jueves,18 agosto 2022
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El gobierno español marca distancias para oponerse a Podemos

Francia apoya a Grecia para renegociar la deuda sin la troika

Redacción
Francia se ha comprometido con Grecia a aliviar su deuda favoreciendo una renegociación para evitar su salida del euro. Por eso la Comisión Europea se propone disolver la "troika" si el nuevo Gobierno de Grecia cumple sus compromisos y descarta formalmente una quita de la deuda griega, aunque en la práctica reconoce una ampliación de plazos y una reducción de intereses, renegociación que implicaría cierta quita, como ha hecho el Estado español con sus comunidades autónomas.

SIn embargo, el Gobierno español marca distancias de la actitud de Francia, que muy probablemente sea suscrita igualmente por Italia, con el fin de restar espacio político a Podemos, cuyas propuestas son similares a Syriza: buscar un frente de los países del sur para presionar a Alemania hacia la renegociación. La diuferencia principal es que  la deuda pública española, tras triplicarse durante la crisis, apenas alcanza actualmente un 100% del PIB, mientras que Grecia ya tenía ese cuota antes de la crisis y casi la ha duplicado desde entonces.

El fin de la troika llegará si Grecia y los acreedores (en un 80% públicos) alcanzan un acuerdo antes de que expire el actual plan de rescate, el 28 de febrero. El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, ha iniciado una gira por las principales capitales europeas que ayer le llevó a París, donde se reunió con su homólogo francés, Michel Sapin, en un encuentro que fue valorado positivamente por ambas partes. El presidente francés, François Hollande, apoyará a Grecia en sus negociaciones en la UE para aligerar el peso de su deuda y hará de puente con Alemania. En contraprestación, Francia no admite quitas y exige al gobierno heleno que cumpla sus compromisos y acometa una profunda reforma fiscal.

La Comisión Europea se propone disolver la troika -la terna formada por el propio Ejecutivo de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo- si el nuevo Gobierno de Grecia cumple sus compromisos, según destacan hoy varios diarios citando fuentes comunitarias. Bruselas descarta una quita para la deuda griega, pero apunta a una ampliación de plazos y una reducción de intereses. El fin de la troika,símbolo de la austeridad aplicada a los países del sur de Europa, llegará si Grecia y los acreedores alcanzan un acuerdo antes de que expire el actual plan de rescate, el 28 de febrero. La Comisión es consciente de que sus concesiones dependen de un proceso de negociación que arrancó anoche en la capital francesa y se prolongará esta semana, con una sucesión de reuniones al más alto nivel del primer ministro griego, Alexis Tsipras, y de su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, en París, Londres, Roma y Bruselas. Tsipras adoptó este fin de semana un tono más conciliador al asegurar que Atenas pagará los préstamos al BCE y al FMI.

La supresión de la troika, según interpretan los analistas, sería una victoria política para Syriza y no tendría un coste financiero tal y como exige Alemania. Es una idea que ya estaba sobre la mesa antes de las elecciones, pero se guardó como carta de negociación. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, había sugerido en enero que quería que la troika tuviese "más legitimidad con una supervisión democrática y que rindiese cuentas de su gestión".

Actitud de Francia 

En relación con la gira por varias capitales europeas emprendida ayer por el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, varios diarios subrayan que en el primer encuentro con su homólogo galo, Michel Sapin, en París, el mensaje que recibió fue muy positivo. Francia apoyará a Grecia en sus negociaciones en la UE para aligerar el peso de su enorme deuda (oficialmente el 175% del PIB) y hará de puente con Alemania. Pero ese apoyo no es incondicional y exige una contraprestación. Francia no admite quitas en esa deuda y exige al nuevo Gobierno de Alexis Tsipras que cumpla sus compromisos y acometa una profunda reforma fiscal.

El propósito último del presidente François Hollande sería evitar una crisis en la eurozona que París espera poder soslayar "ayudando a los griegos a cumplir sus compromisos". No obstante, señala ABC, en la noche del viernes pasado el presidente Hollande había tanteado con la canciller alemana, Angela Merkel, el techo de un posible acuerdo para intentar acotar el ámbito de negociación. Ocasión en la que avanzó su estrategia de negociación: flexibilidad en la aplicación del pacto fiscal europeo de estabilidad, relanzamiento del plan de inversiones esbozado por el presidente de la Comisión y utilizar de manera inteligente la nueva política del BCE.

