jueves,18 agosto 2022
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Los intentos de capitalizar el 15 M causan polémica

Redacción
Este 15 de Mayo varios millares de personas acudieron a Puerta del Sol de Madrid para celebrar el 5 aniversario del movimiento de indignados. Hubo manifestaciones similares en 50 capitales españolas y cerca de 500 ciudades del mundo. La mayoría de la prensa impresa y algunos digitales han resaltado que los "indignados" españolas defienden el carácter "apartidista" del 15-M con articulos y en algunos casos editoriales que critican los intentos de capitalizar el 15-M.

Sin embargo, este quinto aniversario, al igusal que los anteriores, se mantuvo al margen de los partidos en la manifestación que terminó en la Puerta del Sol. Podemos no participó fornalmente en el aniversario, aunque su cofundador Juan Carlos Monedero y otros dirigentes y afiliados sí estuvieron, e incluso por la noche cuando en un plató televisivo montado por La Sexta hablaba Iñigo Errejón los centenares de personas de alrededor guardaban silencio, no así ante otras intervenciones, en especial la de la representante de EL MUNDO.  Dijo Errejón que "El movimiento del 15M es irrepresentable como expresión política", aunque Podemos ha aportado herramientas para empezar a lograr sus aspiraciones. Dos representantes del 15 M resaltaron por su parte que los particopantes en el 15 M han nutrido las filas de Podemos y no de otros partidos, ni siquiera Ciudadanos, que ya existía antes.

Este año el 15-M ha sido impulsado por las protestas que se iniciaron en París al calor del movimiento Nuit Debout (Noche en pie). Las reivindicaciones de los manifestantes españoles son las de los antidesahucios de la PAH, las plataformas en defensa de la renta básica universal y las mareas ciudadanas contra los recortes. 

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) había animado también a los consumidores a participar en las actividades previstas,pues según su comunicado "hoy más que nunca" es imprescindible revivir el espíritu reivindicativo del 15M tras comprobar cómo en estos cinco años los problemas sociales que lo originaron "siguen sin resolverse e incluso se multiplican".Frente al permanente ataque de la banca y los poderes financieros a los derechos de los consumidores, Adicae plantea la movilización colectiva y organizada contra los fraudes al ahorro sin resolver como las preferentes, la ofensiva para canjear la cláusula suelo por "nuevos engaños" y el cierre "en falso" de la quiebra de las cajas de ahorros. 

He aquí uno de los vídeos de la manifedtación de este domingo en Madrid, subido a Youtube por "Actualidades", donde como ante el plató de La sexta fueron especialmente coreadas frases de "si se puede", otras a favor de la lucha del pueblo palestino  y "esta Iglesia no paga impuestos":

Según recordaban ante la jornada casi todos los diarios impresos, el movimiento 15-M celebra su quinto aniversario defendiendo su carácter apartidista y la imposibilidad de que nuevas formaciones políticas, como Podemos, se apropien de su espíritu.

Según Joan Aguirre, unos de los promotores del 15-M, "no se puede hacer una interpretación simplista al querer identificar a Podemos como la representación política del 15-M. Podemos es hijo de la misma época y recoge a gente que ha estado en el 15-M, pero son un actor político que tiene las lógicas propias de los partidos y de las instituciones". Pese a esa proclamación de no estar vinculados a ningún partido, destaca EL MUNDO, Podemos e IU han mostrado una clara intención de apoyarse en el movimiento del 15-M para lanzar su recién estrenada coalición, escenificada precisamente en un paseo de Pablo Iglesias y Alberto Garzón desde el Congreso de los Diputados hasta la Puerta del Sol.

Valoraciones de los diarios impresos hasta el 17 M

Podemos utilizó el 15-M como plataforma electoral (LA RAZÓN): Han pasado cinco años del 15-M y parece que la entrada en las instituciones ha cambiado radicalmente el sentido del mensaje "no nos representan". Pudo haber en aquel movimiento elementos novedosos de una juventud que buscaba un lugar en el sistema pero, en conjunto, aquellos días se han acabado vinculando con los tics más envejecidos de la política. Podemos utilizó el 15-M como plataforma electoral, cuando el partido de Pablo Iglesias -de férrea disciplina- poco comparte con aquel movimiento ni en sus principios bolivarianos ni en su objetivo ineludible de alcanzar el poder a toda costa (¡ahora sí que nos representan!).

