jueves,18 agosto 2022
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¿Más control personal al cumplir un año Reglamento Europeo de Protección de Datos y Ley española?

Redacción
En 2018 entraron en vigor el nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos y la nueva Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales, que van a permitir que todos tengamos un mayor control sobre nuestros datos.

Con este texto comienza la información que la CNMC envía a las personas cuyos datos recoge y trata en sus sistemas, con el fin de cumplir su misión de interés público. En él se hace referencia a un hecho fundamental en la breve historia de la protección de los datos de carácter personal: la entrada en vigor del Reglamento Europeo de Protección de Datos (entre nosotros, el RGPD, o sencillamente, el Reglamento). Fue un 25 de mayo, hace ya un año.

Fundamental, por el motivo que también recoge el texto: el muy europeo RGPD, y su joven compañera de viaje, la muy española Ley Orgánica 3/2018 (para unos la LOPDGDD, aunque para mí, que la siento más de la familia y no pronuncio bien cinco consonantes juntas, es la nueva LOPD), juntos, han permitido que tengamos un mayor control sobre nuestros datos. ¿Y cómo lo han conseguido?

Algunos hablarán de la “responsabilidad proactiva”, traducción voluntariosa y expansiva de la “accountability” anglosajona del texto original, y que supone que aquél que trata nuestros datos debe preocuparse por su bienestar. Preocuparse de verdad. No sólo con buenas palabras, sino con hechos y dejando prueba de ellos. Sí, es un logro considerable. Un avance, sin duda.

Otros hablarán de las sanciones, que según el nuevo Reglamento puede que hagan a muchos pensárselo dos y tres veces antes de incumplirlo. Porque el órgano que lo vigila, la Agencia Española de Protección de Datos, no se lo toma a broma.

Pero para mí, lo que ha conseguido el Reglamento en su primer año de vida, es que mucha, mucha gente que no hablaba de la protección de datos, ahora lo haga. Que haya surgido esta preocupación. Que en cuanto sueltas en una conversación (en el trabajo, con tu familia, incluso en el bar desayunando) que trabajas en esto, siempre hay alguien que te plantea un caso, su caso, personal por definición.

Y eso, que todos nos preocupemos por un valor esencial, un requisito para el ejercicio de nuestras libertades, como es la protección de nuestra propia identidad, es algo que indudablemente se lo debemos al RGPD. Y a la nueva LOPD. Y a todos los que, en la medida de sus posibilidades, tratan de que se cumplan.

Por todo ello, mi querido Reglamento… ¡Feliz Cumpleaños!

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