"Me temo que la guerra en Siria, de una manera u otra continuará", lamentaba Boris Johnson, el ministró británico. "Pero ha sido el mundo el que ha dicho que ya está bien, que ya basta de usar armas químicas. La erosión de ese tabú que ha estado ahí durante 100 años ha ido demasiado lejos con Bachar al Asad y era el momento de que dijeramos no".
La reunión también ha servido a los ministros para tratar de relanzar un proceso de paz en Siria que hoy por hoy parece lejos de lograr sus objetivos, según Euronews.
Federica Mogherini, Alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores insiste en la solución política por encima de la militar:"Para mí está muy claro que existe la necesidad de dar un impulso a ese proceso político liderado por la ONU", reconocía Mogherini. "Y hacemos un llamamiento especial a Rusia e Irán para que ejercen su influencia en Damasco para poder iniciar discusiones serias y significativas bajo el paraguas de Naciones Unidas".
Las conversaciones de paz de Astaná, abiertas en enero de 2017, fueron en su día alentadas por los Gobiernos de Rusia y Turquía. La Unión Europea lamenta que sean precisamente estos países los que con sus intervenciones militares sobre el terreno este dificultando la consecución del alto el fuego definitivo.