Hace dos años, usted dijo que no creía que bajar los salarios fuera la solución en España. Han bajado. ¿Hemos ido muy lejos?
Respuesta. Hemos ido bastante lejos, sí. En la competitividad, los salarios son un elemento. Pero el problema de competitividad en España tiene que ver con el modelo productivo, con los bajos niveles de inversión. Los salarios en los últimos dos o tres años han bajado de forma importante. No creo que sirva para nada bajarlos más. Hay falta de demanda, la solución no pasa por ahí
Su informe dice que deben subir. ¿Cuánto?
Tienen que vincularse más con la productividad.
¿Olvidando el ancla con los precios?
El mecanismo es la negociación colectiva. Hay que cuidar los mecanismos de redistribución: los salarios mínimos, la negociación colectiva y la calidad del empleo.
Ustedes señalan que España sale de la crisis, creando empleo precario. Siempre ha sido así. ¿Puede cambiar?
España siempre ha tenido el problema de la polarización entre empleos bien protegidos y este sector, muy grande, de precarios. Y hemos tenido las distintas reformas laborales hechas por este Gobierno, pero el trabajo a tiempo parcial no voluntario y temporal crece. Sindicatos, Gobierno y empleadores tienen que preocuparse por esto. No es obligado pensar que la salida a la crisis pase por el empleo de mala calidad.
¿Y cómo se cambia?
España necesita que las pymes crezcan. España crea empresas, pero no crecen. Hay que buscar condiciones para que las pymes funcionen. Hay problemas de crédito. Hemos hecho una simulación: una bajada de los tipos de interés al nivel europeo, bajaría el paro un 0,6% en un año. España ha invertido en políticas de empleo, pero faltan políticas activas. Hay pasivas (prestaciones) pero hay problemas de Formación Profesional y de calidad en sus servicios públicos de empleo (SPE) y la coordinación con los autonómicos.
¿Han sido desequilibradas las reformas en España? Se han aplicado los recortes y, en cambio, no han llegado aún las políticas activas.
Sí, hay falta de equilibrio. No hay alternativa, hay que formar a los jóvenes, a los trabajadores. Los sistemas de aprendizaje en España están muy poco desarrollados. Los SPE pueden mejorarse. Incluso con medidas que se pueden considerar positivas, en general ha habido falta de equilibrio