Esta cifra está lejos de los 150.000 alumnos que esta organización registró en 2007, cuando el Ministerio de Educación daba becas para cursos en el extranjero. Desde hace dos años, estas ayudas se dedican principalmente a cursos de inmersión lingüística en España.
"La necesidad de aprender idiomas, bien progresar en el mercado laboral o para cambiar de trabajo, sigue estando ahí", ha afirmado el presidente de esta organización, Juan Manuel Elizalde, que ha explicado que el inglés sigue siendo el idioma más demandado, seguido del alemán. Asimismo, ha destacado que cada vez hay más demanda de chino, aunque sigue siendo menor que otros idiomas tradicionalmente más demandados.
El 70 por ciento de las personas que cursan estudios fuera son menores de edad que se marchan al extranjero para realizar u curso en verano o para realizar un trimestre o el curso escolar completo. El segundo perfil mayoritario es el del adulto joven (universitario o recién licenciado) que quiere mejorar su nivel en otra lengua; y el tercero, el de los adultos que durante su escolarización estudiaron francés y necesitan el inglés para su trabajo.
Además de los cursos de verano para niños y jóvenes, los intensivos para adultos en cualquier época del año, cursos para ejecutivos, o un año escolar en el extranjero para menores de edad, entre otros, existen también programas para familias en época vacacional, que incluye el alquiler de un apartamento y clases de inglés para todos sus miembros. Los destinos más demandados son: Gran Bretaña (45%), Irlanda (23%), Estados Unidos (20%), Canadá (5%), Francia (2.5%) y Alemania (2,5%).
Galidad garantizada
Para garantizar la calidad y fiabiabilidad de los cursos en el extranjero, la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero cuenta desde este mes de enero con un sello de calidad auditado por una compañía externa, ya que estas empresas forman parte de un sector hasta ahora no regulado.
"El sello surge de la necesidad de que los cursos en el extranjero, al no contar con una regulación por parte de la Administración, tengan un control", ha indicado en declaraciones a Europa Press el presidente Aseproce.
Así, ha explicado este sello persigue dar una información veraz al posible alumno; controlar la gestión del programa mientras el alumno está en el extranjero, mediante un contrato con la institución educativa; garantizar la formación de los monitores que acompañan a los menores al extranjero; realizar un seguimiento personalizado de los alumnos; ofrecer a estudiantes y padres herramientas de evaluación del curso.
La empresa consultora encargada de la auditoría externa es LLoyd´s Register (LRQA). "Los padres así tienen la garantía de que donde van a enviar a sus hijos son cursos fiables; también los adultos que deciden inscribirse en estos cursos", ha afirmado Elizalde, que también ha señalado que las empresas del sector están "ajustando" los precios para adaptarse a la situación de las familias.
