Según la consejera de Enseñanza de la Generalitat, Irene Rigau, "una norma sectorial, como es una ley orgánica educativa, no puede modificar una ley de rango estatutario", dijo. Rigau avanzó que las escuelas catalanas se regirán el próximo mes de septiembre por la normativa catalana, si bien insistió en que no se trataba de "insumisión". En su opinión, la Lomce "busca españolizar", "tiene fecha de caducidad altísima" y "atenta contra el Estatut". Por su parte, la consejera de Educación del Gobierno vasco, Cristina Uriarte, dijo que la Lomce no les sirve. "Tenemos que mejorar la educación, pero tenemos que preservar nuestro sistema frente a esta ley", apuntó.
La mayoría de los diarios dedican hoy sus portadas a la aprobación de la Lomce en el Congreso y resaltan que contó con el único apoyo del PP. "La séptima ley educativa de la democracia nace sin consenso", titula EL PAÍS. EL MUNDO destaca en el titular que "Mas amaga con no aplicar la Ley Wert, que nace rechazada por todos". El diario recuerda que "hace más de 20 años que un partido no aprobaba una reforma educativa en solitario". "El PP saca adelante en solitario la ley que busca elevar el nivel educativo", titula ABC. LA VANGUARDIA destaca en primera: "Una nueva reforma educativa sin consenso". En páginas interiores señala que se trata de una "reforma sin diálogo". "Vence pero no convence" es el titular de EL PERIÓDICO. Por su parte, LA RAZÓN apunta que el PP "buscará salvar Historia de la Filosofía en el Senado".
EL PAÍS (OTRA OCASIÓN PERDIDA): La nueva Ley de Educación "es un fracaso". "No cuenta con los apoyos necesarios para ser duradera y nace con amenaza de fecha de caducidad". Ni las dos huelgas generales convocadas – la última apoyada por todos los sectores de la comunidad educativa – ni el correctivo del Consejo de Estado han sido capaces de romper la férrea determinación del ministro. La regulación de la materia lingüística augura, además, nuevos focos de conflictividad que hubieran podido evitarse. "España ha perdido una nueva oportunidad de romper la nefasta dinámica que ha imperado hasta ahora: la incapacidad de los sucesivos gobiernos de pactar un modelo educativo para varias generaciones, lo suficientemente sólido como para perdurar y lo suficientemente flexible como para ir corrigiendo las carencias". A la nueva ley "le sobra ideología y le falta elasticidad, todo ello poco adecuado para las exigencias sociales".
EL PERIÓDICO (LA ´LEY WERT´ NACE CON PLOMO EN EL ALA): La LOMCE es una norma "que choca frontalmente con la legislación catalana en la materia, y muy específicamente con la política de inmersión lingüística, uno de los grandes aciertos de la Catalunya contemporánea y cuya necesidad, eficacia y sentido del equilibrio sólo son puestos en duda desde el españolismo más recalcitrante". Pero "el ataque a la política lingüística catalana no es lo más grave de la norma, puesto que tanta o más trascendencia tienen la recentralización de la política de contenidos, la recuperación del peso de la asignatura de Religión, la separación de los alumnos menos capacitados, el favorecimiento de la escuela privada o las subvención a los centros que segregan a los alumnos por sexos". "La nula disposición del Gobierno a negociar ha dado como resultado que la ley haya sido aprobada solo con los votos del PP, un auténtico dislate que refleja la altanería de Wert y la concepción adánica de su paso por el ministerio, cuando la educación es el área en la que más necesarios son los consensos o las amplias mayorías". "El PP puede exhibir como una victoria la aprobación de la ley, pero la LOMCE nace con plomo en el ala porque Wert ha vencido pero no ha convencido".
LA RAZÓN (LA REFORMA EDUCATIVA QUE ESPAÑA PRECISA): "Sólo la ceguera política explica el rechazo frontal a una ley que trata de corregir un sistema educativo causante del abandono escolar temprano de una cuarta parte de los alumnos". "Ni la argumentación del ministro de Educación ni la pertinaz lluvia de datos y cifras encontraron eco en una oposición que, por exclusivas razones ideológicas, ha hecho de la reforma educativa uno de los caballos de batalla contra el Gobierno". La nueva legislación aprobada ayer "no pretende revolución alguna, lo que tal vez sea su mayor crítica, sino una vuelta al rigor académico, a la autoridad del profesorado, a la autonomía de los centros frente a las injerencias políticas y, sobre todo, a la flexibilización de las salidas en un sistema que vive de espaldas a la realidad y que había conseguido inutilizar la Formación Profesional". También "trata de corregir las disfunciones que la fragmentación autonómica ha venido suscitando, y no solo en Cataluña".
LA GACETA ( SÓLO EL PP ES PARTIDARIO DE PRIMAR EL ESFUERZO):"Las únicas leyes que desde Felipe González han definido nuestra enseñanza han sido leyes promovidas por el partido socialista que, fiel a sus principios ideológicos, ha pretendido siempre modelar la igualdad frente a cualquier intento por facilitar la excelencia o cuanto menos el esfuerzo por desarrollar las capacidades propias de cada estudiante. Confundir la universalización de la educación con rebajar el nivel de exigencia para que nadie se sienta marginado ha sido la tónica de un sistema educativo que ha sido calificado de mediocre e ineficiente a pesar de la cantidad ingente de recursos aplicados". La LOMCE, "seguramente no es la mejor ley posible, pero tiene la virtualidad de producir cambios legislativos que darán la vuelta como un calcetín a la enseñanza española". Lejos de buscar la mediocridad, pretende incentivar el esfuerzo de todos los protagonistas de la comunidad educativa, directivos, profesores y alumnos".
Otras piezas de opinión indican que la Ley Wert es opinable pero tiene que aplicarse (EL MUNDO.Suelto) Los partidos nacionalistas que gobiernan en Cataluña y País Vasco han dado a entender que no aplicarán la nueva ley educativa en sus territorios; Por qué no necesitamos la LOMCE de Wert (C. MARTÍNEZ GORRIARÁN. EL MUNDO"Es coyuntural, no hace mejoras imprescindibles y consagra graves vicios políticos", y Una ley de corto recorrido (J. ANTICH. LA VANGUARDIA El ministro Wert "ha desvirtuado las necesidades objetivas de mejora en la educación a cambio de un sesgo ideológico innecesario".
Las once enmiendas a la totalidad y la mayor parte de las 770 parciales a la ley fueron rechazadas y los únicos cambios significativos que se incorporaron fueron los propuestos por PP y UPyD. El texto pasará ahora al Senado donde el ministro de Educación, José Ignacio Wert, espera "una disposición al diálogo más constructiva".
