La crisis afecta de forma directa a los agricultores y pescadores, quienes trabajan para proporcionar a toda la población asistencia alimentaria, muy demanda en las últimas semanas, a pesar de problemas como los retrasos en el transporte fronterizo o la escasez de mano de obra. Para paliar estos últimos y para que los pescadores puedan seguir suministrando sus productos a los mercados y evitar la carestía de los mismos, la UE anunció este martes préstamos de hasta 200.000 euros y la flexibilización del fondo agrícola europeo.
En el caso español, el sector pesquero genera aproximadamente el 20% de la producción total de la Unión Europea. Es por ello una de las industrias líder de toda la actividad económica. Las medidas de la Unión Europea serán vitales para la aceleración de su producción, en beneficio de toda la comunidad europea.
Las instituciones europeas luchan contra la propagación del coronavirus y contra sus efectos en muchos otros ámbitos, para lo que brindan ayuda a los Estados miembros que necesitan equipos. A mayor plazo, la Unión Europea trabaja en diez medidas que ha resaltado como principales para mitigar el impacto social y económico de la crisis.
Al margen de estas, en la sesión plenaria del 17 de abril, los eurodiputados aprobaron la asistencia financiera para las comunidades pesqueras y los acuicultores afectados. La pesca se enfrenta a dificultades logísticas en los puertos, el aumento de los precios del transporte de productos pesqueros, las restricciones comerciales con terceros países, el colapso de los precios, la pérdida de mercados, la preocupación por la seguridad de la tripulación y las posibilidades limitadas de rotación de la tripulación debido a la cuarentena.
Una serie de medidas de emergencia ayudarán a los sectores, incluidas mayores posibilidades de ayuda estatal y la introducción de medidas de apoyo a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, que se hará más flexible.
Los Estados miembros podrán brindar apoyo:
- A los pescadores por el cese temporal de las actividades pesqueras.
- A los acuicultores para la suspensión temporal o reducción de la producción.
- A organizaciones de productores para el almacenamiento temporal de productos de la pesca y la acuicultura.
¿Cómo está ayudando la UE a los agricultores?
La comisión de Agricultura del Parlamento acogió con satisfacción, el 15 de abril, los planes de la Comisión Europea para ayudar al sector agroalimentario, pero pidió medidas más específicas, incluidas medidas de mercado como el almacenamiento privado. Los eurodiputados también pidieron la activación de la reserva de crisis para ayudar a los sectores agrícolas en dificultades y dijeron que la política agrícola de la UE necesitará un apoyo presupuestario adecuado a largo plazo tras la pandemia de COVID-19.
Entre las medidas están la reasignación de fondos agrícolas no utilizados para combatir los efectos de la crisis en las zonas rurales. Un fondo agrícola europeo más flexible y simplificado para el desarrollo rural permitirá conceder préstamos o garantías en condiciones favorables para cubrir los costes operativos de hasta 200.000 euros.
La Comisión también ha propuesto reducir el número de controles físicos en las granjas, extender el plazo para que los agricultores soliciten pagos directos y pagos de desarrollo rural en un mes hasta el 15 de junio de 2020 y aumentar los anticipos de estos pagos desde mediados de octubre.
Con respecto a los trabajadores temporeros, que son cruciales para la siembra, el cuidado y la cosecha, se alienta a los países de la UE a tratarlos como trabajadores críticos, intercambiar información sobre sus necesidades y garantizar su paso sin problemas a través de las fronteras.
Principales problemas a los que hacen frente los productores de alimentos
Si bien los retrasos en el transporte transfronterizo de bienes agrícolas se resolvieron gracias a los llamados “corredores verdes”, que permiten la circulación de vehículos que transportan bienes críticos, los sectores de la acuicultura, la agricultura y la pesca aún se enfrentan a serias dificultades.
Los productores de alimentos acusan escasez de mano de obra debido a la detención de la libre circulación de trabajadores temporeros, de quienes dependen en gran medida. La Comisión ha dicho que pueden considerarse trabajadores críticos, pero es comprensible que muchos no deseen salir de casa. Una menor producción podría a su vez tener un impacto en los precios. Además, el sector agrícola ha perdido importantes clientes con el cierre de hoteles y restaurantes.
