Bajo el lema Ni prisión ni exilio, os queremos en casa, la manifestación convocada por la ANC, Òmnium Cultural y la Asociación Catalana de Derechos Civiles, discurrió sin incidentes por las calles céntricas de Barcelona, hasta concluir frente a la antigua cárcel Modelo, que previamente había sido tomada por miembros de los Comités de Defensa de la República. Los presidentes de la Generalitat y el Parlament, Quim Torra y Roger Torrent, respectivamente, encabezaban la marcha, junto a una nutrida representación de la cúpula de los partidos políticos independentistas. La marcha concluyó con la lectura de cartas enviadas por los presos soberanistas encarcelados, y la intervención de los dirigentes de las asociaciones convocantes.
En declaraciones a los medios, Quim Torra exigió la libertad de los "presos políticos" ante la "indecencia" de la justicia española, tras denunciar "el relato ficticio con el que el Estado ha estado construyendo una rebelión que no existió y que saltó por los aires el pasado jueves". "Estamos aquí otra vez y saldremos las veces que hagan falta para reclamar una y otra vez que nuestros presos políticos estén libres, que nuestros exiliados vuelvan a casa y que el derecho de autodeterminación de Cataluña no sea criminalizado", señaló.
En la misma línea, el portavoz de JxCat, Eduard Pujol, reclamó la libertad de los presos, ahora de manera "más contundente, tras el bofetón sonoro de la justicia alemana al juez Pablo Llarena". La coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, dijo que "queda claro que el relato de la Justicia española se ha deshecho como un terrón de azúcar", coincidiendo con la portavoz de ERC, Marta Vilalta, que denunció "cómo cae el relato ficticio creado por Llarena". La portavoz de los comunes, Elisenda Alamany, que también se sumó a la convocatoria, pidió al Gobierno que "haga los deberes" y "emplace a la Fiscalía a retirar unas acusaciones que ya no se sostienen". Finalmente, la diputada de la CUP Maria Sirvent reclamó recordar que "el objetivo político" por el que los dirigentes independentistas han sido "represaliados" es "el ejercicio del derecho a la autodeterminación y el ejercicio irrenunciable de la independencia".
El PSC pide a los soberanistas que no supediten la política a los procesos judiciales
El líder del PSC, Miquel Iceta, elogió ayer que Gobierno de Pedro Sánchez "arriesgue" para resolver el problema de Cataluña e instó a la Generalitat a elegir entre la "baraja del acuerdo o de la ruptura", tras pedir al independentismo que "no supedite" la política a procesos judiciales. En su discurso ante el Consejo Nacional del PSC, Iceta apostó por resolver los conflictos mediante el diálogo, pero "sin ingenuidad", un reto ante el que los socialistas "no se asustan", porque son capaces de "arriesgar en beneficio del bien común".
Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña, por su parte, reclamó ayer en Canet de Mar la reconstrucción de la "convivencia" en Cataluña, rota, según ella, por el Govern y los partidos independentistas. La comitiva de Cs, que no recibió permiso municipal para hacer un acto en esta localidad barcelonesa, respondió a los abucheos de un grupo de vecinos con gritos de "libertad, libertad".
El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, finalmente, afeó ayer al Gobierno de Pedro Sánchez sus "gestos" ante el independentismo y los presos soberanistas. "No me preocupa tanto la reacción de la justicia como la debilidad que está mostrando el Gobierno de España", afirmó en una entrevista emitida por TV3
ABC, en este sentido, destaca hoy en titulares que "el independentismo se echa a la calle ante la falta de acción de Pedro Sánchez". LA VANGUARDIA, por su parte, subraya que Sánchez y Torra buscan preservar, pese a las dificultades, la vía de diálogo, puesto que "los presidentes conectaron y sus equipos ven margen para seguir trabajando". Respecto a la situación política en Cataluña, finalmente, EL PAÍS informa de que el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, planea la creación de un nuevo partido al margen del PDeCAT, que podría denominarse Crida Nacional.
Borrell, escéptico con los gestos de distensión de una parte del independentismo
El ministro de Asuntos Exteriores, entrevistado hoy por EL PAÍS, apoya la nueva política de diálogo del Gobierno de Pedro Sánchez con Cataluña, aunque se muestra escéptico con los gestos de distensión de una parte del independentismo. Según afirma el ministro, "yo no he percibido un cambio. Pero lo que está claro es que este Gobierno está haciendo un esfuerzo extraordinario para recuperar el diálogo; el presidente, el primero. Pero hacer un esfuerzo de diálogo no significa estar de acuerdo con el interlocutor. Si el señor Torra insiste en decir que quiere ejercer el derecho a la autodeterminación, no hay manera de impedírselo, pero tendrá que escuchar también al presidente del Gobierno cuando le dice que tal cosa no va a ocurrir". A su juicio, "resulta evidente que en el exterior ha habido una campaña de descrédito a las instituciones españolas. Y que ha tenido un cierto éxito por incomparecencia del contrario". "Combatir ese relato es mi obligación como ministro", señala Borrell.
Sobre la situación en la UE, el titular de Exteriores lanza serias advertencias. "La inmigración puede provocar una crisis más grave que la del euro", avisa. No obstante, es optimista acerca del papel que España y su nuevo Gobierno "decididamente europeísta" pueden desempeñar en Europa. "Podemos repetir la historia de éxito protagonizada por Portugal", asegura. Ampliando el foco, Josep Borrell ve serios problemas en el panorama mundial. "El mundo de hoy es mucho más peligroso en lo relativo a proliferación nuclear y de armas químicas que el de ayer, el de la Guerra Fría o el de la crisis de las famosas armas en Irak", afirma. Sobre las posiciones que su Gobierno puede tomar en Latinoamérica, el ministro de Exteriores español cree que no tiene sentido ser la avanzadilla de las "líneas duras europeas" en Cuba o Venezuela.
José Luis Ábalos: "Torra debe respetar al Rey, que simboliza la unidad de España"
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, respeta las decisiones de la Justicia, ya sea la española o la alemana, con la que no quiere "polemizar", aunque advierte de la necesidad de redefinir el delito de rebelión "más acorde con los tiempos actuales". Entrevistado por EL MUNDO, y también en referencia a Cataluña, considera que lo importante "es seguir manteniendo un proyecto de vida en común al que llamamos España, un proyecto en el que todos los españoles se sientan identificados y partícipes". "Como demócratas", añade Ábalos, "no nos asusta que alguien quiera la independencia. Pero también como demócratas estamos obligados a cumplir las normas que mantienen la democracia y que se fundamentan en un Estado de derecho". En este sentido, "del mismo modo que nosotros reconocemos al president catalán, es fundamental que él, que representa al Estado en Cataluña, reconozca y respete al Jefe del Estado, que simboliza la unidad de España. Es muy difícil reivindicar respeto sin practicarlo".
En otro orden de cosas, el titular de Fomento cree que va a ser imposible sacar a Franco del Valle de los Caídos en julio "porque está pendiente aún de los permisos familiares y de cuestiones personales". Respecto al PP, considera que es un partido que "mantiene lazos con el franquismo, que algunos no rompen". Además, sobre la deuda de las Autonomías, Ábalos niega que el Gobierno tenga sobre la mesa la posibilidad de una condonación. "Si hubiera una mutualización sería en conjunto y teniendo en cuenta la financiación de forma global", dice el ministro, que duda, finalmente, que el PP "acierte" en su inminente Congreso. "Cuando te quedas sin líder, sin proyecto y te comen el espacio electoral, es difícil acertar a la primera", concluye.
