El libro ofrece así una amplia y detallada panorámica de los federalismos realmente existentes y pone de manifiesto el carácter instrumental del principio federal.
El federalismo no es un fin en sí mismo, sino una técnica, una forma de organizar el poder del Estado, cuya finalidad última es el logro de la mayor eficacia en la prestación de los servicios, y de la mayor cohesión posible. El Estado Federal está al servicio de la igual libertad de los ciudadanos, y por ello debe descartarse que sirva para resolver todos y cada uno de los problemas políticos y culturales que tienen origen en la crisis de la sociedad moderna.
Esta es una de las principales lecciones que cabe extraer de la completa panorámica sobre los federalismos del siglo XXI que en esta obra se contiene. Panorámica que resulta por ello de notable interés, y de evidente utilidad, para afrontar, con rigor y con sentido, el debate sobre el futuro del modelo de organización territorial del poder en España y Europa.