maltusiana de la creciente insuficiencia de recursos alimenticios para atenderlo ha sido desmentida por los hechos. A diario se tiran millones de toneladas de alimentos vegetales y animales que acreditan el derroche. la irresponsabilidad y el despilfarro al tiempo que se constata la existencia de millones de niños y personas malnutridos que provocan su muerte prematura.
Falta actuar a nivel nacional y global sobre los factores organizativos de la Comunidad Internacional que permita una más justa distribución y financiación de los recursos alimentarios de forma y modo que nadie pierda la vida por causa de alimentos que sobran y se maltiran.
De no hacerlo pronto veremos sus consecuencias:masivos movimientos migratorios, epidemias globales, enfermedades nunca vistas, justas revoluciones populares, constante inestabilidad política, guerras de impredecibles consecuencias y, en definitiva, el alejamiento definitivo de la Paz mundial.