jueves,18 agosto 2022
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Más consumo informativo ypago de contenidos con poco ingreso

La pandemia llama al periodismo como servicio público, según el debate de las asociaciones de prensa

Redacción
El gran incremento en el consumo de información durante la crisis de la Covid-19 no se ha traducido en un aumento de ingresos para los medios, aunque el volumen alcanzado en suscripciones y pago por contenidos supera las expectativas de los editores. Son conclusiones de la Jornada "Los medios de comunicación ante la crisis de la Covid-19", organizada por la FAPE en colaboración con Repsol, cuyos promotores dicen ver la traspandemia el regreso a la esencia del periodismo como servicio público.

La crisis ocasionada por la Covid-19 ha consolidado la necesidad del periodismo, el regreso a su esencia como servicio público y la llegada de un lenguaje diferente a la hora de narrar la información, en lógica respuesta al cambio tecnológico y de  escenario vivido. Estas son algunas de las conclusiones de la Jornada “Los medios de comunicación ante la crisis de la Covid-19”, organizada por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) con la colaboración de Repsol, dentro de su ciclo de debates, y que ha podido seguirse por streaming.

“Está claro que la pandemia ha acelerado la transformación, nos ha hecho volver a las raíces  del periodismo auténtico, el de servicio, el de estar cerca de la gente”, ha afirmado Encarna Samitier, directora de 20 minutos, ponente de la primera de las dos mesas de debate que, moderada por Silvia Intxaurrondo, directora y presentadora de Telenoticias de Fin de Semana de Telemadrid, ha cuestionado: “¿Ha acelerado la crisis sanitaria la reinvención del periodismo?”.

En medio de la crisis, algunas cosas han cambiado a mejor, según María Ramírez, subdirectora de elDiario.es, un medio en el que, a raíz de la crisis de la Covid-19, quien abre las reuniones es la jefa de Sociedad, mientras que antes era el jefe de Política quien marcaba la agenda. “Nos hemos visto obligados a volver a la esencia, al servicio público, y esto ha llegado para quedarse”.

Esta vuelta a los orígenes del periodismo ha llegado acompañada de un importante salto tecnológico. “Decisiones que hubieran llevado años se han tenido que adoptar en unos días”, ha recordado Carlos Franganillo, presentador del Telediario 2 de TVE. “Las redacciones vacías conllevan menos posibilidades de intercambiar opiniones, pero el uso de las nuevas tecnologías permite acceder a muchas partes que antes eran inaccesibles”.

También el teletrabajo se ha instalado en el sector dificultando el funcionamiento del “cerebro colectivo de la redacción” y acabando con el intercambio de ideas que “es fundamental”. “Espero que quede como una herramienta auxiliar y que sea la excepción y no la norma”, ha  dicho Samitier.

La distancia personal entre los compañeros y con las fuentes significa un menor acceso a la información. “Muchas administraciones han aprovechado para poner distancia, para blindarse. Las circunstancias son perfectas para poner barreras”, ha advertido Franganillo, para quien estas prácticas son muy peligrosas para la profesión. “Los periodistas no deberíamos emitir productos de márketing que vienen elaborados desde determinados partidos”. 

Del mismo modo, los participantes en la mesa han advertido de los problemas que acarrean las ruedas de prensa telemáticas, muchas veces sin opción para repreguntar, y de la importancia del periodismo de datos en las actuales circunstancias. “Al principio, el Ministerio de Sanidad mandaba datos incompletos y nos han dejado a ciegas los fines de semana”, recordaba María Ramírez. “El doble rasero a la hora de contar nos ha supuesto un gran esfuerzo. El lío de los datos que hemos padecido es un reflejo de los 17 modelos que hemos visto en temas como la obligatoriedad de la vacuna o el toque de queda”, añadía Encarna Samitier.

Respecto a la contundencia empleada por los periodistas a la hora de mostrar el drama que representa la pandemia, Franganillo ha considerado que el debate generado en torno a la cobertura periodística es interesado e infantil. “Hemos hecho lo que hemos podido”, ha aseverado. “Nos hemos acostumbrado a la muerte, a la enfermedad”, ha añadido Ramírez, y “ahora nos enfrentamos a un reto importante porque la gente está cansada del drama y como medios tenemos que seguir informando”. 

