jueves,18 agosto 2022
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Mismo relator que declaró roto el sistema protector español

La ONU urge más acción a EEUU, cuyos 40 millones de pobres sumarán otros 47 de parados este verano

Soraya Aybar Laafou
Los Estados Unidos han aprobado ayudas contra la crisis, muy superiores a países como España incluso en términos relativos: 2,2 billones en cheques de 1200 dólares a cada ciudadano y una cuantía similar de compras de deuda pública y empresarial.Pero el relator de la ONU sobre pobreza y derechos humanos urge mucho más para evitar la pobreza de la clase media.Teme que a los 40 millones de pobres permanentes se sumen otros 47 de parados este verano, pues 22 ya se han apuntado al paro en 3 semanas
Así lo indica en un comunicado, titulado "La estrategia COVID-19 de Estados Unidos está fallando a los pobres", Philip Alston, relator especial de la ONU sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, quien realizó una visita de investigación a los Estados Unidos en 2017. "Los pobres en los Estados Unidos están siendo los más afectados por la pandemia COVID-19 y el Gobierno debe tomar medidas adicionales con urgencia para evitar que decenas de millones de estadounidenses de clase media se vean sumidos en la pobreza", dice también. 

"Las personas pobres y de bajos ingresos enfrentan riesgos mucho mayores por el coronavirus debido a la negligencia crónica y la discriminación, y una respuesta federal confusa e impulsada por las empresas les ha fallado", dijo Philip Alston, Relator Especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos. quien realizó una visita de investigación a los Estados Unidos en 2017.

La declaración del relator de la ONU llega horas después de que el presidente Donald Trump decidiera suspender los fondos del país norteamericano a la Organización Mundial de la Salud en plena crisis sanitaria, cuando EEUU se aproxima al millón de infectados por el Covid y a 100.000 muertos, seguido en este ranking de víctimas por España.  Se da la circunstancia de que el mismo Philip Alston, quien no cobra sueldo del organismo  de Naciones Unidas, visitó España a principios de año para evaluar su sistema de protección social, y concluyó que “está roto”. Sus conclusiones preliminares fueron que en España los derechos sociales y económicos se toman “rara vez en serio”, según declaró tras visitar seis comunidades autónomas en 12 días para evaluar la desigualdad, incrementada tras la crisis económica, si bien las estadísticas de la OCDE hace años que vuelven a presentar España como uno de los países desarrollados de mayor desigualdad, precisamente tras los Estados Unidos y el Reino Unido. En su rueda de prensa Alston criticó  a la clase política, diciendo que  “ha fallado” a quienes más lo necesitaban. Ya entonces el 26,1% de la población en España, y el 29,5% de los niños, se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social, según cita ba en su informe con cifras de 2018, cuando más de la mitad de la población tuvo dificultades para llegar a fin de mes y el 5,4% experimentó privación material severa. Alston insistió también en la elevada tasa de desempleo (13,7%), entonces más del doble de la media de la Unión Europea y el triple que en Estados Unidos, si bien ahora expertos del consejo editorial  de Ibercampus.es temen que se aproxime a las tasas del 27% que rondó en 2012, desde cuando ndo España es el segundo país de la UE donde más creció la desigualdad de rentas durante la crisis.

En EEUU, donde solo las ayudas ya ratificadas por el Congreso superan los 2,2 billones de dólares  (frente a las 0,12 billones de euros + avales ICO a créditos bancarios), millones de estadounidenses comenzaron a recibir la semana pasada los cheques de 1.200 dólares aprobados para todos los ciudadanos con salarios menores a los 75.000 dólares por año, más USD 500 por cada hijo que tengan. También el seguro por desempleo se ha extendido 13 semanas más que las contempladas, además de aumentar el dinero que los beneficiarios usualmente perciben.

EEUU lleva tres semadas de confinamiento similares a las españolas, aunque allí algunos multimillonarios presionan para volver al trabajo cuanto antes,aunque suponga la pérdida de vidas humanas por el aumento de contagios. Lloyd Blankfein, presidente del banco Goldman Sachs hasta 2018, abrió la veda el pasado domingo con un mensaje en Twitter: "Las medidas extremas para rebajar la curva del virus son adecuadas durante un tiempo para reducir la carga sobre la infraestructura sanitaria. Pero destruir la economía, los empleos y la moral es también un asunto sanitario y afecta a muchas más cosas. Dejemos dentro de unas pocas semanas que aquellos con bajo riesgo de contraer la enfermedad vuelvan a trabajar".

Con despidos récord, una red de protección social débil, y el Gobierno enfocándose en las empresas y los ricos, otras partes importantes del país pronto se enfrentarán a la indigencia. Se trata de un momento para reevaluar los fallidos sistemas de salud, vivienda y apoyo social que han hecho que la crisis sea especialmente dolorosa para los menos afortunados. La pobreza se cierne sobre las clases medias, convirtiéndolos en familias vulnerables dentro de uno de los países más poderoses del panorama internacional. 

Más de 22 millones de personas solicitaron desempleo en un período de cuatro semanas, pero los economistas de la Reserva Federal proyectan hasta 47 millones de empleos perdidos para el verano. Según los informes, casi un tercio de los inquilinos estadounidenses no pagaron el alquiler a tiempo en abril y el uso del banco de alimentos se está disparando.

