jueves,18 agosto 2022
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Estudio de l aUniversidad Pública de Navarra

Los ejercicios de fuerza en mayores de 90 años son beneficiosos

Redacción
Tras realizar un entrenamiento específico durante 12 semanas, personas mayores de 90 años mejoraron su fuerza, potencia y masa muscular, lo que se reflejó en un aumento de la velocidad al caminar, mayor habilidad para levantarse de la silla, mejora del equilibrio, reducción significativa de la incidencia de caídas y mejora significativa de la potencia y masa muscular en las extremidades inferiores.

 Un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Age y dirigido por Mikel Izquierdo Redín, catedrático de Fisioterapia de la Universidad Pública de Navarra, revela los beneficios del entrenamiento de fuerza como ejercicio físico en nonagenarios.

En la investigación participaron 24 personas de entre 91 y 96 años, once de ellas en el grupo experimental y 13 en el de control.

Dos días a la semana, durante 12 semanas, realizaron entrenamiento multicomponente: un programa de diferentes ejercicios, diseñado específicamente para ellos, que combinaba el entrenamiento de fuerza y ejercicios para la mejora del equilibrio.

Según explica Izquierdo, “el entrenamiento mejoró la capacidad funcional, la reducción del riesgo de caídas y potencia muscular.

Además de los importantes incrementos en la capacidad física de los ancianos frágiles, el estudio ha demostrado que el entrenamiento de potencia es perfectamente aplicable en ancianos con fragilidad”.

Con el envejecimiento, la capacidad funcional del sistema neuromuscular, cardiovascular y respiratorio comienza a disminuir de forma progresiva, lo que conlleva un riesgo aumentado de fragilidad.

La inactividad física es uno de los factores fundamentales que contribuye a la pérdida de masa muscular y capacidad funcional, aspecto central de la fragilidad.

“Desde un punto de vista práctico —recuerda el profesor Izquierdo—, los resultados del estudio sugieren la importancia de implementar programas de ejercicio en este tipo de pacientes, ejercicios para desarrollar la fuerza muscular, el equilibrio y la marcha”.

En su opinión, “sería beneficioso aplicar este tipo de ejercicios en ancianos vulnerables con el fin de prevenir el impacto del envejecimiento, mejorar su bienestar y facilitar su adaptación a la sociedad en que viven”.

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