jueves,18 agosto 2022
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Informador que dio nombre al premio de periodismo educativo

Este semana cumplen dos décadas sin Esteban S. Barcia

Redacción
Esta semana se cumplen dos décadas de la muerte de Esteban S. Bercia, periodista y enseñante de Vigo que dio al nombre de periodismo educativo creado y mantenido durante casi una década por la Universidad Complutense (UCM) de Madrid. Esteban Sánchez Barcia murió en la tarde del 13 de agosto de 1996 en Vigo, tras una vida profesional dedicada a renovar el periodismo educativo en España, tarea que compatibilizó con otros dos campos donde destacó: su dedicación docente y su afición a la música.

De estas dos décadas, una ha sido de apogeo de la educación y su calidad en España, que contribuyeron a sus funciones de inclusión social y de igualdad de oportunidades, y la otra de polémicos recortes en el gasto público que han encarecido desde entonces el servicio educativo para las familias (especialmente en la Universidad, donde los precios de algunas comunidades casi se han llegado a duplicar en este periodo). Precisamente al iniciarse la segunda la UCM dejó de convocar dicho premio, del que ya ni siquiera puede encontrarse referencia en la web de la primera universidad española en número de estudiantes y docentes.

Fueron distinguidos con el premio, que alcanzó especial realce durante el rectorado de su promotor, el profesor de Estructura Económica Carlos Berzosa, entre otros, Aurora Campuzano, Luis Esteban González Manrique, Susana Pézez de Pablos de EL PAIS, Miguel Gómez de EL MUNDO.

En algunas ocasiones, como en la sexta, se otorgaron dos premios, uno pata galardonar el conjunto de trabajos en materia de educación y el otro al mejor artículo, reportaje o trabajo colectivo desarrollado en el ámbito de la educación, publicado en medios de comunicación. En el primer caso, se valoró la contribución a la difusión y conocimiento de los valores de la educación, y en el segundo la originalidad y calidad del artículo publicado, o el trabajo colectivo desarrollado en este ámbito por una asociación, medio de comunicación, agencia, ONG, etc. 

Esteban Sánchez Barcia, madrileño de 59 años, períodista y enseñante, redactor de EL PAÍS desde 1977 y miembro del Comité de Redacción -órgano interno de representación profesional-, murió según publico ese diario en la tarde del 13 de agosto de 1996 en Vigo, tras sufrir un infarto de miocardio en Sanguiñeda, cerca de Porriño (Pontevedra), donde pasaba sus vacaciones. Estaba casado con Ana Valverde y era padre de cinco hijos. Sánchez Barcia, especialista en asuntos de educación de EL PAÍS, fue redactor desde su primera etapa e impulsor del suplemento dedicado a ese área informativa, lo que le granjeó el reconocimiento profesional de lectores, alumnos y docentes. Por su tarea en este área fue galardonado con el Premio de Integración Social, que le fue entregado por la reina Sofía en febrero de 1984. Cinco años después, por su contribución a la difusión de la música desde las páginas de la sección de Educación, Sánchez Barcia fue distinguido con el Premio Comusica. Era considerado por sus compañeros de otros medios como uno de los más cualificados expertos, tanto en enseñanza como en didáctica y política educativa."Esteban era ilustrado, inteligente, siempre comprometido con la educación de los más desfavorecidos porque nunca olvidó su propia historia ni su otra profesión, la de maestro. Es una pérdida irreparable para el periodismo, pero, sobre todo, para el mundo de la educación", dijo ayer Alfredo Pérez Rubalcaba, ex ministro de Educación, desde su residencia veraniega en Llanes, Asturias.

Amante del teatro desde su juventud y vinculado por vocación a la enseñanza, Esteban Sánchez Barcia era un firme defensor de la enseñanza pública, de la libertad de cátedra y del laicismo en las aulas, causas a las que siempre dedicó lo mejor de su inteligencia. Hombre íntegro, independiente y con convicciones, dedicó su vida profesional a profundizar en los diversos campos de su especialidad, en la que volvió a ser, de otra forma, un maestro. Incapaz de neutralismos, participó en tiempos difíciles para la libertad de expresión y asociación en plataformas laborales y profesionales.

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