A lo largo del debate, los ponentes han puesto de relieve la amenaza que la pandemia conlleva para las plantillas de los medios, ya precarizadas antes de la crisis y, sobre todo, para quienes no tienen sobre sus cabezas el paraguas de una empresa; han apostado por los buenos reporteros y su capacidad de adaptación por encima de la especialización; y han destacado el papel que han desempeñado los medios públicos, que han calificado como “esencial”. 

Sobre las previsiones en el sector para un futuro próximo, ha sido el presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez, quien, en la presentación de la Jornada, ha destacado que “el cambio de paradigma del todo gratis al cobro de los contenidos a los usuarios ha abierto un conflicto entre los editores, apoyados en algunos casos por los gobiernos, y las plataformas digitales, a las que se está reclamando que paguen también por los derechos de utilización de lo que producen medios y periodistas, informaciones y datos que les permiten  obtener grandes beneficios económicos.” La lucha por los derechos de autor se hará cada vez más dura, ha asegurado. 

Tras una breve pausa, ha comenzado la segunda mesa redonda sobre “Fórmulas para hacer sostenible el negocio de la Prensa” que, moderada por Cristina Villanueva, presentadora de Informativos Fin de semana de La Sexta, ha contado con la participación de Ángel Villarino, director adjunto de El Confidencial; Francisco Javier Caballero, gerente de ABC;  y Ricardo de Querol, subdirector de El País.

La valoración del rigor, la calidad, profundidad y originalidad, tanto en contenido como en formato; la vuelta a la esencia del ejercicio periodístico riguroso y de calidad empleando lenguajes distintos; y poner como prioridad de inversión al periodismo han sido las apuestas que los ponentes han planteado en el debate. 

La pandemia ha supuesto un elevado consumo de información que no se ha traducido en beneficios. “Hemos informado más que nunca, pero no hemos ingresado más que nunca”, ha afirmado Ángel Villarino. El problema al que se enfrentan los medios “no es de cantidad de audiencia, sino de cómo monitorizarla”, ha añadido Francisco Javier Caballero, para quien existe una importante crisis que obliga a las empresas periodísticas a hacer reestructuraciones.

Por otra parte, la percepción social de los medios ha cambiado favorablemente, frente a la proliferación de fakes news. a las que hay que combatir “siendo más escrupulosos que nunca”, según Villarino.

La crisis ha golpeado duramente a los medios, pero ha supuesto una gran valoración de los periódicos de referencia frente a otras fuentes poco fiables. “Nos ha llevado a conectar con nuestros lectores más fieles” y  les ha devuelto su importancia como servicio público, considera Ricardo de Querol.

Respecto al pago por contenidos y las suscripciones a los medios, los tres ponentes han afirmado haber superado sus espectativas y consideran el resultado “verdaderamente esperanzador”. “Cada vez hay más lectores dispuestos a pagar en lo digital, lo que va a ayudar a sobrellevar la caída del papel”, ha asegurado Caballero, mientras que, para Querol, “es bueno que la gente elija sus cabeceras de referencia, que se comprometa con ellas y que establezca un vínculo”.

En sentido inverso a las suscripciones han evolucionado los ingresos por publicidad en los medios durante la pandemia, que se han desplomado pese a que las empresas periodísticas siguen dependiendo de ellos “en un porcentaje altísimo”, en palabras de Vllarino, que ha apostado por incorporar otras propuestas que puedan generar beneficios, como los podcast o los vídeos.

Sobre la posibilidad de fusiones y desapariciones de medios a consecuencia de la crisis de la Covid-19, Villarino ha apuntado que “la lógica dice que algunos van a tener que hacerlo”, mientras Querol ha recordado que ya han cerrado varias cabeceras de prensa local y regional. Sin embargo, Caballero ha destacado como alternativa la importancia de las colaboraciones, que no fusiones, entre los medios, “ya que los grandes competidores ya no somos nosotros, sino Google y Facebook”.

La  FAPE es la primera asociación profesional de periodistas de España con 49 asociaciones federadas y 17 vinculadas que en conjunto representan a  18.000 asociados. Adscrita a la Federación Internacional de Periodistas (FIP).

 

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