jueves,18 agosto 2022
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Madrid renuncia a la externalización tras nueva sentencia

La «marea blanca» de profesionales en sanidad vence a la privatización

Redacción
La "marea blanca" ha ganado otra batalla a las privatizaciones de la gestión sanitaria, al renunciar el gobierno de Madrid a las mismas tras el nuevo fallo judicial que confirma su paralización.Así lo declaró CC.OO y la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) y es también la interpretación de parte de la prensa.

Esto ha sucedido en un contexto en que la sanidad y la educación son el quinto y sexto mayor problema que declaran los ciudadanos en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas, tras el paro, la economía, la corrupción y el fraude y los politicos. También son las dos rúblicas que más se han encarecido en el índice de precios al consumo los dos últimos años, junto a la energía y los productos más afectados por el alza de impuestos. Desde finales del 2011, la educación universitaria (grupo 53 del IPC) se ha encarecido un 30,3 y los medicamentos y material terapéutico(grupo 43) un 30,4%, según el Instituto Nacional de Estadística.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, anunció ayer que su Gobierno ha decidido "dejar sin efecto" la externalización de seis hospitales madrileños, tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de mantener la paralización del proceso. En rueda de prensa, González avanzó que queda sin efecto el traspaso de la gestión a las empresas Sanitas, Ribera Salud e HIMA San Pablo ante la "incertidumbre" generada por la sucesión de resoluciones judiciales. El presidente madrileño aceptó, además, la dimisión del consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, y anunció que su cargo lo ocupará el diputado regional del PP Javier Rodríguez.

González señaló que la decisión no supone un fracaso y defendió que, por el contrario, ha permitido generar un debate sobre la necesidad de hacer más eficiente el sistema público de salud. Subrayó que el modelo que se intentaba acometer en estos hospitales es "legal" y "posible", y de hecho "se está aplicando en otras comunidades" y en Madrid hay cuatro centros gestionados de esta manera. González opinó que "no parece razonable que para la adopción de una medida cautelar" los tribunales lleven "más de siete meses sin tener definida la situación".

Asimismo, indicó que el Ejecutivo regional no va a introducir "ningún recorte", pero añadió que seguirá ajustando los gastos y se profundizará en las medidas incluidas en el plan sanitario aprobado en 2012 y ya puestas en marcha. Respecto a las posibles responsabilidades que asume con su decisión el Gobierno autonómico ante las empresas concesionarias, el presidente regional indicó que la resolución judicial paraliza el procedimiento por lo que opinó que todas las partes tienen que acatar dicha resolución que, insistió, deja en suspenso todos los procesos de privatización.

González agradeció el trabajado del consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, quien compareció junto al presidente madrileño ante los medios de comunicación. Lasquetty dijo que su dimisión obedece a su sentido de la responsabilidad, ya que fue él quien propuso y puso en marcha el proyecto de externalización.

CCOO valoró el fin de un proceso de privatización que consideró "plagado de irregularidades", mientras que UGT resaltó que la decisión del Ejecutivo autonómico se debe a la presión que durante los últimos meses han ejercido los profesionales y los ciudadanos. También CSIF atribuyó la decisión a la "contestación social".

La portavoz de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), Fátima Brañas, consideró que la dimisión del consejero de Sanidad y la retirada de los planes de externalización suponen una "victoria" frente a una forma de hacer política que no ha tenido en cuenta la opinión de los profesionales.

El vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, valoró la actitud de Lasquetty al presentar su dimisión, y subrayó su "dignidad" ante "la imposibilidad de desarrollar su política".

Para el secretario general del PSM, Tomás Gómez, ha merecido la pena "dar la batalla" por la sanidad pública. Por su parte, la secretaria de Política Social del PSOE, Trinidad Jiménez, calificó de "inevitable" la dimisión de Lasquetty, y pidió que las responsabilidades políticas por este intento de externalizar la sanidad pública madrileña "lleguen al máximo nivel". El portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Congreso, José Martínez Olmos, calificó la decisión de Ignacio González de "derrota de las privatizaciones".