España, alineada con Alemania

En cambio, la actitud del Gobierno español, al menos en sus declaraciones públicas, parece alineada más con la de Alemania que con la de Francia y quizá Italia, las otras tres primeras potencias de la Eurozona.  

Rosa María Sánchez-Yebra, Secretaria del Tesoro y Política Financiera, dice hoy que "es importante que Grecia no dé marcha atrás en sus mejoras", en declaraciones a EL PAÍS.

La canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, han descartado por Alemania una quita de la deuda de Grecia y advirtieron de que el nuevo Gobierno salido de las urnas la semana pasada debe respetar los compromisos adquiridos. En sendas entrevistas publicadas en los periódicos HamburgerAbendblatt y Die Welt, Merkel y Schäuble dejaron claro que el Gobierno alemán no está dispuesto a flexibilizar la posición que ha defendido en los últimos años. "Ya ha habido una renuncia voluntaria por parte de los acreedores privados. Grecia ya ha estado exenta de pagar miles de millones y no preveo una nueva quita", señaló Merkel. "Europa seguirá mostrando solidaridad con Grecia, como con otros países especialmente afectados por la crisis, si estos países se comprometen a hacer sus propias reformas y esfuerzos de ahorro", añadió la dirigente germana.

El Gobierno griego, por su parte, respondió a Alemania que no reconoce a la troika como interlocutor en las negociaciones sobre su programa de rescate. El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, realizó esta afirmación tras entrevistarse con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Varufakis inicia hoy un París una gira por las principales ciudades europeas para tratar sobre la cuestión de la deuda griega con sus homólogos comunitarios.

Martin Schulz, optimista

El presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, entrevistado por LA RAZÓN, se mostró moderadamente optimista sobre la posibilidad de que las autoridades comunitarias puedan llegar a un acuerdo con el nuevo Gobierno griego, puesto que, según dice,

"Tsiripas sabe que ser jefe de Gobierno es muy diferente a ser líder del partido opositor". "La Unión Europea es capaz de ofrecer respuestas para pasar página de la crisis", afirma Schulz. Aunque "es comprensible que los partidos populistas europeos traten de sacar el máximo rendimiento al éxito de Syriza", añade, la realidad es que "ni España ni cualquier otro país europeo puede ser comparado con Grecia".

Editoriales de la prensa española

LA VANGUARDIA: En los primeros contactos que el Gobierno griego ha tenido con los representantes de la UE el choque ha sido manifiesto. Tsipras viaja esta semana a París y Roma, para buscar apoyos. No está prevista la visita a Alemania, que es el primer país acreedor. Desde allí Merkel ha descartado categóricamente cualquier quita sobre la deuda de Grecia y ha exigido el cumplimiento de las condiciones pactadas, aunque ha dejado la puerta abierta al diálogo y la solidaridad si el país lleva a cabo reformas económicas y medidas de ahorro. Un nuevo pacto con Grecia, que restablezca el equilibrio, es difícil pero en cualquier caso debe hacerse contrarreloj, este mismo mes. El problema más inmediato es que si renuncia al último tramo del rescate y a su prórroga, además de la falta de recursos que le supondrá, el BCE no podrá seguir financiando sus bancos y eso provocaría una situación tan explosiva en el país se vería obligado a salir del euro. Y ese es un mal escenario para Grecia y para Europa.

EL ECONOMISTA: La deuda pública española superará a finales de 2015 el cien por cien del PIB. Entrará así este año nuestro país, junto con Francia, en el club de la eurozona donde ya figuran Grecia, Portugal, Irlanda, Italia, Bélgica y Chipre. El hecho de que España se esté financiando en los mercados a unos tipos históricamente reducidos, y que el descenso de la prima de riesgo haya reportado un alivio en 2014, de más de 18.000 millones de euros, no debe hacer olvidar el grave desequilibrio que supone un elevado pasivo público y la necesidad de acometer reformas para atajarlo. Son muchos los expertos que señalan el problema de la deuda pública como uno de los lastres para consolidar la recuperación en Europa. En esta línea, Atenas percibe como insostenible su 175% de deuda sobre PIB y solicita renegociar los términos de su rescate así como un plazo de carencia para atender los compromisos de su elevado pasivo. La única vía para que no se genere un riesgo moral trasladable a otros países de Europa o un desincentivo a cumplir con la ortodoxia es que cualquier eventual concesión de ese tipo se haga bajo el estricto requisito de que Grecia cumpla los ajustes y reformas marcados.

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