Antes de ese desbloque, el colegio de comisarios, en el que se encuentra el popular Miguel Arias Cañete, dió el visto bueno al documento. Lo recordó luego el Gobierno, cuyo presidente, Pedro Sánchez, vendió el acuerdo sobre Gibraltar que posibilitó el levantamiento del veto al Brexit como el inicio de la solución a un conflicto que pervive desde hace 300 años, el embajador británico en España, Simon Manley, declaró horas después a Onda Cero, según La Vanguardia, que "Gibraltar siempre será británico y los acuerdos con la UE le incluirán", por lo que "no vamos a entrar en negociación” sobre la soberanía y tampoco mostró disposición a hablar de cosoberanía. “Nuestra respuesta es la misma”, reiteró.
Al igual que en España la oposición, algunos medios, como el diario.es, aseguran que "Londres y Bruselas ningunean a España y no mencionan a Gibraltar en la declaración política sobre la relación futura entre la UE y Reino". A ello el ministro español de Asuntos Exteriores, Jospeo Borrell, acusó a Pablo Casado y Albert Rivera de no aportar "ningún argumento consistente" y de repetir clichés, replicando en La Ser con muestras de satisfacción que España ha acordado que las negociaciones se realizarán entre la Union Europea y el Reino Unido, pero ambos se han comprometido gracias a respetar la posición española de que todo deberá contar con el apoyo de España.
"Reino Unido pierde una cierta capacidad soberana. Ya no es libre para negociar con la UE sobre Gibraltar", subrayó. la futura negociación "está condicionada" a que España tiene "que dar su acuerdo". "Eso está en una declaración que por primera vez hace el Consejo Europeo a los 27, más la Comisión", ha explicado. "Entre los dos documentos no queda ninguna duda, Gibraltar no es objeto de negociaciones con la UE como si fuera parte de Reino Unido", ha zanjado.
El asunto es que los 27 jefes de Gobierno de los Estados miembros de la UE dieron en su cumbre del domingo el visto bueno al acuerdo de retirada de Reino Unido y a la declaración política sobre la relación futura entre Londres y la UE. El acuerdo debe pasar por la tramitación parlamentaria en Londres y en la Eurocámara antes de la salida efectiva de Reino Unido, fijada para el 29 de marzo de 2019. Una medida tras la que acreditados analistas económicos como Carlos Sánchez ven "un golpe brutal a la globalización", sobre todo por la posibilidad de que Reino Unido cree el mayor “paraíso jurisdiccional” con Gibraltar en su mano: La justicia UE perderá poder sobre las leyes británicas. Las empresas españolas y de los otros 26 “deberán” y se someterán gustosas a una jurisdicción proclive a proteger la producción británica.
Al dar a conocer el acuerdo, el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, advirtió de que cualquier extensión del periodo de transición deberá contar con el visto bueno del Parlamento. Mientras, la primera ministra británica, Theresa May, instó a los ciudadanos británicos a respaldar el Brexit, augurando un futuro brillante tanto para su país como para la UE, los líderes comunitarios coincidieron en calificar la jornada como "triste y aciaga" para la construcción europea, aunque consideraron el pacto como "el mejor posible". "Es un día triste, una tragedia", resumió el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que invitó a los diputados británicos a aprobar el texto acordado y cerró la puerta a su futura modificación. El mandatario europeo también se refirió al contencioso de España sobre Gibraltar, que amenazó con bloquear la cumbre. "He hablado con el presidente y el Rey, y el acuerdo que hemos cerrado es un buen acuerdo para España", señaló Juncker.
El documento político, según la agencia china Xinhua, cubre además el "acuerdo de divorcio" de 39.000 millones de libras esterlinas, los derechos de los ciudadanos y el mecanismo de seguridad de Irlanda del Norte, que se refiere a una medida para mantener abierta la frontera irlandesa en caso de que se estanquen las conversaciones comerciales.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker (i), el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (c), y el jefe negociador de la Unión Europea (UE), Michel Barnier (d). Xinhua.
Pedro Sánchez: "España gana"
Al término de la Cumbre Europea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señaló que "con el Brexit perdemos todos, especialmente el Reino Unido, pero en relación con Gibraltar, España gana". A su juicio, las garantías conseguidas por España sobre Gibraltar refuerzan su posición para hablar en el futuro "de todo" con Reino Unido, incluida la cosoberanía del Peñón. España, añadió, está en disposición de acometer el "amplio diálogo" pendiente con el Gobierno británico sobre la soberanía de Gibraltar, una cuestión "enquistada desde hace 300 años", desde una "posición de fortaleza que no habíamos tenido nunca". El jefe del Ejecutivo destacó que se ha logrado "un triple blindaje" por parte del Consejo Europeo, la Comisión Europea y el propio Reino Unido, que avala la interpretación española en relación al contencioso del Peñón.