El coordinador general de IU-CM, Eddy Sánchez, se felicitó por la renuncia, que achacó a la "enorme presión ciudadana", e hizo un llamamiento para "rematar" esta "victoria" en las urnas.

Desde UPyD, su portavoz en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco, reclamó diálogo con los sectores implicados tras el fracaso del plan privatizador, con el objetivo de mejorar la gestión sanitaria pública.

La decisión y efectos en las privatizaciones


EL PAÍS destaca en su primera que "el PP de Madrid pierde la batalla por la privatización de la sanidad". Ya en páginas interiores titula: "Madrid se rinde: no privatizará la sanidad". Según este diario, "la inminencia de las elecciones europeas y regionales" ha pesado en la decisión. Asimismo, EL PAÍS señala que dentro del PP ha habido críticas a que se "ideologizara" el proceso privatizador.

Por su parte, EL MUNDO dice que "González desiste de privatizar hospitales y sacrifica a Lasquetty". En opinión de este diario, "la marea blanca" ha logrado "un gran triunfo". EL MUNDO entiende que "el Gobierno de Madrid es vulnerable", y resalta que "pierde su principal apuesta de gestión", al tiempo que "profundiza en la crisis regional del PP".

Para ABC, "los jueces obligan a Madrid a retirar la reforma sanitaria". Una decisión que, según este diario, tiene "la mirada en 2015". Al respecto, ABC señala que "González ya lo tenía decidido desde hace semanas", y que con ello logra "restar argumentos electorales al PSOE". Además, alude a las privatizaciones de Cataluña y Andalucía "de las que nadie habla", enfatiza el diario.

LA RAZÓN refleja en portada que "Madrid anula la externalización de la Sanidad" después de que la Justicia mantenga la suspensión cautelar. Mientras, LA VANGUARDIA dice que "lamarea blanca consigue que Madrid paralice la privatización de seis hospitales".

EL ECONOMISTA apunta que "el ´fracaso´ de Madrid pone fin al resto de las privatizaciones de hospitales". Por su parte, CINCO DÍAS señala que "Madrid quita a Sanitas, Hima y Ribera los hospitales adjudicados", y añade que "las empresas estudian medidas contra la marcha atrás hospitalaria".

La decisión de Madrid supone que el gobierno retira los hospitales adjudicados a Sanitas, Hima San Pablo y Ribera Salud, aunque no ha quedado claro quién y como se asumirán los costes del proceso.Pero pudiera tener efectos en otras comunidades, sobre todo Valencia, donde Ribera Salud –ahora en venta– atraviesa dificultades financieras y gestiona la quinta parte de la sanidad valenciana financiada con fondos públicos. Fue la primera empresa del conocido como modelo Alzira de concierto sanitario. El año pasado se adjudicó dos de los seis centros cuya gestión sacó a concurso la Comunidad de Madrid. 

Los accionistas de Ribera eran, al 50%, las dos cajas valencianas Bancaja y CAM, que fueron integradas en Bankia y Sabadell, respectivamente. Sabadell manifestó su intención de mantener la inversión, mientras que Bankia tiene un mandato de venta. Aunque ha habido otras firmas que se han acercado a Ribera, la norteamericana Centene se ajusta al perfil que busca Sabadell. Según algunas informaciones, prefiere contar con un compañero de viaje que en lugar de ser un socio financiero pueda aportar experiencia en el sector sanitario. La apertura a nuevos accionistas tuvo un intento fallido en 2011, cuando se presentaron cinco aspirantes. Inicialmente Capio (otro de los entrantes en las privatizaciones de Madrid) fue el elegido, pero la negociación no fraguó. Ribera Salud atribuye sus dificultades financieras en parte a los atrasos en los pagos de la administración. En 2012 vendió a Sanitas los hospitales de Torrejón (Madrid) y Manises (Valencia), lo que permitió saldar sus cuentas en positivo. 