Además, a ello se suman las últimos escándalos provenientes del país norteamericano y donde una cláusula introducida por los republicados apuntaba que se instauraría un paquete de estímulo de COVID-19 que permitiría a 43.000 millonarios ahorrar una media aproximada de 1,7 millones de dólares a través del pago de impuestos. 

Los pobres en los Estados Unidos están siendo los más afectados por la pandemia de COVID-19 y el Gobierno debe tomar urgentemente medidas adicionales para evitar que decenas de millones de estadounidenses de clase media se vean sumidos en la pobreza, asegura un experto de la ONU en derechos humanos.

'Las personas en situación de pobreza y de bajos ingresos enfrentan riesgos mucho mayores por el coronavirus debido a la negligencia crónica y la discriminación, y una respuesta federal confusa y orientada hacia las empresas que les ha fallado'. 

Incrementos en las prestaciones de ayuda por desempleo en Estados Unidos y en consecuencia de la crisis de COVID19

Una ayuda federal que no llega

'Las personas en situación de pobreza están amenazadas desproporcionadamente por el coronavirus. Es más probable que trabajen en trabajos con un alto riesgo de exposición, que vivan en viviendas abarrotadas e inseguras, que residan en vecindarios que son más vulnerables debido a la contaminación del aire y que no tengan acceso a la atención médica', dijo. 'Las comunidades étnicas, que enfrentan un racismo persistente, corren un riesgo particular y mueren a tasas mucho más altas', agregó.

Los pobres tienen menos recursos para amortiguar los efectos económicos y se ven más afectados por las medidas para frenar la propagación del virus, señaló el relator especial. Los trabajadores con salarios bajos son más susceptibles a los despidos masivos y los recortes salariales, mientras que menos niños de bajos ingresos pueden acceder a clases en línea. 'A pesar de estos graves riesgos, la ayuda federal aún no llega a muchas personas necesitadas y es fundamentalmente inadecuada en alcance y tipo dada la magnitud de la crisis y su impacto a largo plazo', dijo Alston.

Para el experto, los pagos únicos anunciados por el Congreso proporcionan un salario mínimo de menos de un mes, pero puede que no lleguen a algunos de los más vulnerables hasta septiembre y excluyen a millones de inmigrantes indocumentados que pagan impuestos. Además, la expansión temporal del seguro de desempleo depende de las oficinas estatales abrumadas, lo que resulta en demoras generalizadas.

Desabastecimiento sobre algunos productos vitales en los supermercados del país norteamericano

Millones sin acceso a tratamiento médico o alivios

Alston recalcó que más de la mitad de los trabajadores quedaron excluidos de la legislación sobre licencia por enfermedad, y el alivio de la deuda estudiantil excluye a millones de personas con préstamos de empresas privadas. Tampoco se han tomado medidas integrales para cubrir el tratamiento médico a pesar de que decenas de millones no tienen seguro y los costos de cuidados intensivos alcanzan hasta los 70.000 dólares.

'El tratamiento accesible y asequible es esencial, y la planificación debe comenzar ahora para garantizar que cualquier vacuna esté disponible de manera amplia y justa, que no se reparta primero entre los ricos y, finalmente, a los que están en mayor riesgo', dijo. Según el experto, las personas pobres se verán perjudicadas si el Congreso continúa negando asistencia significativa a los gobiernos estatales y locales, que están considerando recortes a servicios como transporte público, educación, asistencia legal y atención médica.

'La respuesta también ha ignorado la amenaza inminente del cambio climático, y a pesar de los riesgos que la contaminación y las emisiones de carbono representan para las comunidades pobres, la Agencia de Protección Ambiental ha dejado de hacer cumplir muchas regulaciones de informes y monitoreo', denunció el relator especial y como ya apuntabamos a través de Ibercampus.es

El sistema estadounidense de fianza en efectivo también significa que muchos detenidos están detenidos porque no pueden pagar. 'A medida que el coronavirus se propaga en prisiones, cárceles y centros de detención superpoblados e insalubres, incluso los delitos triviales pueden ser una sentencia de muerte', dijo Alston. 'Si bien algunas autoridades han implementado liberaciones de sentido común, otras, como en Texas y Nueva York, han duplicado la fianza'.

Una situación de pobreza que ya existía

Incluso antes de la crisis, se estima que dos de cada cinco estadounidenses no podían cubrir un gasto de 400 dólares sin endeudarse, y según la Oficina del Censo, 38,1 millones de personas vivían en la pobreza en 2018.

'Las personas pobres en los EE. UU. ya tienen condiciones de trabajo abismalmente inseguras, salarios bajos y alquileres caros, y disfrutan de pocas de las garantías que son la norma en la mayoría de los países desarrollados, como la atención médica universal. El país podría usar su riqueza significativa para resolver muchos de estos problemas, pero una respuesta que favorezca los intereses corporativos y arraigue la desigualdad será catastrófica', expresó Philip Alston.

Para el relator especial, Estados Unidos debería proporcionar alivio inmediato, como asistencia para el alquiler y suspensiones de cobro de deudas y desalojos, así como soluciones a largo plazo para proteger los derechos y combatir la inseguridad, como un salario digno y la cancelación de la deuda estudiantil. 

'Este es un momento para reevaluar los fallidos sistemas de salud, vivienda y apoyo social que han hecho que esta crisis sea especialmente dolorosa para los menos afortunados', concluyó Alston.

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