El 15-M no es patrimonio de ningún partido (LA VANGUARDIA): El 15-M no dio pie a un movimiento social estable y unitario ni tampoco tuvo una traducción política inmediata. Después del verano de 2011, el movimiento parecía disgregarse, coagulado en diversas plataforma sectoriales. El 15-M se disgregó, pero no se evaporó. Había dejado profunda huella. Tres años después, con la situación social y política aún más erosionada, la sorprendente irrupción de Podemos en las elecciones europeas indicaba la existencia de una intensa corriente de protesta en el interior de la sociedad española. El próximo 26 de junio, la coalición Podemos-Izquierda Unida, que se proclama intérprete del 15-M, disputará al PSOE la primacía de la izquierda española. Pero el 15-M no es patrimonio exclusivo de ningún partido o coalición. Fue un fogonazo de radiaciones diversas, sin el cual no se entiende el actual y acusado cisma generacional en la política del país.

La peligrosa deriva de la izquierda (ABC)El principal desafío político al que se enfrentan los socialistas en las próximas elecciones no es el PP, sino la coalición de Podemos e IU. La izquierda más dogmática y radical está en condiciones de doblarle el pulso a un PSOE que, hasta ahora, era el único eje vertebrador y la referencia indiscutible de ese espacio político. La clave ahora radica en el rumbo a seguir por los socialistas. Toda estrategia destinada a imitar el discurso de la extrema izquierda está condenada al fracaso, ya que el votante tenderá a decantarse por el original, mientras que el pretendido pacto de gobierno con los radicales implicaría el suicidio político del PSOE, además de un desastre para el interés general de los españoles. Los socialistas deben recuperar el espacio político que les corresponde apostando por una izquierda moderna, reformista, conciliadora y dialogante, a imagen y semejanza de la socialdemocracia europea y no del ruinoso populismo bolivariano que representan Pablo Iglesias y sus socios.

Podemos e IU se apropian del 15-M con fines partidistas(EL MUNDO): El quinto aniversario del 15-M ha venido precedido del uso partidista que Podemos e IU han hecho de este movimiento de indignados, en beneficio de su estrategia electoral. Esta apropiación le hace un flaco favor a un movimiento surgido del caldo de cultivo de las organizaciones ciudadanas. El propósito de Iglesias y Errejón fue siempre el de conformar una opción política, bajo el mantra de la transversalidad, capaz de confluir con organizaciones políticas y sociales de distinto signo. Iglesias pretende ahora aparecer ante la izquierda como el representante político de aquella utopía revolucionaria que ancló en Sol. Pero la realidad es que, precisamente, la consolidación de Podemos como una alternativa política es lo que ha desactivado definitivamente el 15-M. En todo caso, tanto el carácter poliédrico de este movimiento como su galvanización social deberían disuadir a Podemos e IU de su empeño por patrimonializar el 15-M a su favor.

El 15-M se resiste a entrar en la política de partidos (EL PAÍS)La ausencia de una estructura que represente al movimiento de los indignados o 15-M, no ha impedido que, cinco años después de su aparición, mantenga cierta presencia pública. Este movimiento generó un debate público sobre la representatividad de las instituciones políticas, las normas electorales, la dación en pago, la transparencia de las retribuciones de altos cargos o la corrupción. El problema ha sido canalizar lo que nació como un movimiento antipolítico. La situación ha madurado lo suficiente como para que hayan surgido nuevos actores políticos, de los cuales Podemos es el ejemplo más acabado. Ahí se vive la contradicción entre el oportunismo de dirigentes que provenían de otros campos y la necesidad de encauzar políticamente las reivindicaciones del 15-M para que no derivaran en peligrosos radicalismo. Subsiste, no obstante, cierta desconfianza en los que el domingo acudieron a conmemorar el quinto aniversario del movimiento contra los intentos de recuperación política del mismo a cargo de Podemos.

Thriller (David Gistau. ABC ) La montonera de izquierdas fracasó al intentar apropiarse del 15-M para usarlo como mito fundacional sustitutivo del dejado por la Transición: una credencial de legitimidad propia que, al asumir la misión histórica de extirpar la casta, adquiriera el mismo valor ante la posteridad que el desmantelamiento de una dictadura.

15-M, las plazas no son de nadie (Lucía Méndez. EL MUNDO) La mayoría de los españoles cayó en la cuenta de que merecía la pena reflexionar sobre los planteamientos del 15-M. El relato de los indignados cuajó y ha dado lugar a un cambio político sin precedentes.

Aquel 15-M (Antonio Lucas. EL MUNDO) Con el 15-M regresó el afán discutidor sobre política y buena parte del censo desplegó su desánimo en las plazas. La gente estaba harta de que los políticos la confundieran con nadie.

Iglesias: el negocio del 15-M (Carlos Cuesta. EL MUNDO) Podemos ha convertido en porteadores a sus impulsores; ha convertido al 15-M en su negocio.

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