Los buenos estudiantes fuman menos que los que no lo son, según evidencia una investigación realizada por científicos de la Universidad Carlos III de Madrid en colaboración con el Servicio de Epidemiología de la Comunidad de Madrid, el Instituto de Salud Carlos III y la Universidad Autónoma de Madrid.
El trabajo, publicado en parte en ´Nicotine & Tobacco Research´, ve una estrecha relación entre el rendimiento escolar y el hábito de fumar: cuanto menor es el primero, mayor es el segundo, señala.
"Hemos encontrado que el consumo de tabaco es tres o cuatro veces más frecuente en los alumnos con un rendimiento muy bajo que en los que sacaban mejores notas", revela una de las autoras del estudio, María Durbán, del departamento de Estadística de la UC3M.
También destaca el trabajo la importancia que tiene la tolerancia de los padres, ya que en el caso de los alumnos que afirmaban no tener permiso para fumar, la probabilidad de consumir tabaco se reducía casi a la mitad. Los investigadores no consideran, sin embargo, que la titularidad del centro educativo (público o privado) o el nivel de estudios de los progenitores constituyan factores que aumenten la probabilidad de fumar.
Sin embargo, sí señalan la importancia del ambiente familiar por su influencia directa en el desarrollo de los comportamientos de los adolescentes. En este sentido, apuntan, "la probabilidad de fumar es superior en aquellos hogares donde algún familiar consume tabaco".
Para llevar a cabo este trabajo, los autores han recogido información mediante un cuestionario dirigido a una muestra representativa de alumnos de 4º de la ESO de la Comunidad de Madrid (9127 estudiantes de 203 centros).
Por otro lado, han entrevistado a los directores de casi un centenar de centros escolares para recabar información relacionada con las políticas del centro. Esta investigación forma parte de una aproximación más amplia que analiza los factores individuales y de contexto asociados al tabaquismo en los Institutos de Educación Secundaria.
