El rector de la Universidad de Zaragoza indica en declaraciones recientes que "el mundo educativo en su conjunto espera el impulso del nuevo Rey a la necesidad estratégica del derecho a la calidad de la educación en todos sus niveles. Me permito apuntar en este sentido la necesidad de un gran pacto de Estado que garantice una política educativa a largo plazo que no cambie por los vaivenes electorales". Anteriormente, su predecesora, Adelaida de la Calle, ya solicitó en varias ocasiones esto mismo: "La educación necesita amplios consensos a nivel nacional, pues es una cuestión estratégica, a largo plazo y que exige el esfuerzo de todos".
Pese a que el pacto propuesto por Ángel Gabilondo no salió adelante por el rechazo del PP ante temas como la autoridad del profesorado, la enseñanza del castellano y la libertad de elección del centro escolar, el actual presidente de los rectores destaca de Juan Carlos I su reciente impulso en la cooperación hispano-marroquí universitaria, siendo muchos los rectores que acompañaron al Rey en una visita de Estado a Rabat en 2013.
Andrés Merino, director de Relaciones Institucionales del CEU, asegura igualmente a EL ECONOMISTA que "don Felipe y doña Letizia conocen bien el mundo educativo. Han mantenido encuentros y conversaciones con alumnos, maestros, profesores. Saben bien que hay retos: que el listón de Bolonia es alto, que la financiación universitaria se ha hecho difícil, que hacen falta más becas".
Merino, quien también es experto en la Casa Real, indica que el papel que ha tenido hasta el momento el Rey Juan Carlos I, ha sido fomentar los mejores valores de unidad, convivencia, tolerancia, concordia, desarrollo. Esas han sido las claves de este periodo que concluye. No tengo la menor duda que esos mismos valores seguirán definiendo la actividad de la Corona, en lo que a la educación superior se refiere, en el reinado que comienza". En la misma línea, el presidente de la Crue cuenta que "la estabilidad política, social y económica de España desde la transición democrática ha permitido un desarrollo de la universidad española sin precedentes".
Históricamente, la Familia Real en su conjunto ha tenido un papel muy activo en el desarrollo universitario. Con Alfonso XIII, se inició lo que es hoy la Ciudad Universitaria en Madrid (puso la primera piedra el 15 de mayo de 1929), su nieto y bisnieto pasaron por las aulas de la universidad pública, a parte de participar en infinidad de actos como, por ejemplo, la audiencia que reciben los participantes del programa Becas Europa, una iniciativa de la Universidad Francisco de Vitoria, por parte de los que han sido los Príncipes de Asturias.
También Andrés Merino cuenta que, durante la transición y los años que siguieron, "Doña Sofía acudió discretamente a seminarios de estudios especializados". Además, tal es la vinculación del Monarca con la Universidad, la ciencia y la cultura, que en su carrera para ser el Rey más preparado d ela historia ha sido investido Doctor Honoris Causa por más de treinta universidades españolas y extranjeras.