Preguntado por las críticas al acuerdo por parte del líder del PP, Pablo Casado, Sánchez le sugirió que para sacar conclusiones lea la prensa británica (La Moncloa dejó de publicar su resumen con Zapatero y mantuvo ese corte de información luego con Rajoy y ahora con Sánchez), donde varios medios critican a la primera ministra Theresa May por "las concesiones" hechas a España. "El Gobierno ha tratado esta cuestión de Gibraltar con enorme sentido de Estado. Y lo hemos hecho con el mismo equipo negociador que el Gobierno anterior", concluyó.
Theresa May reconoció la solución negociada para garantizar a España que tendrá derecho a veto en los acuerdos de la UE que afecten a Gibraltar, aunque precisó que ello no cambia en nada la posición británica sobre la soberanía del Peñón. También añadió que cuando negocie con la Unión Europea lo hará para "toda la familia de Reino Unido, incluido Gibraltar".
Desde España, tanto el PP como Ciudadanos descalificaron el acuerdo conseguido sobre Gibraltar y tacharon al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de "vendedor de humo". El líder del PP, Pablo Casado, adelantó que "seguirá pidiendo un Gibraltar español" tras el "fracaso histórico" de Sánchez en la negociación del Brexit. A su juicio, el jefe del Ejecutivo exhibe "una enorme desfachatez" al vender como un éxito "un acuerdo", basado en "cartitas sin valor jurídico", del que se "ríen" tanto Theresa May como Fabián Picardo. En la misma línea, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, indicó que el acuerdo "es papel mojado, es el timo de la estampita, es vender humo". "Nos han metido un gol en el último minuto, mientras Sánchez se hacía fotos en La Habana", añadió.
Irlanda, también discordia resuelta
Los dos principales asuntos en discordia –Irlanda, en los últimos meses; y Gibraltar, en la última semana– han quedado así resueltos a este domingo. El de Irlanda, con la seguridad de que no habrá una frontera dura que divida la isla; y el de Gibraltar, con unas declaraciones políticas paralelas que tranquilizan al Gobierno español, que amenazó con el veto si no se prometía el papel singular de España en la relación futura con el Reino Unido y la UE en aquello que tenga que ver con Gibraltar.
A partir de ahora, el siguiente examen, y el más duro, será el que tenga que pasar la primera ministra británica, Theresa May, para aprobar el acuerdo de retirada en el Parlamento británico. Los 27, además de los textos mollares de la cumbre, han aprobado las declaraciones políticas que levantaron el veto de España. No era lo que pedía el Gobierno, que dijo que no le valían ni el acuerdo de retirada ni la declaración política, porque no especificaban el papel singular español en las negociaciones entre la UE y Reino Unido que tuvieran relación con Gibraltar.
Pero algo ha conseguido el Gobierno: una declaración complementaria de los 27 en la línea defendida por España –y en las instrucciones dadas al negociador, Michel Barnier, que se perdieron en las negociaciones, en el "túnel diplomático"– y otra interpretando el artículo 184 y respaldada por una carta del Reino Unido.
Son dos declaraciones anexas y una carta, complementarias, paralelas acuerdo de retirada, fuera de la declaración política sobre la relación futura. Pero, quizá, ya no se podía conseguir otra cosa.
La declaración paralela de los 27 dice: "Después de que el Reino Unido deje la UE, Gibraltar no será incluido en el ámbito territorial de los acuerdos entre la UE y el Reino Unido. En todo caso, esto no impide la posibilidad de alcanzar acuerdos separados entre la Unión y el Reino Unido en relación con Gibraltar. Sin perjuicio de las competencias de la Unión y en respeto de la integridad territorial de sus Estados miembros, esos acuerdos separados requerirán del acuerdo previo del Reino de España”.
Inmediantamente, el ministro Borrell declaró por Twitter que el Acuerdo sobre #Gibraltar alcanzado hoy en el marco de la negociación sobre el #Brexit es muy positivo para #España y el más importante desde el Tratado de #Utrecht en 1713. Quiero agradecer personalmente al #SEUE, a nuestra Representación Permanente ante la #UniónEuropea (1/2)
Opiniones en la prensa española
He quí un resumen de otras opiniones aparecidas este lunes en la prensa española:
Refundar la UE: España tiene que hacer valer su peso real en la UE (EL MUNDO): Con la salida de Reino Unido, la UE es menos fuerte y menos influyente en un mundo cada vez más globalizado con desafíos que exigen soluciones multilaterales. Pero como el Brexit ya era inevitable, el acuerdo alcanzado ayer por los Veintisiete era necesario. Con la salida del Reino Unido, se abre una oportunidad que las autoridades españolas han de aprovechar para que de una vez cuente nuestro peso real en la toma de decisiones y en el diseño del futuro de la Unión. Por desgracia, mal precedente supone que el Gobierno no haya sabido aprovechar la ocasión histórica para conseguir que el acuerdo del Brexit incluyera un artículo jurídicamente vinculante que nos asegurara los legítimos derechos sobre todo lo concerniente al futuro de Gibraltar. Éste no es el camino.
