jueves,18 agosto 2022
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La criba: enfermos de alto riesgos, como drogadictos

La detección de la hepatitis C puede causar más daños que beneficios

Redacción
Ampliar el diagnóstico de la hepatitis C, una medida que han recomendado varias organizaciones, podría conducir a un beneficio clínico pero también a un desgaste para el paciente. Un nuevo trabajo publicado en el British Medical Journal advierte que ninguna investigación ha probado que el cribado masivo sea eficaz, puesto que, según sus argumentos, la mayoría de los pacientes "no desarrollarán la enfermedad hepática en estado terminal y serán tratados innecesariamente".

 En 2012, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron la detección generalizada de la hepatitis C, un virus que puede infectar y dañar el hígado. Fue a raíz de la llegada de los nuevos tratamientos.

Su objetivo era conseguir el cribado de todas las personas nacidas de 1945 a 1965, ya que sus estimaciones apuntaban a que tres cuartas partes de la población infectada se encuentran en ese grupo de edad.

Anteriormente, las recomendaciones de cribado se centraban solo en los individuos con alto riesgo de desarrollar la enfermedad, como usuarios de drogas intravenosas y aquellos que recibieron una transfusión antes de 1992.

Aunque las recomendaciones cuentan con el apoyo de algunas instituciones –como la Organización Mundial de la Salud, que lo solicitó en 2014–, no hay estudios sobre si la identificación se traduciría en un mayor beneficio o daño para los pacientes, según muestra una nueva investigación publicada esta semana en el British Medical Journal.

Los autores, encabezados por Ronald Koretz, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de California (EE UU), explican que los médicos "deberían esperar hasta tener una fuerte evidencia de que la terapia antiviral es clínicamente eficaz y los beneficios son mayores que los daños".

El screening se postula como una oportunidad para salvar cientos de miles de vidas en todo el mundo mediante la prevención de la enfermedad hepática en el estadio final. Pero Koretz y sus colegas argumentan que la mayoría de los pacientes con hepatitis C "no desarrollarán la enfermedad hepática en estado terminal y, por lo tanto, serán tratados innecesariamente".

Según sostiene Kenneth W. Lin, investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Georgetown (EE UU) y coautor del estudio, “falta conocer quién tiene más probabilidades de beneficiarse de los fármacos antivirales, muchos de los cuales poseen un precio muy alto”.

Los autores cuestionan la validez para predecir los efectos a largo plazo del uso de marcadores indirectos en los ensayos de medicamentos. Además, apuntan que la capacidad de la terapia para reducir la incidencia de la enfermedad hepática en estado terminal no está probada.

"Dada la incertidumbre sobre la validez de los marcadores indirectos, la falta de pruebas con respecto a los resultados clínicos de tratamiento o de estrategias de detección y los eventos adversos causados por los nuevos regímenes, la detección puede ser prematura", concluyen.

Los datos de la hepatitis C

En todo el mundo hay entre 130 y 150 millones de personas infectadas con el virus de la hepatitis C. Según las cifras de la OMS, un número considerable de esas personas con infección crónica desarrollarán cirrosis o cáncer de hígado.

De hecho, entre 300.000 y 500.000 personas mueren anualmente por enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C. Aunque los medicamentos antivíricos pueden curar la infección, el acceso al diagnóstico y tratamiento es muy limitado.

El tratamiento antivírico logra buenos resultados en el 50-90% de los casos, en función del tratamiento aplicado, y ha mostrado eficacia para limitar el desarrollo de cirrosis y cáncer de hígado. En la actualidad no existe ninguna vacuna contra la enfermedad.

España vive momentos críticos en la materia. Miles de ciudadanos salen a las calles ante la mala gestión del gobierno para susministrar fármcos para paliar los efectos de la hepatitis C en los enfermos. Tras varias manifestaciones, los manifestantes se encerraron en los hospitales como recharzo al pleno del congreso sobre la materia. Los afectados han anunciado que no van a desesperar en su empeño de conseguir sus objetivos y seguirán encerrados.

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