La Agenda 2030 es una excelente oportunidad para enfrentar estos desafíos, avanzando hacia la consecución de la meta 3.8 que propone alcanzar la Cobertura Sanitaria Universal (CSU) y facilita las restantes metas del ODS 3, y de los otros 16 ODS que contemplan los determinantes de la salud no sanitarios.
El camino hacia la CSU requiere trabajo sistemático, planificación a largo plazo, y avance continuo progresivo y certero por parte de los países y de sus socios de desarrollo. Todo ello promoviendo la colaboración y las Alianzas con relevantes actores de salud españoles, capitalizando el conocimiento y experiencia de los profesionales, Sociedades Científicas, e Instituciones del Sistema de Salud español, reconocido universalmente por su calidad y eficiencia.
El trabajo de la AECID ha contribuido a reducir la mortalidad infantil y materna, así como por enfermedades infecciosas como malaria, tuberculosis y SIDA, y otras enfermedades transmisibles que suponen una gran carga de enfermedad en nuestros países socios, y ha contribuido a la formación de recursos humanos para la atención básica de salud.
El acceso a servicios esenciales de calidad no solo aumenta la salud de las personas y su esperanza de vida, sino que también protege a los países de las epidemias, reduce la pobreza, y contribuye al desarrollo económico y social equitativo de las personas y de las sociedades.
Sin embargo el acceso a los servicios especializados, quirúrgicos y hospitalarios ha quedado atrás para una enorme parte de la población mundial, a pesar de ser esencial para hacer frente a muchos de los desafíos urgentes de salud en el mundo, como reducir la mortalidad materna, la mortalidad por emergencias quirúrgicas, por accidentes y traumatismos, para luchar contra las Enfermedades No Transmisibles, complejo desafío en la era de la Agenda 2030, el cáncer, las enfermedades cardiacas, congénitas, metabólicas, etc., así como para garantizar la efectividad y continuidad de los cuidados primarios. Tanto los cuidados primarios de salud, como los especializados y hospitalarios, son pilares básicos sobre los que se sustentan los Sistema de Salud, sin cuyo desarrollo armónico ningún Sistema puede llegar a ser eficaz, ni atender las necesidades de cada persona en el nivel de atención que precisa.
Según la OMS, la CSU no significa solo proveer un paquete mínimo de servicios de salud en cada país, sino asegurar una expansión progresiva de la cobertura de servicios esenciales y su protección financiera. Significa que todas las personas, en cualquier lugar, puedan tener acceso a los servicios de salud de calidad que necesitan a lo largo de su vida, sin tener que sufrir apuros económicos. Incluye todo el espectro de servicios esenciales, desde la promoción de la salud, a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, y cuidados paliativos.
Avanzar hacia la CSU requiere el fortalecimiento de los Sistemas de Salud de forma integradas, proporcionadas y equilibradas en todos los niveles de atención, para dar respuesta a las crecientes necesidades de las personas, y conseguir los máximos niveles posibles de acceso, eficacia y equidad en los servicios de salud. Para ello es clave desarrollar robustos mecanismos de financiación, adecuada organización de los servicios de salud, disponibilidad y accesibilidad de los servicios esenciales, medicamentes y consumibles sanitarios, y capacidad, conocimiento, y motivación adecuada de los profesionales de salud para prestar los mejores servicios.