El acuerdo, precario remiendo (ABC): El acuerdo alcanzado es un precario remiendo que apenas tapa las carencias diplomáticas de España expuestas durante estas semanas. Hay muchas posibilidades de que se trate de un acuerdo coyuntural, hecho a la medida de las urgencias que tanto Londres como Bruselas tenían ante la cita con los Veintisiete. Jurídicamente, lo que vincula a las instituciones europeas y particularmente a su Tribunal de Justicia es lo que aparezca en este acuerdo de divorcio, porque esa es la norma jurídica reguladora del Brexit. Lo que se diga en documentos aparte puede ser entendido como meras manifestaciones de voluntad interpretativa, pero de muy dudoso efecto vinculante cuando se produzca algún conflicto en la aplicación del Tratado, el cual mantiene su artículo 184 -causante de la preocupación española- con la misma redacción que el Ejecutivo de Pedro Sánchez rechazaba hasta el pasado viernes. Hasta que los hechos confirmen el entusiasmo de La Moncloa, sólo cabe confiar en que Pedro Sánchez esté en lo cierto y que España ha salvado dignamente su posición en un proceso crítico para el proyecto europeísta en su conjunto.El acuerdo para la salida de Reino Unido de la UE es bueno para España en lo que se refiere a Gibraltar, pero no por las razones que esgrime Pedro Sánchez ni por los supuestos buenos oficios que atribuye a su gestión. La ventaja es que, a partir de ahora, las decisiones comunitarias sobre el Peñón no tendrán que repartirse entre los intereses contrapuestos de dos socios. El Gobierno, tras levantar el veto al acuerdo del Brexit a cambio de unos parches jurídicos, ha continuado el camino trazado por el Ejecutivo anterior, como el propio Sánchez ha tenido que reconocer. Sería muy conveniente que el presidente abandonase su actitud grandilocuente, que no concuerda con sus cesiones, y cooperase con los demás partidos para preparar un futuro en el que siguen abiertos muchos interrogantes. Sería un error lanzarse a obtener réditos políticos en solitario, sobre todo si quiere abrir la negociación sobre la soberanía de Gibraltar, que es en el fondo lo único importante para todos.
España sigue aspirando a la soberanía de Gibraltar; España sigue aspirando a la soberanía de Gibraltar (LA RAZÓN): Pese a que Pedro Sánchez ha presentado como "histórico" el acuerdo sobre Gibraltar, en realidad se trata de un anexo en las actas de la reunión del Consejo Europeo de dudoso valor jurídico. Dicho lo cual, es cierto que la posición del Gobierno estaba fundamentada -Reino Unido no está dispuesto a perder nada de su soberanía sobre Gibraltar-, pero la solución no es la mejor, aunque sí la más realista. España, por lo tanto, mantiene su histórico litigio por el Peñón y queda lejos la anulación del Tratado de Utrecht de 1713, que es poco menos lo que vino a anunciar Sánchez. Que el presidente del Gobierno dijera ayer que el tema de Gibraltar "no es una cuestión emocional ni de identidad nacional" rebaja el problema de la existencia de una colonia en territorio español, en contra de cualquier tratado internacional.
Episodios Nacionales (Bieito Rubido ABC ):Calificar de "histórico" el acuerdo sobre Gibraltar es una demostración de cómo entiende Sánchez su etapa de Gobierno: todo es impostura, propaganda, mientras se fracasa en lo esencial: ganar el futuro.
Peso (Tadeu EL MUNDO) : El "triple blindaje" del que presume Sánchez es la confirmación del triple fracaso español (Zapatero, Rajoy y Sánchez) a la hora de pesar en Europa.
El campeón de la Roca (Santiago González EL MUNDO ): Por más que Sánchez lo tache de "histórico", el compromiso sobre Gibraltar no son más que amables palabras sin valor jurídico.
Las malas ideas… (Luis Ventoso ABC ): Sorprendente que Sánchez saque pecho patriótico por Gibraltar cuando mercadea con España con los separatistas que le mantienen en el poder.
Sánchez se descompone (Isabel San Sebastián ABC ) :¿Cómo van a respetarnos en Europa si el presidente consiente que sus socios catalanes escupan al ministro de Exteriores?
Cómo reconquistar Gibraltar (J. Manuel de Prada ABC ) :Viajando como un descosido en avión presidencial, a Sánchez se le olvidó reclamar Gibraltar en el tratado del Brexit.
Embrollo (J. María Carrascal ABC ): Tanto a May como a Sánchez han cantado victoria. La una, diciendo que la posición del Reino Unido en Gibraltar no ha variado; el otro, presumiendo de victoria histórica en el secular contencioso.
Miserable en Cuba, ridículo en Gibraltar (Eduardo Inda LA RAZÓN ) :El contador en la reclamación de España sobre Gibraltar se pone a cero por culpa del inútil solemne de Sánchez.