Editoriales de la prensa

Sanidad a resguardo (EL PAÍS): "La sanidad pública española salvó ayer con éxito un importante desafío. El proyecto de la Comunidad de Madrid de privatizar la gestión de seis hospitales amenazaba la línea de flotación de uno de los mejores sistemas públicos de Europa, además de uno de los más preciados por los ciudadanos". Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, ha desoído durante meses la movilización en contra de su proyecto y las resoluciones de los jueces. Una vez que el tribunal rechazaba ayer la opción de levantar su paralización, "enterrar el proceso era la consecuencia lógica. Pero no la única". González hizo dos importantes apuestas: Eurovegas y el ahorro en sanidad con el euro por receta y la privatización sanitaria. "Perdidos todos los órdagos, González sacrifica a su consejero de Salud, Javier Fernández-Lasquetty, en un intento de minimizar los daños". "Madrid ha pretendido ser el alumno aventajado de una suerte de ideario adaptado a las circunstancias, que no cree en la libre competencia y confunde los criterios privados de gestión con el vaciamiento de lo público. El resultado es una derrota sin paliativos a una forma de entender la política".  

González, más debilitado al tener que renunciar a su proyecto ´estrella´ (EL MUNDO) "La decisión de renunciar a la privatización sanitaria es un duro varapalo para González que puede pesar en su futuro político".Congruencia y valentía de Ignacio González (LA RAZÓN) "Ha actuado con congruencia política y valentía, dando la cara ante los medios de comunicación". "La izquierda y sus sindicatos han ganado en los tribunales lo que perdieron en las urnas".

El revés sanitario no arregla el problema(ABC): El Gobierno de Madrid anuló ayer el proceso de externalización de la gestión de algunos hospitales después de que el Tribunal Superior de Justicia decidiera mantener suspendido el proceso de adjudicación de los contratos públicos a esos centros. La dimisión del consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, "en un gesto que le honra política y personalmente, consumó un mal día para el gobierno popular de Madrid y quién sabe si para la sostenibilidad futura del sistema sanitario". "Que el PP haya perdido este pulso político en los tribunales de Justicia no elimina los problemas de fondo sobre la necesidad de ajustar los gastos a los ingresos en la sanidad pública, para no incurrir en desequilibrios fiscales que vuelvan a llevar el Estado de bienestar al punto de partida de la crisis, es decir, al borde de la quiebra, tirando por tierra todos los esfuerzos de los ciudadanos". Además, resulta "casi incomprensible que habiendo hospitales ya de gestión privada que otros seis no lo puedan ser porque así parece que lo determinan unos magistrados". "No resulta razonable en una democracia que la dirección confiada con mayorías absolutas a un partido político, al final acabe oscilando entre el gobierno de los jueces y la presión (pacífica o no) en la calle". "La Comunidad de Madrid ha sido la referencia de las buenas prácticas de gobierno del PP, tanto en la gestión, como en la política. Cualquier contratiempo en esta región repercute en las expectativas de todo el partido en España y esta evidencia debería invitar a evitar reveses y pasos atrás como el de ayer".

Parón (EL ECONOMISTA):"¿Creían realmente en su proyecto los dirigentes madrileños? Tras dedicarse Esperanza Aguirre a inaugurar nuevos hospitales antes de las últimas elecciones autonómicas y dotarlos con personal estatutario sus sucesores iniciaron un proceso de gestión público-privada lleno de errores. Las torpezas cometidas y la falta de transparencia pusieron en contra a la sociedad y a los profesionales de la sanidad desde el primer momento. Ya no cabe discusión alguna sobre las posibles ventajas de la cooperación público-privada. Se imponen los intereses políticos. El techo de cristal de González por los orígenes de su patrimonio y la inminencia de elecciones -con el temor a un varapalo en las urnas- abortan una reforma que no se ha sabido gestionar".


 

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