La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció que los Estados miembros discutieron conceder a Turquía 3.000 millones de euros a cambio de esa contención de refugiados, y señaló que esa cantidad se correspondería con el reparto de la carga financiera si se tiene en cuenta lo que Turquía lleva gastado en la acogida de refugiados. "La Comisión Europea sola con el presupuesto de la UE no puede" cubrir el total, dijo, por lo que se discutió de lo que los Estados pueden contribuir. El presidente francés, François Hollande, indicó que "no se ha fijado una cantidad, ya que eso se discutirá en las próximas semanas".
Los líderes se estancaron en la discusión sobre el futuro establecimiento de un mecanismo permanente y obligatorio de reparto de refugiados, al que se oponen España, República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría. La creación de ese mecanismo permanente no fue incluida en las conclusiones de la cumbre.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, defendió la necesidad de centrarse en poner en marcha el mecanismo de reubicación de refugiados "provisional" pactado por los Gobiernos europeos y aplazar decisiones sobre un mecanismo permanente "a ver cómo se van produciendo los acontecimientos". "Todavía no hemos puesto en marcha el provisional que se acordó en el mes de julio", recordó. Rajoy dijo que en breve una delegación española irá a Italia para concretar la llegada de "algunos" refugiados en este país a España, en el marco de la "experiencia piloto" acordada.
Por otro lado, el Bundestag aprobó ayer medidas para acelerar la expulsión de migrantes económicos y dificultar las peticiones de asilo de países considerados seguros.
El acuerdo de la UE llega apenas una semana después de que al menos 96 personas murieron y otras 200 resultaron heridas en Ankara en un atentado contra una manifestación por la paz convocada por sindicatos y organizaciones de izquierda, con el apoyo de partidos políticos kurdos. La marcha había sido organizada para pedir el cese de los combates con la guerrilla kurda del PKK y contra el autoritarismo creciente del Gobierno islamista del Partido de la Justicia y el Desarrollo. El ataque, perpetrado por dos terroristas suicidas, según informaron las autoridades turcas, no ha sido reivindicado todavía por ninguna organización. El primer ministro, Ahmet Davutoglu, apuntó a cuatro posibles grupos sospechosos: el Estado Islámico, la guerrilla kurda PKK y las organizaciones izquierdistas DHKP-C y MLKP. Una fuente del Gobierno turco señaló que, si bien las investigaciones continúan, hay "obvias posibilidades" de que se trate del grupo yihadista, dado el parecido con otros ataques en los últimos meses: el del pasado 5 de junio -dos días antes de las elecciones- contra un mitin del HDP en la localidad kurda de Diyarbakir, que dejó cuatro fallecidos, y el del 20 de julio contra un acto izquierdista en Suruç, que provocó 33 muertes.
El presidente Tayyip Erdogan afirmó que se trata de un "abominable ataque contra la unidad y la convivencia" en Turquía, que el próximo 1 de noviembre celebrará unas elecciones legislativas decisivas para su futuro. El primer ministro Davutoglu trató de lanzar un mensaje de unidad alegando que el ataque "no es contra un solo grupo de ciudadanos, sino contra todo el pueblo" de Turquía y contra "la democracia", ante la cercanía de las elecciones.
La matanza complica la campaña electoral turca
Los partidos kurdos, por su parte, acusaron a la "mafia del Estado" de un atentado que temen que consolide el poderde Erdogan. Tras el ataque de Ankara, miles de personas salieron a la calle en Estambul y otras ciudades turcas para manifestarse contra un Gobierno al que responsabilizaban de lo sucedido.
El atentado ha abierto aún más el abismo entre el AKP, el partido islamista en el poder desde 2002, y grandes sectores de la izquierda que consideran al Gobierno, y especialmente al presidente Erdogan, responsable de haber arrastrado a Turquía a una espiral de violencia para ganar votos.
El ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán, la organización armada kurda que reanudó los atentados contra policías turcos en julio tras dos años de alto el fuego, anunció ayer el cese de las hostilidades hasta las elecciones del 1 de noviembre. Su previsión era anunciar hoy esa tregua, pero la adelantó a raíz del atentado de Ankara. Además ha ordenado a sus jóvenes simpatizantes que no lleven a cabo ataques en zonas urbanas en protesta por la masacre, según una fuente cercana a la seguridad turca…..
