«Los españoles nos hemos convertido en una fábrica de excusas y de lamentos. Los de los millones de personas que han perdido su empleo, especialmente los mayores de cincuenta años y los jóvenes que no pueden encontrarlo, están justificados. Ellos deben tener toda nuestra comprensión y nuestro compromiso. Sin embargo, el resto tenemos la obligación moral de trabajar hasta la extenuación para sacar el país adelante. Es lo que hicieron nuestros padres y nuestros abuelos, y es lo que ahora nos toca hacer a nosotros por nuestros hijos. Y cuando te sientas desfallecer y te falte la moral, recuerda la sentencia de Heródoto:"Tu estado de ánimo es tu destino".
La sociedad española ya se ha enfrentado a muchas encrucijadas en las últimas décadas y siempre las ha resuelto con éxito. Si nos mantenemos unidos, protegemos a los más desfavorecidos y se toman las medidas adecuadas, este economista observador está convencido de que saldremos de la depresión e incluso con más virtudes de las que teníamos cuando entramos en ella.
Todos los grandes caminos comienzan con un primer paso.
Ánimo, podemos.»