Ya llevo escritos tres artículos sobre Gallardón
He escrito ya tres artículos sobre Ruíz Gallardón: dos. sobre sus deseos de ser Presidente del Gobierno y uno, sobre la herencia que dejó en Madrid. No eran favorables a Gallardón. Resumiendo lo que yo quería decir: Cuando él logró entrar en el Gobierno, probablemente él tenía claro que, si Rajoy caía, él sería el sucesor. Para ello, necesitaba los votos del sector aznarista. Por eso, dejó a los madrileños, como sucesora suya, a la mujer de Aznar, Ana Botella. Ya dije en su día que la concejal Paz González era mucho más competente que Botella. Había demostrado ser una persona muy eficaz en Medio Ambiente. Y Gallardón no dudó un momento en dejar al frente de la Alcaldía a Ana Botella, al que el cargo le venía tan ancho.
Sin embargo, yo no quiero hablar aquí ni de Ana Botella ni de la trayectoria de Gallardón como Ministro de Justicia.
Lo que me interesa destacar es cómo ha caído todavía más su credibilidad. Declara que abandona la política y, al día siguiente, nos enteramos de que va a ocupar un puesto político. Sí, político, porque el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid forma parte de los nueve poderes que distingue Gustavo Bueno en su Teoría sobre la Política, a mi entender la más completa de las que conozco. Gallardón: conviene que te enteres de qué es la política en el terreno teórico. Necesitas leer algunos libros esenciales para darte cuenta de que hay algo más que música clásica.
Gallardón sigue siendo un miembro muy privilegiado de la Casta Política
Y además, se va con 8.000 euros mensuales por asistir a una reunión una vez a la semana. Ahí tenemos los privilegios de la Casta Política, que comenzó denunciando en su día Daniel Montero, en La Casta (La Esfera de los Libros). Creo que es el que más ha influido en que los españoles vean a los políticos de cerca, cada vez más próximos, en su salsa real, no tal como los políticos venían diciendo que eran, desde hace muchos años. Los españoles ya ven a los políticos como personas reales. Y han logrado esa visión a mucha velocidad. Sectores cada vez más amplios de la opinión pública, comienzan a considerarlos como los mayores responsables de la crisis, no como chivos expiatorios de la misma. Sólo hay que recordar la deuda gigantesca que Gallardón ha dejado en Madrid.
Los políticos van notando el cerco y se dan cuenta de que ya no pueden seguir pensando que los españoles dan muchas cosas por supuestas. Todo lo contrario. Cada día aplican más el catalejo y el microscopio, valga la imagen. Los españoles queremos saber qué es lo que hacen, quién les atribuye esos grandes sueldos a los altos cargos, si hay criterios para medir su rendimiento, por qué tienen privilegios que a los contribuyentes les salen muy caros y por qué hay muchísimos más políticos en España que en ningún otro país europeo.
Pues ahí tenemos a Gallardón. Además, ¿no fue él mismo quien se preparó esta gran red para caer sobre blando cuando se retirase de la política?
¿Cómo denominar al Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid?
Porque lo bueno que ha tenido la falsa retirada de Gallardón de la política ha sido que nos hemos enterado de qué es eso del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid. Recomiendo leer La casta autonómica. La delirante España de los chiringuitos locales, de Sandra Mir y Gabriel Cruz (La Esfera de los Libros), que tienen una gran experiencia como periodistas de investigación en varios países. El método ha sido prácticamente el mismo que el de Daniel Montero: Consultar muchos, muchos documentos, realizar entrevistas, más consultas, más entrevistas… y así sucesivamente, hasta lograr una obra El resumen que hago de este libro es: Querer mantener secretos los gastos de los políticos y de algunos jueces es como esforzarse por mantener un corcho en el fondo del agua. Puede haber hasta un campeonato de resistencia para ver quién mantiene más tiempo el corcho hundido, pero es imposible que lo mantenga indefinidamente.
Entonces, ¿cómo denominar al Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid? ¿Como el Consejo de Estado, pero ocupándose de los asuntos de Madrid, aunque con sueldos similares, si no más elevados? Escribí tres columnas para proponer la supresión del Consejo de Estado, que lo conforman un grupo de superprivilegiados. Alguno lleva viviendo más de treinta años con esos supersueldos: Landelino Lavilla, el fracasado candidato de UCD,
Algunos se preguntarán: «¿Para qué han servido esos artículos? ». Y respondo que para ir formando un estado de opinión favorable a la supresión de tantos y tantos puestos de los que están viviendo los políticos. Pues claro que se está formando un estado de opinión. No por mis artículos. Por los de muchos más. ¡Es que las cuentas no salen!. ¡Es que los españoles no podemos seguir sosteniendo a esa casta que nos está arruinando!.
Gallardón: Vete a ocupar tu puesto de fiscal o a la empresa privada
Ya sé que no vas a hacer caso, pero a ver si algún día te das cuenta de que hay que cumplir la palabra. Otros periodistas ya te han elaborado la lista de tus promesas incumplidas. Yo me centro en ésta: Prometiste que te ibas de la política, y no has dicho la verdad. Sigues viviendo de la política y a ver cuándo sale una encuesta en la que quede muy claro qué piensan los españoles sobre casos como el tuyo.
Mientras tanto, no estaría mal que recordaras estas líneas del No me amenaces, de José Alberto Jiménez:
Porque estás que te vas,
y te vas, y te vas, y te vas
y te vas, y te vas, y no te has ido
¿No te queman los 8.000 euros mensuales, cuando ves lo que les cuesta a millones de españoles ganar 1.000 para mantener a su familia? ¿De qué pasta estás hecho?
