La Jornada Anual de Ciencias han concluido con las intervenciones de los profesores del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala, Carmen Escribano y Jesús Romero-Samper. Escribano, centró su intervención en “Maslama, un madrileño andalusí y su escuela”, con el objetivo de “resaltar la figura de uno de los sabios que vive el tránsito del milenio, así como para hablar de su escuela de matemáticos y astrónomos en el al-Andalus”. Poco se sabe de la figura de este matemático oriundo de Madrid al que le tocó vivir una época, finales del siglo X, caracterizada por el “auge que experimentó la ciencia árabe andalusí en los siglos X y XI y la penuria científica en el mundo no musulmán, criticada por los intelectuales y los hombres de la ciencia Árabe”, señala Escribano.
El contexto histórico que le tocó vivir a Maslama se caracterizó por la importancia que alcanzó la cultura árabe andalusí: “el imperio musulmán realizó sus últimas grandes conquistas, siendo su apogeo mundial el resultado de la expansión realizada durante los siglos anteriores”. Por aquel entonces, “en el califato de Córdoba existió un clima de intolerancia religiosa que impidió que se realizara ciencia sin peligro de caer en la herejía”, siendo la astrología, la astronomía y las interpretaciones de los sueños, lo que más interesaba. Los matemáticos de aquel entonces, centraban su atención en la aritmética, el álgebra, la trigonometría y la geometría, razón por la que Maslama se centró en desarrollar la “adaptación de las tablas astronómicas de al-Jwarizmi y al-Battani al meridiano de córdoba”, comenta Escribano, además de traducir, “el Planisferio de Ptolomeo”, entre muchas otras cosas más.
Cambiando de tercio, el profesor del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala, Jesús Romero–Samper, abordó en su ponencia la figura de “José Manuel Rodríguez Delgado y la psiquiatría”, con la finalidad de profundizar en la figura de uno de los creadores de la nueva Neurofisiología. Romero destacó la importancia de esta figura tan representativa en el campo de la medicina por tratarse de uno de los “pioneros en la implantación de electrodos y quemitrodos en el cerebro, con el objeto de estimular eléctrica o químicamente específicas zonas del sistema nervioso central”, con el objeto de mostrar así, su repercusión en la conducta social del individuo. Para Romero, supuso un notable avance en la medicina la introducción de “estimoceptores, pequeños instrumentos capaces de enviar y recibir por radio mensajes electrónicos, comunicando el cerebro del paciente con aparatos de laboratorio”.
Otro de los aspectos estudiados por Rodríguez Delgado fue la inhibición del sentimiento de maternidad, concretamente con macacos, así como en la “fenomenología de algunas de las sensaciones humanas, como el dolor, la angustia, el miedo o la felicidad.
